CAPITULO 2

3796 Words
Roda y termino debajo de él, sube la falda de mi vestido, cuando escuchamos que están forzando la puerta, miro a Áureo con pánico, se lleva un dedo a la boca y guardo silencio, se levanta y también yo, nos recargamos en un pequeño mueble donde están todas mis joyas y abanicos, logran abrir la puerta, Áureo se asoma, voltea a verme –Es Sauro- me susurra y entro en pánico – Me acerco aún más a Áureo- Am tranquila- Muévete- atrás de él hay una rejilla que tiene un pequeño espacio para esconderse y logro abrirla –Metete tu primero- asiente y apenas si entra en ese pequeño espacio, me pongo de espaldas hacia él y cierro con cuidado esa pequeña rejilla, Áureo me rodea de la cintura y me pega a su cuerpo, Sauro se para frente a mi cama y Áureo con la otra mano me tapa la boca, a los pocos segundos Sauro sale de mi cuarto, nos esperamos unos segundo más y salimos de nuestro pequeño escondite. Áureo prende una vela que está en la cómoda, está empezando a oscurecer – Date vuelta, te arreglare el vestido- me doy la vuelta, pero estoy callada, no entiendo nada de lo que está pasando –Am ¿Estas bien? – Estoy fenomenal, tu tío entra a mis aposentos, se para frente a mi cama y se va- De eso quiero hablar con tu padre- Pues primero me dirás a mí que demonios está pasando- Áureo alza las manos como si estuviera frente un animal salvaje- Siéntate- Nos sentamos en mi cama y pensar que hace un momento estábamos desbordando pasión y ahora es solo estrés y tensión – Hace unas semanas, sorprendí a Sauro hablando con Irenea y pensaban dar un golpe contra el clan y mi padre- Quiere derrocarlo- Áureo asiente - ¿Y porque Irenea aceptaría hacerle algo así? Ella perdería lo poco que tiene por traicionar al clan- Sauro le dijo que en cuanto él quedara como cabeza de familia, pediría tu mano y siendo el cabeza de familia… - Mis padres no se podrían negar- Áureo asiente – pero sigo sin entender porque Irenea aceptaría- Creo que ya te disté cuenta que se siente atraída por mí- asiento – Bueno Sauro le dijo que una vez él y tú se casaran, haría todo lo posible para olvidarte incluso terminar a lado de ella- abro tanto los ojos que siento que se me van a salir, no puedo imaginarme a Áureo junto a ella, es imposible - Sobre eso quiero hablar con tu padre, de ser posible quiero que se ponga una fecha para nuestra boda antes de tu fiesta- asiento, aunque no logro entender todo lo que me está diciendo, lo único que entiendo y tengo muy claro, es que quiero estar a su lado sin importar que. Tocan a la puerta y antes de que pueda decir que pueden pasar, veo a mis hermanos parados sin decir nada. -Papá nos espera en su despacho- Asiento, me levanto de la cama y Áureo también - ¿Qué hace el en tus aposentos? - vino a hablar conmigo- Bueno papá también lo espera a el – asiente y salimos todos de mis aposentos. Al bajar las escaleras veo a Irenea y Sauro hablando en susurros, veo a Áureo y me toma de la mano, nos dirigimos al despacho de papá, mis hermanos abren las puertas y nosotros las cerramos. Al entrar veo a mi padre, sentado en su escritorio y la derecha mi madre y sobre el un cuadro de nosotros, que no hace mucho mando hacer. -Primero, quiero hablar sobre lo que paso en el laberinto- Todos guardamos silencio - ¿Bien, que paso? – Nadie dice nada – Amelia, dime que paso- cuando papá me llama por mi nombre completo sé que guardar silencio no es una opción – Salí de mis aposentos, para ir a mi biblioteca y vi a Sauro acosando a Matilda en el pasillo, le ordené que me llevara un té, para que pudiera librarse de su agarre, pero Sauro le dijo que no hasta que hiciera lo que le había pedido- ¿y que le pidió? - le pidió que fuera a sus aposentos en cinco minutos - Tal vez quería que le limpiara- Mamá sabes la fama que tiene Sauro- Le estas dando mucha importancia Amelia- Si fuera yo ¿Dirías lo mismo? - Mamá guardo silencio y solté un suspiro- Le ordené que quería mi te en el jardín y ella se fue. Sauro iba tras ella así que me interpuse en su camino- Papá bajo la mirada y pude ver una pequeña risa y negó con la cabeza- Le dije que la dejara, que este no era lugar para lo que buscaba, que para eso estaba la ciudad, le dije que dejara tranquila a esa niña, él dijo que tenía razón y que debería buscar a una mujer como yo, se me acerco y me acaricio el rostro, le di una bofetada y