Quieres ser mi novia falsa?

Capítulo 1- comienzo de mi verano

Por fin estaba en casa, adoraba este lugar, sin sol, ni playa y con papá. Abrasé a mi papá, sufrió la mitad de las vacaciones sin verlo.

Al estar en casa me habían dado los arreglos que había hecho. Mi papá era joven al igual que mi mamá, ninguno se había vuelto a casar, a veces sueño en que estaríamos juntos de nuevo.

-Srta. Alison, como ha pasado sus vacaciones- pregunta mientras comíamos hamburguesas frente a televisión- como dejaste a tu hermano ... ya Kira

-Bien Sr. Teo- diminutivo de Mateo- están bien, aunque cuando vuelvas a ver a Parker no lo reconocen , esta rojo del sol, mamá insiste en que use protector pero él no quiere.

-Era de imaginarse- dio un mordisco a su hamburguesa- Ali, ten cuidado con ese campamento, el oído de los chicos van a ir.

-Papá, por favor, soy adolescente, tengo 16 años. No soy una nena, Parker puede salir con chicas y tiene mi edad, no es justo, solo porque es mayor que yo por cuatro minutos y medio-bufe- Además en ese campamento solo irán chicos nerd. Ni un guapo irá, no te preocupes.

-Ok ... ah casi lo olvidaba, hace unos días vi a Simón me pregunto por ti.

Antes de que siguiera subí a mi habitación, Simón era un amigo, aunque no sé si llamarlo así, solo le he explicado matemáticas y física, y me gustaba, y mucho, es un chico muy apuesto, alto, de ojos grisáceo mezclado con verdes y una sonrisa que derretía, varias veces había venido a la casa y mi papá lo conocía. Este año le explique en la biblioteca ya que Parker, se enteró de que me gustaba y se lo dijo a mi padre enfrente de él. Podrán imaginar mi rostro. Simón no dijo nada, seguimos actuando como si nada hubiera pasado, hasta la fiesta de Halloween del año pasado paso algo que me dio esperanza:

Todos tuvimos disfrazados, yo iba con Mía y Fin, mis mejores amigos. Simón tomo mi mano y yo llevo a un armario

-Ali- levanto la máscara de gorila hasta su boca, no sabía si era él, porque sus ojos eran del todo verdes pero tenían un armario- ¿puedo besarte?

-¿Por qué?

-siempre he querido, solo no tengo el coraje de hacerlo, ¿puedo? - estreché mis labios hacia los suyos, nos besamos por un buen tiempo, hasta que escuche que mis amigos me llamaban- creo que podríamos irnos.

Salí del armario y fui donde mis amigos, luego lo volví a ver

-Hola Ali- dijo quitándose la máscara, claramente era él. El mismo disfraz, y su sonrisa.

Entre a mi f******k, y mire su perfil, no era una acosadora pero mi mamá no me dejaba usar la computadora por mucho tiempo y no sabía nada de él.

Baje el mouse y vi que había roto con Tania Anderson. ¿Cómo? Mi boca se abrió, debe ser por eso que coqueteo conmigo todo el año, además de lo del beso.

Llame a Mía y le conté que había llegado, luego de hablar sobre otras cosas que me acostaría a dormir, mañana sería un gran día.

Y aquí estoy, parada en las bancas del campamento viendo a los adolescentes entrar con malos rostros, nadie quiere pasar las vacaciones aquí excepto yo. Todos los chicos que lleganban los había visto en el colegio, nada importante, mis ojos se asombraron en ver a Paul Green, un chico popular cuya causa se había originado por problemas y salirse con la suya, además era un chico sobresaliente casi todo a pesar de ser algo "rebelde", era unos de los mejores jugadores de fútbol. Su reacción fue diferente a la mía, se acercó con su típica sonrisa de chico malo, había olvidado decirles que siempre me fastidia, no puedo estar a pocos metros de él porque me fastidia. Sus padres eran amigos de los míos cuando éramos niños, luego mis padres se separaron y su amistad también.

