Un romance secreto con la Mafia

Punto de vista de Chris "Oye Chan, ¿tienes idea de cuándo llegará finalmente la mujer que encontraste para mí?" "Relájate, Chris. ¿No puedes tener paciencia?" "Ya he estado esperando dos horas, hombre. ¿En serio me estás diciendo que me calme?" "Bueno, la llamaré y le diré que se apure. Eres realmente impaciente." Después de decir eso, colgó. En este momento, estoy realmente frustrado con la mujer que el amigo de mi hermano me presentó. ¿Cómo no estarlo? He estado esperando dos horas y todavía no hay señales de ella. Si este idiota no hubiera respondido por ella, no perdería mi tiempo así. No hay necesidad de preguntar por qué Chandler lo sabe. Ambos tenemos gustos peculiares, como acostarnos con mujeres que tienen altas cualidades. "¡Pasa!" Murmuré cuando escuché un golpe en la puerta, tratando de mantener la calma, antes de levantarme y dirigirme hacia la puerta. La imagen ante mí era la de una mujer con uniforme escolar, parada justo afuera de la puerta. Me miraba sin parpadear. ¿Vendiendo tu cuerpo a tan corta edad, eh? Pensé. Los chicos de hoy en día realmente son otra cosa. "Oye, entra. ¿Piensas quedarte ahí para siempre?", le dije a la mujer que estaba frente a mí y que parecía irritada y rígida. "Hey," saludó y luego obedientemente entró en la habitación como le indiqué. Antes de que pudiera decir una palabra, hice mi movimiento. La besé apasionadamente, ¡pero algo estaba mal! ¿Por qué no sabe besar? ¿O solo está fingiendo no saber? "Uh... Uh..." intentó empujarme, como si se estuviera asfixiando, así que solté sus labios. "No actúes como si nunca lo hubieras hecho antes. No lo aprecio." La miré severamente. "¡Estás loco! ¿Qué demonios me estás haciendo? Solo vine aquí para… ¡Ups!" La besé una vez más antes de que pudiera continuar con las tonterías que estaba diciendo. Sostuve su ropa, que descuidadamente descarté. "¡Déjame ir, idiota!" "¿Estás jugando a hacerte la difícil, eh? ¿Tienes idea de cuánto dinero pagué por ti?" "No me estoy prostituyendo, idiota." Me miró enojada. "¡No juegues!" La miré intensamente. "Espera… ¿Esto es un acto? Lo que estás haciendo es solo fingir ser inocente.” Me burlé de ella. "Y nunca dije que quería interpretar el papel de ser forzada desde el principio." Sin escucharla, me desnudé por completo. No puedo esperar más. No puedo actuar con ella. Solo necesitaba poseer esta belleza ahora mismo, Y quiero decir ahora mismo. Mi excitación estaba aumentando. Usé mis propias manos para acariciar mi excitación arriba y abajo, preparándome. Vi sus ojos casi salirse de sus órbitas mientras se quedaba allí atónita. Mirándome como si fuera una aparición. "Espera... ¡Parece haber un malentendido!" No podría importarme menos lo que ella dijo. Esta mujer es toda una actriz. Casi caigo en su acto de que no se estaba vendiendo. "Deja de fingir. Pasemos un buen rato". "¡Déjame ir! No soy prostituta ni actriz. No he actuado en ninguna serie. Estoy diciendo la verdad. ¡Déjame ir!" Ella gritó mientras la cargaba y casi la tiraba encima de mi cama. Antes de que pudiera moverse, me puse encima de ella y le quité todo lo que me estorbaba. Le abrí las piernas mientras una de mis manos la sujetaba por encima de la cabeza. Antes de que pudiera apartarme de un puntapié, ya estaba introduciendo mi excitación en el estrecho y seductor pasaje rosado "Deja de actuar. Disfrutemos juntos", le susurré al oído antes de presionar mi dedo contra esa seductora hendidura rosada y ella dejó escapar un gemido. Lo necesito de verdad. Miré fijamente la conexión entre nosotros. Maldita sea... ¡Sangre! Casi me estalla la cabeza cuando miro la cara de la joven que tengo debajo. Jadeaba con fuerza. Estaba llorando, temblando incontrolablemente. "Tú... no eres... ¡Maldita sea!" Murmuré una maldición en voz baja. Parece que ella jugó un papel en otro drama. ¿Quién iba a imaginar que ella no era la persona que Chandler me envió y que apareció de repente en mi puerta? Ahora lo entiendo. He llegado hasta aquí y no puedo contenerme. "¿Cuánto quieres... a cambio de lo que hice?" Le pregunté a la mujer que yacía desnuda debajo de mí. Ella permaneció en silencio, solo sollozando suavemente. "¿No tienes voz?" Me introduje dentro de ella, haciéndola estremecerse y casi gritar. "Pregunté cuánto costaría... ¿A cambio de tu virginidad?" Respiró lentamente y me miró a los ojos. La mirada en sus ojos me hizo temblar por un momento. Había algo en esta mujer que me cautivó. Su rostro se parecía al de alguien que conocí una vez. "50.000$." Eh, al final, todas las mujeres son unas interesadas.