me fui- ¿y es por eso que estaban peleando en el laberinto? - Yo salí corriendo, hacia el laberinto- Yo vi a la Princesa corriendo, les dije a mis hermanos, y fuimos tras ella- Mis hermanos asintieron –Cuando bajamos las escaleras vimos a Sauro y Áureo, estaban hablando acaloradamente- Áureo asintió- ¿De que estaban hablando? - Le dije que si la volvía a tocar de alguna manera, lo lamentaría, y fui tras ella- Cuando vi que Áureo iba tras de mi corrí aún más rápido- Cuando vi que Amelia corrió más rápido asumí que estaba escapando de él y me adelante- Cuando escuche que ya se acercaba tome una piedra, pensando que era Sauro- ¿Y qué planeabas hacer con esa piedra Amelia?- Golpearlo mamá, no dejaría que se me acercara de nuevo- Papá asintió – Cuando vi el traje me abalance, pero Áureo reacciono y me tomo de las manos y solté la piedra- Después escuche a Musio llegar- Musio asiente- Le dije que la soltera…- y como siempre la bestia impulsiva se abalanzo a los golpes- Musio mira de mala manera a Florián – Me puse en medio, Musio no podría detenerse y en un abrir y cerrar de ojos yo estaba a un lado de Musio sostenida por Áureo, los gemelos sosteniendo a Musio y solo basto que Florián le dijera que se calmara para que así fuera- Todos se quedaron callados y se vieron todos. Papá solo asiente- Sigo sin entender porque estaban peleando- Les conté lo que había pasado y Musio impulsivo como siempre iba a enfrentar a Sauro, me puse en su camino, me pidió que me quitara… - y no te quitaste- Asentí - Me quiso quitar a la fuerza, pero ya estaba tan moleta, Musio me empujo Áureo le dijo que no volviera hacer, estaban a punto de pelear, los detuve, Musio quería ir a enfrentar a Sauro y me puse de nuevo en su camino, me tomo de la muñeca para hacerme a un lado y lo abofetee- Le dije que lo hacía para defenderla- No necesito que me defiendan, yo sola puedo hacerlo, me le abalance y lo golpee, rodo y termine debajo de él le enterré las uñas, me le quede viendo y se quejó, como si hubiera sentido un gran dolor- Vi, como mamá apretaba el hombro de papá- Y ustedes llegaron. Papá asiente- Hablare con Lesandro y él se encargará de Sauro- mis hermanos asintieron –Otro tema del que quiero tratar, es sobre esa pequeña hostilidad que hay entre ustedes- Volteo los ojos – Amelia, no puedes despreciar así a la esposa de Lesandro- Mamá, solo la trato como ella me trata a mí, es todo, y no la trataría así, si dejara en paz a mi prometido- Mis padres ven a Áureo – Sobre eso quería hablarte Eliseo- Papá asiente y le señala una silla, para que tome asiento- Quiero que fijen una fecha para nuestra boda, lo antes posible- ¿Ustedes no habrán…? - No Millana, yo respeto y quiero mucho Amelia- ¿Entonces, por qué tanta prisa? -Sauro quiere dar un golpe contra el clan y lo primero que hará si lo logra es establecerse como el cabeza de familia y reclamar a Amelia - Mamá se lleva una mano a la boca, papá ve fijamente a Áureo y veo como mis hermanos se ponen tensos- Áureo, espero que sepas la gravedad de lo que estás diciendo- Lo estoy Eliseo, porque los escuche por accidente- ¿A quiénes? - a Sauro e Irenea- Papá asiente y se me queda viendo- ¿Tu qué piensas Am? - Yo le creo papá- Me acerco y tomo el hombro de Áureo- Está bien, mañana después de desayunar hablaremos con Lesandro sobre la fecha- los dos asentimos – No quiero que digan nada, respecto a lo que nos contó Áureo, en especial tu Musio- Ahora, hay otra cosa de la que quiero hablar contigo Amelia, toma asiento-. Mis hermanos se sientan, en unas sillas que están a lado de nosotros, esto va en serio. Papá, se toca el puente de la nariz, y yo me pongo nerviosa – Veras Amelia, hay algo especial en nuestro clan, -Asiento, papá se queda callado- Nos llaman Unsterblich- Es alemán, ¿Qué significa mamá? - Inmortales-. Miro a mamá y a papá y no puedo creer lo que me dicen - ¿Inmortales? ¿Están jugando? – No hija, nosotros nacimos siendo inmortales- No tiene sentido, yo soy muy enfermiza, tengo a tres personas a cargo de mi cuidado- papá asiente – Hay un momento de gran impacto que hace que nuestra sangre despierte- El nuestro fue, la consumación de nuestro matrimonio- El nuestro, fue cuando entrenamos por primera vez con espadas de verdad– El mío, fue cuando tuve una fiebre muy alta- Florián es como yo tan delicado como una flor, pero como la rosa, tiene