-¿Por qué no es una sorpresa verte aquí? -Dijo con sarcasmo- ¡ah! debe ser porque eres una gran nerd

-¿ha venido solo para molestarme?

-A decir verdad no, estoy obligado a estar aquí. Pero debo decir que disfrutare fastidiarte.

-imbécil- dije mientras me levantaba del banco

-no te hagas la difícil, sé que deseas mis atenciones, ¿por qué no te atreves a confesar de una vez?

-porque no es cierto. Ahora si me disculpa voy-salí de ahí rápido, ¡qué hacia él allí !, ahora desearía estar con mi mamá.

En la cena me senté en una mesa sola, no conocía a mucha gente, ya los que conocía no les tenía confianza.

-¿Puedo? - pregunto sentándose en la silla

-Claro que no- lo mire molesta- dije que no, vete ahora mismo.

-No quiero- le di una mirada asesina- No te tengo miedo Benet, sé que quieras que me quede

- Paul, ¿por qué pasas la vida fastidiarme?

-porque es divertido verte perder la cordura- de verdad estaba perdiéndola en este momento- entonces ... ¿disfrutaras ser mi tutora mañana ?, estoy deficiente en física y matemática- lo mire irónicamente

-No molestes- mire mi plato y tome una cuchara llena de crema, y de pronto di un respingo gracias a él y la crema que tenía en mi cuchara callo en su camiseta-ups lo siento, aunque tú te los buscaste.

-entonces tú también te buscaste esto- tomo el pudin y lo embarro en mi camiseta- allí esta.

Y de un momento a otro lugar en la oficina del campamento empapados en crema y toda clase de alimento de la cena. La profesora Estela me miro decepcionada

-No lo puedo creer de ti Srta. Benet, esto es tan ...

-Pero el comenzó ...

-Sht no quiero saber quién comenzó. Esta vez la dejaré pasar pero la próxima vez tomaremos otras medidas, pueden volver a sus dormitorios.

Salí de la oficina furiosa, primera vez en toda mi vida que me repelaban, porque diablos tenía que él estaría allí, me rehusaba ser su tutora, no quería volver a hablarle.

Llegue a la habitación, compartimiento con dos chicas, había una pequeña sala y tres habitaciones muy pequeñas, entre mi habitación, llame a mi papá diciéndole lo ocurrido con Paul, lo que le causo risa.

Dormí algo incomoda, estas camas eran pequeñas e incomodas, no me molestaba mucho por eso sino el hecho de tener que ser tutora de Paul.

Siete y treinta ya estaba despierta, fui al comedor por el desayuno y no quedaban muchas cosas

-Querida, tenías que llegar a las seis y treinta para poder encontrar algo, lo que queda es poco- al ver lo que quedaba se me quitaron las ganas de desayunar- sugiero que vayas a las clases- dijo la amable cocinera

Fui al salón donde requerían de la primera clase. Tenía que dar tutoría a tres estudiantes, no serían sus maestros solo la explicación con más detalles las cosas, eran dos horas con cada estudiante.

Los dos primeros estudiantes fueron muy buenos, a pesar de que no sabían mucho prestaron mucha atención, la chica era muy amable y el chico era muy tímido apenas hablaba. Mi último estudiante fue algo ... Paul

-solo presta atención

-no entiendo nada de lo que hablas

-para poder entender tienes que prestar atención- dije molesta- mírame, si no me miras no entenderás

-por si no te ha dado cuanta te estoy mirando, pero me gusta mirar cuando estas de espaladas así puedo ver tu gran ....

-cállate- lo interrumpí- que cerdo eres

-estoy hablando de ti, que mal te catalogas

-Paul, estamos aquí para aprender, ¿cierto? - el asintió- entonces pon atención.

Al terminar las clases fui al comedor y almorcé, luego me duche y termine escuchando música debajo de un gran árbol.