—¿Qué te ha dicho mi padre? —Nada interesante—respondió Giovanni sin apartar la mirada de su MacBook cuando su esposa entró a su despacho que había sido perfectamente equipado por la diseñadora. Lorraine le miró, la tormenta seguía y él había cumplido sus palabras de no ir al trabajo y había estado en la cama gran parte del día trabajando, sin embargo, cuando necesito escanear documentos bajo las escaleras hasta el lugar donde ambos se encontrarán ahora. —Al final si cumpliste tus palabras de no ir al trabajo. —Un hombre como yo puede darse ciertos lujos en algunas ocasiones. He estado lleno de trabajo estas últimas semanas, además es una buena oportunidad para conocer y acoplarme a esta nueva casa. Es grande, espaciosa y con muchos rincones que explorar. —No pensé que te interesara ta