espinas. Volteo a ver a Musio – Tu y yo nacimos siendo inmortales- Cuando supimos, que tendríamos otro hijo, nos emocionamos, como si fuera el primero- Pero tuve un sangrado y estuve a punto de perderlos- Yo, no me di cuenta que lo era, hasta hace poco-. -Pero tu Amelia, tienes los genes más puros de nuestro linaje- Am, míranos, nuestros ojos, nuestras habilidades- Yo estoy en shock, no sé qué decir – Am- Áureo, me toma de la mano- eres la única que puede aprender cada una de nuestras habilidades y tus ojos son cambiantes conforme a tu animo o la situación- Tienes una fuerza descomunal- se me acerca Florián- Eres la única que logro hacer sangrar a Musio- y tienes un don que hasta ahora nadie tiene- Simeón me toma de los hombros- Princesa, puedes manipular la mente y el sentir de cualquiera- Añade Zeón. -hija sabemos que es mucho que digerir, pero debido a lo que paso hoy en el laberinto, tomamos la decisión de decirte lo que somos- ¿Por qué hasta ahora? - porque debido a la pelea de hoy, nos dimos cuenta que ninguno de nosotros puede detenerte, Florián en un principio podía, pero ya ni tu madre ni yo podemos, y antes de tu cumpleaños queremos que aprendas a controlarte- ¿Por qué? – Porque vendrán todos los del clan y puede que estén poniéndote a prueba- Asiento. -Seguiremos hablando de esto mañana- Asiento –Vamos Am, te acompaño a tus aposentos- Esta bien- Salimos todos del despacho de mi papá y cada quien se fue a sus aposentos. Llegamos a la puerta de los míos –Trata de descansar- Asiento- la verdad no se si pueda dormir, ahora resulta que soy inmortal. Entro a mis aposentos –Caya, prepara un vestido para mañana en la mañana, lo más ligero posible, si me buscan mis hermanos, mis padres o Áureo, me avisan estaré en el cuarto del pasadizo secreto- ellas asienten y me dirijo a la puerta del pasadizo; esta junto a mi cama, bien escondida, solo se abre con una pequeña llave que solo yo tengo. Mamá y papá construyeron pasadizos en esta casa, ya que descendemos directamente de uno de los primeros cuatro inmortales y por consecuencia, han tratado de alterar o borrar el linaje. Crei que eran solo leyendas de nuestros comienzos, pero ahora con esto que paso, comienzo a creer que todas esas historias son reales. Abro la puerta del pasadizo, entro y la cierro, a lado hay una pequeña cómoda, tomo a tientas una vela y la prendo, alumbra poco, pero lo suficiente para poder ver por donde camino, hay una cama un poco más chica que la mía, hay un pequeño mueble donde debe de haber un poco de ropa para dormir, me quito el vestido y busco en la cómoda ropa para dormir, me la pongo y me acuesto en la cama. Me cuesta trabajo dormir, doy vueltas en la cama, pero solo puedo pensar en Áureo y yo besándonos en mis aposentos, en golpe que planean Sauro e Irenea y el hecho de que soy inmortal. Me despiertan unos golpes en la pared y me despierto de inmediato –Señorita, es momento de prepararse para el desayuno- La voz de Caya se oye amortiguada por la pared, me desperezo, me pongo una bata y abro la puerta del pasadizo, salgo y veo recargado a Áureo en la pared y casi pego un grito - ¿Qué haces aquí? si mi mamá se entera que estas aquí tendremos un problema- Tranquila, vine aquí antes de que todos se despertaran- Caya lo ve como desaprobación – Aun no me dices que haces aquí- Tome la decisión de venir por ti, todas las mañanas hasta el día de tu fiesta- Asiento y me dirijo a mi tocador y comienzo a cepillar mi larga y ondulada melena. -Tienes que irte, mi madre tiene la costumbre de entrar a mi cuarto- Seria mejor, así pensaría ella que ha pasado algo y apresurar nuestra boda- Me estas usando como una herramienta para evitar que derroquen a tu padre- me volteo y escucho como se va acercando a mí – También lo hago porque deseo estar contigo, hace tiempo no creía en estas cosas, pero cuando estoy contigo, siento una conexión que no siento con nadie más ni con Bercia- Asiento, es cierto Áureo y Bercia a pesar de que son hermanos, no son tan unidos como Musio y yo y eso que ellos también son mellizos – Bueno esperemos que nuestros padres fijen una fecha hoy- Aunque no fuera así, sino dan una fecha antes de tu celebración, te raptare y nos iremos lejos- Asiento, aunque sé que está jugando, aunque hay algo en el tono de su voz que me dice que no está jugando del todo. Caya entra con mi vestido, es amarillo y tienes toques bronce por todas partes – Bueno salte, que van a vestirme- y se sienta en mi cama y cruza los brazos – Serás mi esposa así que ya no hay nada que esconder- lo miro de mala manera, hasta que se para –Esta bien, me saldré, pero esperare a fuera y no tardes- Le abro la puerta – Sino entrare y te sacare como estés- ¡Largo! – lo empujo y cierro la puerta – Vístanme, por favor, quiero dar un paseo antes de que sirvan el desayuno- Asienten -¿Han visto a Matilda?