Capitulo 4

2185 Words
Esta encima de mi cuerpo, no me aplasta pero esta lo suficientemente cerca como para sentir su duro pecho contra el mio. Esto esta mal, no deberíamos estar así pero que me condenen al no querer que se aparte de mi, lo necesito mas cerca, sus labios contra los míos y sus manos sobre mi cuerpo reconociendo cada rincón. Su aliento contra mi rostro envía corrientes por todo mi débil cuerpo, porque siempre que se trata de él , soy mas que débil. - Amanda...- su voz ronca y varonil, pronunciando mi nombre es como el canto de los ángeles, pero como nada es demasiado bueno para ser cierto. Pero el sonido de un teléfono sonando por todo lo alto en la cocina, termina haciendo que el maravilloso momento que estaban viviendo en la soledad de la noche, finalice de manera abrupta. Samuel se aleja de mi como si fuera la peste y se va en dirección a donde estaba sentado comiendo y se da cuenta que su teléfono es el que estaba sonando sin parar. Lo contesta y me da leves miradas, yo me vuelvo a sentar porque mis piernas tiemblan demasiado y no quiero que el vea eso. Me quedo al pendiente de lo que sucederá a continuación. - Si, entiendo...no hay nada que se pueda hacer? - pregunta al otro lado, su rostro cambio a un gesto mas serio y al parecer, es algo grave lo que esta sucediendo. Debe ser algo con el trabajo. Yo solo lo veo con atención, bebo de mi copa sin querer ser entrometida aunque si estamos en el mismo lugar, es imposible que no pueda escuchar su conversación. Tomo mi teléfono para ver si encuentro algo interesante, pero hasta ahora solo veo imágenes del i********: de Kate donde se ve, que lo esta pasando mas que bien. Sonrió por eso, ya que a ella le encanta la fiesta. Pero la voz de este mega espécimen sexy, me hace dejar mi teléfono a un lado para prestarle completa atención. - Amanda, lamento que la noche deba terminar de esta manera, pero debo salir urgente por temas de la empresa - me dice a modo de disculpa. En el fondo agradezco que se vaya porque no creo ser capaz de seguir estando lejos de él, pero por otro lado, me encantaría que no se fuera y termináramos lo que estuvimos a punto de hacer. - Si no te preocupes, ve tranquilo. Yo dejare todo limpio aquí - suelto las palabras con una sonrisa, el me ve con una expresión que no logro descifrar. - No es necesario, cuando llegue yo limpio - dice y yo niego con la cabeza. - Y yo te dije, que como tu habías cocinado a mi me toca limpiar. Ve, que si te llamaron a esta hora debe ser importante - le digo con la misma sonrisa y evitando los nervios que todavía no me abandonan. Lo veo dudoso y que me quiere decir algo pero al final no lo hace. - Bien, cualquier cosa me llaman - dice y se da media vuelta, yo suelto el aire que tenia retenido cuando de la nada siento un beso en mi frente - Nos vemos - dice despidiéndose nuevamente y dejándome completamente en shock. ¡¿Qué diablos fue eso?! Pestañeo en la dirección en que se fue sin poder creerlo, me beso...fue en la frente lo se, pero no se, se sintió...diferente, especial. Sus labios contra mi piel se sintieron extremadamente suaves, delicados y con un calor exquisito que solo el me podría entregar. Es mucho mejor a lo que alguna vez imagine. Me sonrojo a lo que mis propios pensamientos me conducen y no, no es nada decente. Ya me imagino como se deben de sentir sus besos en los labios, lo mas probable es que me desmaye si algún día lo hace, ya que ahora estoy al punto del colapso nervioso y mental. Niego moviendo la cabeza de manera frenética, veo la mesa y las cosas sucias y me decido por dejar todo limpio antes de irme acostar, ya mi día acabo y no tengo nada mas que hacer en pie. Tomo todo y lo limpio de forma correcta, luego seco y guardo. Dejo la isla de la cocina reluciente y cuando considero que esta todo en orden, me voy a mi