Mía se encontraba en un tren camino al lugar de la boda donde le habían asignado trabajar. Tenía dos empleos para poder llegar a fin de mes: trabajaba en una tienda de conveniencia durante las noches y las madrugadas, y como fotógrafo durante el día.
Algunos podrían preguntarse por qué no siguió una carrera relacionada con su padre, pero entrar en el campo de experiencia de su padre resultaba difícil. Su padre era un hombre de negocios rico y famoso, y su familia solía ser una de las más adineradas del país. Sin embargo, algunos colegas de su padre se unieron para exponer su corrupción y malversación de fondos, lo que llevó a su padre a abandonar sus empresas y a su familia a endeudarse enormemente. Además, su familia se convirtió en el blanco de burlas en la industria empresarial.
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