—Señor Lacroix, el presupuesto anual está hecho, solo es necesario que firme los documentos para que todo esté hecho y pueda proceder con la liberación de los gastos—murmuró el gerente asiendo al magnate asentir. Giovanni jugueteó con su pluma mientras revisaba los documentos y corroboraba los números. Siempre tenía esa manía, no podía firmar nada sin antes haber releído cincuenta veces y eso era lo que todo hombre prudente debía hacer. —Todo parece estar en orden. Voy a firmarlos. El hombre procedió a colocar su prefecta firma en los documentos. Era linda y elegante, hecha con una delicada pluma fuente. Clara le observaba curiosa intentando encontrar en sus gestos algo que le indicara que estaba incómoda, pero no había nada de eso. Podía incluso llegar a decir que parecía relajado y fel