habitación con la copa de vino y la botella con lo que queda. Al menos si no puedo tener sexo con mi semental, me dedicare a beber hasta terminar la botella, dudo que Samuel se moleste por terminarla, aunque de igual manera se lo diré apenas lo vea. No quiero que piense que soy una aprovechada, por que no es así. Subo con las cosas a mi habitación mientras me quede aquí, se vienen varias semanas por delante, las que espero disfrutar de la mejor manera posible. Una vez ingreso dejo la botella y la copa en la mesita de noche, elimino mi ropa y busco mi pijama para estar mas cómoda. Ya cambiada, tomo mi copa y me voy al pequeño balcón que tiene el lugar para poder apreciar la noche. Hay un pequeño sofá y una mesita, dejo ahí la botella y tomo asiento doblando mis pies dejando mis rodillas a la altura de mi pecho, rodeando ambas piernas con mi brazo izquierdo mientras que con el derecho bebo de mi copa. Cierro los ojos disfrutando del viento del lugar, como me acaricia el cuerpo saludándome, como los animales nocturnos me dan la bienvenida al lugar con sus peculiares sonidos o como el sonido del mar y los pocos arboles que hay en el lugar generan una armoniosa melodía que me envuelve en cosa de segundos. Es tanto lo que me pierdo, que sin darme cuenta ya es medianoche y ni Samuel o Kate han llegado a casa, soltando un suspiro y verificando que ya no me queda nada mas por beber, ingreso a la habitación y me voy a la cama. Ya mañana sera otro día, donde espero disfrutarlo mas que hoy. El vuelo me dejo agotada mas todo lo que me hizo hacer Kate durante la tarde me pasaron factura, haciendo que en cosa de segundos, me quede profundamente dormida. Pero unos extraños sonidos en la planta de abajo me hacen despertar completamente asustada, abro los ojos de golpe y el corazón me martillea en el pecho, la respiración se me altera y un miedo atroz me invade. ¿Qué mierda es eso? No creo que sean ladrones o si? Diablos, niego desesperada con la cabeza y me cubro con las mantas como si esa mierda me fuera ayudar de alguna manera si son ladrones armados, de seguro las mantas y sabanas me salvaran de ser asesinada. Joder, soy demasiado joven para morir, de repente recuerdo que mi puerta no tiene seguro y con una rapidez que me sorprende por lo temblorosa que estoy, me pongo de pie para ir a cerrarla y una voz hace que me detenga en seco en mi lugar. - Mieerda...- yo conozco esa voz, apoyo mi frente en la puerta y me permito relajarme. Salgo a paso rápido hacia las escaleras cuando me topo con Kate que viene completamente borracha, apenas y se puede sostener. Intenta subir las escaleras y solo lleva un par de pasos, veo mas abajo y hay varias cosas en el piso, niego y voy en su ayuda. Bajo los escalones faltantes hasta estar a su lado y la tomo del brazo izquierdo. - Vamos, yo te ayudo - le digo con suavidad y ella se carcajea. - No...nu lee deg, digas a Saami - dice evitando reír de forma escandalosa, se cubre la boca con su mano libre. - No esta, así que vamos antes de que llegue y te vea de esta manera - suelto cansada, porque no es primera vez que termina en estas condiciones y no es primera vez que yo tengo que ayudarla como si fuera una niña que necesita quien la cuide. Tiene 20 años por dios, debería cuidarse sola. No se porque le gusta terminar siempre de esta manera. Lo siguiente que pasa es lo que sucede siempre, luego de unos eternos minutos logramos llegar a su habitación pero para ir directamente al baño donde deja hasta su alma en el sanitario, sostengo su cabello para que no se ensucie, cuando termina tiro la cadena y la ayudo a lavarse los dientes para luego ayudarla a poner su pijama y acostarla. Una vez la veo profundamente dormida en su cama, voy a la mía por un par de pastillas y un vaso de agua que de seguro mañana apenas despierte los va a