cuando ya estaba recostada en mi cama no podía dejar de pensar en el
se metió en mis pensamientos tan profundamente que no sabía que era aquella sensación pero no me dejaba tranquila.
Al día siguiente me levanté como era de costumbre baje las escaleras y visualice que ya no avía nadie me senté en frente de la televisión antes de irme al instituto, en el televisor sonaba una noticia que captó mi atención una nueva mafia avía entrado al estado y se avían apoderado de varios lugares.
tomé mis cosas y salí de la casa coloque mis audífonos a todo volumen escogiendo una de mis canciones favoritas, amaba la música me asía sentir libre dejar esta tierra para ir a algún lugar mágico donde todo era posible apresar de mi edad me gustaba soñar bastante.
recorrí los pasillos a toda prisa ya que era bastante tarde, al estar en frente del salón tome una pausa para tomar aire y pedir permiso para entrar todos me miraron algunos eran nuevos y otros ya estaban en el curso.
-buenas tardes disculpe por la tardanza me permite pasar-dije un poco apenada el maestro algo irritado me observó, al parecer alguien no tubo una buena mañana fue lo primero que se me vino a la mente
-entre pero será la última vez que la deje entrar si llega tarde-el se giró dándonos la espalda para seguir escribiendo en la pizarra.
Al entrar visualice dónde podría sentarme las mesas estaban juntas y eran por parejas así que me senté en la segunda fila que estaba junto a la ventana deja mi mochila aún lado sacando un cuaderno para tomar nota, pero de la nada escuché una voz familiar.
-Buenas días me permite pasar- dijo Ian en un tono firme y duro, su mirada rápida mente choco con la mía visualice esos ojos verdes el al verme me sonrió pero fue interrumpido por el profesor desviando su mirada asia este.
-Es la última vez que llegas tarde ala próxima no te dejare entrar- dijo el hombre un poco molestó Ian entro y se sentó aún lado de mi me miró y me sonrió de nuevo y después dijo hola pensé que no veríamos más tarde-yo pensé lo mismo- dije un poco sonrojada ya que su presencia me ponía muy nerviosa. El maestro continúo la clase y así pasamos toda la mañana hablamos de más cosas y me agradaba mucho su presencia era tan encantador.