Los chismes, posiblemente igual de rápidos que las malas noticias. Un solo rumor puede convertirse en un severo enrollo del que no es fácil salir. Giovanni estuvo todo el fin de semana sin ir al hotel. El clima se mantuvo lluvioso y la pasó en casa conversando y no evitando reír ante las ocurrencias de su mujer, quien, acababa de descubrir tenía un humor demasiado llevadero cuando estaba contenta. El sol salió desde el domingo por la tarde, por lo que quedó claro para él que su bien merecido descanso—aunque trabajó en casa todos esos días—, habían llegado a su fin. Había aprendido cosas nuevas, como que su esposa olía a jazmín y a gardenias debido al perfume Light di Gioia de Giorgio Armani que usaba o como que tenía un gusto extraño por los protagonistas con toques oscuros en los libros.