necesitar y luego, vuelvo a la comodidad de la mía para seguir durmiendo, pero como siempre me pasa, el sueño se ha ido haciendo que ahora quede despierta a las 3 de la mañana. Me quejo y doy un pequeño grito contra mi almohada. Comienzo a pensar en la inmortalidad del cangrejo que me pierdo en mis pensamientos, quizás si como algo me ayude a dormir. Con cero animo me voy al primer piso, arreglo el desastre que dejo Kate y el cual se me habia olvidado por completo, una vez listo aquello voy a la cocina por algo de comer. Como una intrusa comienzo a revisar todo en busca de algo que me llame la atención, pero no encuentro nada hasta que veo un pequeño pastel al final de una de las hileras en el refrigerador. - Te tengo, tu me ayudaras a dormir como un bebé esta noche - digo hablándole al pastel y sonriendo como niña en navidad. Busco una cuchara pequeña y me siento en uno de los taburetes de la isla para devorar esta belleza. Doy el primer bocado y simplemente cierro los ojos y me permito embelesarme por esta maravillosa delicia. - Dios, esto esta buenísimo - alabo a quien sea la el autor de esta obra maestra de postre. Doy otro bocado demasiado extasiada por su sabor en mis labios. - ¿Antojos? - dice una voz a mi espalda que hace que suelte un grito por la sorpresa y por el susto que me dio. Me giro y veo a Samuel sonreír divertido por lo que acaba de provocar en mi. Niego con la cabeza a no se que cosa, pero es lo único que puedo hacer debido al susto y al nudo que tengo en la garganta al verlo tan condenadamente sexy frente a mi. - Hmm, yo...yo no podía dormir y emm bueno, pensé que comer me ayudaría - le digo roja como el tomate, porque me pillo con las manos en la masa. - Asi veo, aunque no se si mas azúcar al sistema te ayude, creo que sera peor - dice y veo mi plato y diablos, creo que tiene razón. - Hmmm no lo pensé - digo ocultando mi rostro por la vergüenza. - Mejor te hago un té para que bajes lo que has consumido - dice y yo levanto la vista para verlo con una sonrisa amable. Asiento sin decir nada y lo veo moverse por la cocina con propiedad, con experiencia hasta que en pocos minutos esta frente a mi dejando una taza humeante, que al beberla me hace soltar un jadeo por lo delicioso que sabe. Levanto mi vista por que se creo un silencio algo incomodo, al tenerlo el frente a mi viéndome de una manera que no se expresar. Me remuevo en mi silla e intento pensar en algo o en algún tema de conversación para eliminar el tenso momento pero es el quien lo hace. - No puedo creer lo que has cambiado con los años, definitivamente ya no eres la niña que yo conocía. Ahora eres toda una mujer...o no Amanda? - suelta haciendo que mi piel se me erice, que lo vea directamente a los ojos y trague grueso por sus palabras. ¿Qué...qué dijo? Lo veo y no veo una pizca de arrepentimiento en sus palabras, que quiere decir con eso? Que ahora si me ve como una mujer? Diablos, esto lo he esperado por siempre pero... - Hmm si, supongo que si. Bueno han pasado años y uno crece, madura y si...definitivamente ya no soy una niña - suelto lo primero que se me ocurre. Joder, que estoy haciendo? -..Aunque hay que admitir que tu también lo has hecho, digo...te ves mejor con cada año que pasa - suelto y me muerdo la lengua por lo que acabo de decir. ¿Qué carajos pasa conmigo? - Así parece...- suelta con la voz grave haciendo que mi centro palpite -..tu novio se les unirá durante el verano o solo serán ustedes dos? - otra incomoda y jadeante pregunta. - Hmmm no, no hay novio. Terminamos hace ya unas semanas - suelto con mas detalles de los que debería, pero no lo pude evitar. Samuel abre los ojos ante mi respuesta, quizás no se la esperaba o quizás si. - Interesante...- dice y me atoro con mi saliva, que quiere decir con eso?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD