Cortina de Humo

Cap 02

CAPITULO 02

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Narra Stella

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- Dime otra vez, ¿qué te dijo? – Lace me acosa por décima vez.

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Miro mi teléfono y bajo el volumen porque su voz chillona por el entusiasmo me está dando dolor de cabeza. Recostada en mi sofá, tomo mi vino y le vuelvo a contar la historia.

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- Llamó a eso de las seis y me preguntó si podía liberar algo de tiempo mañana por la tarde para reunirme en una oficina de abogados. Tiene un contrato para que lo revise y un acuerdo de confidencialidad que explicar. Me sugirió que me ponga en contacto con mi abogado lo antes posible para que podamos empezar. También me dijo que Bryan ya no actuaría como encargado del proyecto, que solo estaría interviniendo.

- Voy a llamar mi padre y le diré que iremos mañana por la noche con los papeles para que los revise.

- Gracias, Lace. Lo aprecio.

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El padre de Lace es uno de los principales abogados de transacciones en Atlanta. En el mundo de los negocios, es temido. Pero fuera de la oficina, es un oso de peluche gigante. Cuando Lace y yo volvimos inseparables, su mamá y papá se volvieron como unos segundos padres para mí. Su padre me ayudó a comenzar mi pequeña empresa hace unos años e incluso empujó algunos negocios en mi dirección.

El proyecto de Hurst & McCoy me hará triunfar o me destrozará. El sr. Barnes ayudó a preparar mi última propuesta, asesorándome sobre los aspectos jurídicos. Es el que me dijo que la creación de un grupo sin fines de lucro no solo beneficiaría a la comunidad local, sino que también proporcionaría un alivio fiscal.

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- ¿Crees que deberíamos pedirle a papá que consiga uno de sus abogados para la organización sin fines de lucro? – pregunta Lace.

- No, creo que deberíamos esperar. Maxwell McCoy me dijo hoy que es abogado internacional. Permíteme ver qué tipo de recursos ofrece. No trabajé totalmente en el costo de un equipo legal en la propuesta. Ese fue un tema que iba a abrir cuando llegáramos a los artículos diversos. Pero nunca tuve la oportunidad de hablar de ello. – suspiro.

- Sabes que podríamos haber cubierto eso en la oficina si hubieras vuelto hoy.

- Acababa de enterarme que iba a estar en la presentación al equipo ejecutivo de Hurst & McCoy. ¿Qué habrías hecho tú?

- Terapia.

- Buena suposición.

- Dime lo que tienes.

- No es nada extraordinario, pero ayudó a mantener mi mente ocupada.

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Hablamos unos minutos más e hicimos planes para reunirnos en la casa de sus padres mañana por la noche. Decido trabajar desde casa mañana por la mañana. Cuando colgamos, me sirvo otra copa de vino y enciendo la televisión. Trato de disfrutar de la exquisitez de Alex O’Loughlin, pero mi mente sigue volviendo a Maxwell McCoy. Una sensación de hormigueo corre a través de mí recordar la intensidad cuando nuestros ojos se encontraron.

La forma en que mi corazón empezó a correr y en que las mariposas revolotearon en mi estómago. De repente, me enciendo. ¿Qué diablos es lo que me pasa? Prácticamente va a ser mi jefe, lo que significa que está fuera de los límites.

¿Cierto?

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Día siguiente…

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Maxwell me está esperando en el vestíbulo de la oficina de sus abogados. La visión de él en el traje gris carbón me hace agua la boca. La chaqueta prácticamente se extiende contra su amplia acumulación de músculos. Sus ojos me recorren y una sonrisa se extiende en su rostro. Cuando miro hacia abajo, me río. Estábamos combinados.

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- ¿Llamaste a mi ama de llaves para ver lo que llevaría puesto esta mañana? – bromea.

- Seguro lo hice, sr. McCoy. – sonrío también.

- Maxwell. Por favor, llámeme Maxwell. – nos damos la mano y me guía a la sala de conferencias.

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No noté una recepcionista, pero hay una chica rubia larguirucha que está preparando bebidas cuando caminamos adentro.

Se inclina sobre la mesa y su vestido se desliza y muestra la parte superior de sus muslos. Se lame los labios seductoramente hacia Max. Él ni siquiera mira en su dirección. Su mano va a mi espalda baja mientras saca mi silla.

El cabello se levanta en la parte de atrás de mi cuello y mi estómago siente ráfagas por su toque. Se sienta a mi lado y desliza una carpeta.

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- Gracias, Tiffany. Puedes decirle a Chris que estamos aquí. – rechaza a la rubia con un movimiento y tono impasible. Su rostro cae pero aún sale por la puerta.

- Creo que es posible que hayas herido sus sentimientos. – bromeé.

- Es descaradamente poco profesional. Se lo dije a Chris desde hace años, pero no escucha.

- ¿Quién es Chris?

- Mi mejor amigo y también mi abogado personal.

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Abro la boca para preguntar por qué estamos encontrándonos con su abogado personal, cuando un hombre entra en la habitación. Viene a mí con su mano estirada.

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- Usted debe ser Stella Sullivan. Soy Chris White. – me estrecha la mano y luego se vuelve hacia Max.

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Se abrazan rápidamente y Chris va al otro lado de la mesa.

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- Stella, traje unos contratos para que revises, que han sido elaborados por el equipo corporativo de Hurst & McCoy. Esos son los contratos estándar de negocios y Chris puede cubrir aquellos brevemente. Pero pedí que estuviera aquí porque nos reuniremos en lo posible fuera de la oficina.

- ¿Por qué? – pregunto sorprendida.

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Le hace un gesto a Chris, quien empuja un papel sobre la mesa hacia mí. Le echo un vistazo y noto que es uno acuerdo estricto de no divulgación. Es normal y no tengo ninguna objeción en firmarlo. Ambos hombres me miran expectantes y Max me entrega una pluma.

Una vez que lo firmo, Max se relaja visiblemente y se sienta.

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- Stella, todo lo que dijiste ayer en la reunión es cierto y algo más. No estaba bromeando cuando dije que Bryan no había visto los números. Las únicas personas que han visto el verdadero estado de pérdidas y ganancias somos mi CFO y yo. Sacó cada cuenta de JOS del servidor financiero de la empresa y la trasladó a una privada y protegida. La razón por la que hicimos eso fue debido a que los rumores en la oficina son suficientemente malos. Los empleados están nerviosos y asustados. Ya recibimos cinco renuncias. Manejar la situación en América del Sur es bastante difícil, una mano de obra desmenuzada nos paralizaría. Esa es una razón por la que estás siendo contratada. No quiero que mi grupo de mercadeo y relaciones públicas actuales estén involucrados. Cuantos menos empleados lo sepan, mejor. Estarás al tanto de las finanzas y de los empleados de las fábricas. Quiero que esto sea un re-nacimiento. Cuando terminemos con la limpieza de este lío, Hurst & McCoy se verá como para estar en la lista de las Mejores 100 Compañías de Fortune.

- Vaya, esto es mucho más de lo que fue puesto en la propuesta. – susurro, pero sostengo el hormigueo de emoción.

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Este es el tipo de proyecto con el que he soñado. Me encanta el sonido de eso. También me encanta el sonido de “cuando terminemos”.

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- ¿Todavía estás preparada para el reto?

- ¡Claro!

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Su sonrisa me derrite y cuando su mano cubre la mía, lo siento de nuevo. La conexión entre nosotros la primera vez que nuestros ojos se encontraron. La sala se queda quieta y el calor se levanta de su toque. Es como si fuéramos las únicas personas en la habitación. Mi corazón corre cuando nuestros ojos se encuentran. Debe sentirlo también, porque se mueve un poco hacia atrás.

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- Max, creo que necesitas decirle el resto. – afirma Chris.

- Una razón por la que elegí tu empresa es a causa de tus ideas sobre cómo ayudar a la comunidad. Siempre he pensado que debemos poner esfuerzos en las áreas circundantes. Fue como si hubieras leído mi mente cuando lo mencionaste. A ninguna de las otras empresas pareció importarle, pero tu compasión era evidente. La junta puede ser resistente. Es por eso que iremos primero con el equipo ejecutivo. Voy a trabajar muy de cerca contigo, porque es importante para mí.

- No es que me oponga, pero ¿por qué este proyecto significa tanto?

- Me empujaron a esta posición hace tres años cuando mi padre murió de un ataque al corazón. Edward Hurst es un bastardo.

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No dijo nada más, pero la mano que cubre la mía se aprieta con fuerza. Chris mira con una expresión suave.

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- Está bien. – le digo y le sonrío a ambos.

- ¿Qué tan pronto podemos empezar? – pregunta Max.

- Me voy a reunir con mi abogado esta noche y si no hay problema, tendré los papeles firmados de regreso mañana.

- Perfecto, haré que mi asistente Dana llame y arregle una reunión.

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Asiento y miro entre los dos hombres para ver si terminamos. Chris se sienta y cruza los brazos con una sonrisa en su rostro.

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- Genial, ahora que el negocio está fuera del camino. Dime tu gran plan para sacar a JOS del desastre.