- Está preparando su té señorita- asiento y comienzan a vestirme. Mientras Caya me viste, tocan a la puerta – Ve a ver quién es, por favor- Auxibia entra con un pedazo de papel en las manos –Señorita, me pidieron que le entregara esto- Tomo el papel, pero no reconozco la letra, no es de Áureo, ni de su padre, tampoco de Sauro, ni de mis padres, ni de mis hermanos –Lee la nota por favor- Auxibia toma el papel y comienza a leer – Princesa, te espero en el pasillo, a lado de la escaleras- ¿Eso es todo? - Auxibia asiente - ¿Quién te lo dio? - La señora Irenea- Asiento y nos quedamos en silencio. Tocan a la puerta –Ve quien es por favor- Auxibia abre la puerta y Caya está terminando de peinarme –Es Matilda y trae su vestido- Que pase- Le abren las puertas –Señorita, está listo su vestido- Dáselo a Caya y gracias- Caya termina de dar los últimos toques a mi peinado, toma el vestido y salen todas. Me pongo mi sortija, dada por mis padres; un hermoso rubí en una base de oro y salgo de mis aposentos y me dirijo a las escaleras, para encontrarme con Irenea. Al llegar a las escaleras, veo como Irenea va de un lado a otro, y yo paso de largo – Princesa, veo que si le dieron mi nota- ¿Nota? – Si, una de sus sirvientas se la di- y suelto un largo suspiro –En primera Irenea, no son mis sirvientas, son mis damas de compañía y están a cargo de mi cuidado, segunda, todo el personal tiene estrictamente prohibido tomar y llevar notas a cualquiera de esta familia, salvo que sea por algún mozo de alguna otra familia y tercero si quieres hablar conmigo, tiene que ser así frente a frente detesto esos jueguitos de mandar notas- y voy bajando las escaleras y escucho que ella viene detrás de mí - ¿Se te ofrece algo?- Quiero hablar contigo- Esta bien, vamos afuera- ella asiente y me sigue. Antes de llegar a la puerta veo a una de los sirvientes – Arsenio, por favor lleva a fuera una mesa de té y dos sillas y dile a Matilda que me lleve mi té también- Si señorita- y se va a dirección a la cocina. Salimos y la brisa mueve mi cabello, ponen la mesa y las sillas, Matilda llega con mi té y lo pone en la mesa –Tráeme un jugo- exige Irenea – Por favor Matilda- agrego, veo a Irenea a los ojos y veo cómo se endereza para parecer más alta, más intimidante. -Veras princesa, quiero hablar contigo- Asiento y le doy un sorbo a mi té –Como sabrás soy la segunda esposa de Lesandro- ¿De eso es de lo que quieres hablar? – Matilda se acerca a dejarle el jugo – Gracias Matilda, avísame cuando esté listo el desayuno- Si señorita- Irenea, no me interesa saber cómo te metiste entre Lesandro y Cassia y si se trata de eso, tengo mejores cosas que hacer- Me levanto de la silla – Amelia, haz sido un poco hostil conmigo y no sé cómo eso podría tomarlo Lesandro- Te trato, como tú a mí- Lesandro ha estado hablando conmigo respecto a su compromiso y de poner una fecha para su boda- Me siento - ¿Qué quieres decir?- Lo que quiero decir, es que si te portas bien conmigo, yo podría influenciar sobre Lesandro y que ponga una fecha pronto, si es lo contrario, lo convenceré de que no están listos o que no eres adecuada para el- y en lugar de enojarme, solté una carcajada - ¿Qué es tan gracioso? Está en juego tu matrimonio- Tu, Tu eres la que meda risa creyendo que puedes chantajearme a mí- y veo como la confusión se apodera de ella- Eres tan ingenua Irenea, ¿Crees que por ser la amante de Lesandro tienes voz en esto? Te metiste con la persona equivocada – Pero… - Pero nada, sino le tengo miedo a Sauro mucho menos a tu amenaza vacía, y cometiste un error al tratar de enfrentarte conmigo- Me levanto y veo que se acerca Caya – En cuanto la señora termine, quiten la mesa y las sillas- Si señora- Bueno Irenea ya no te quito más de mi tiempo, tengo cosas más importantes que hacer - No sabes con quien te estas metiendo princesa – No Irenea, tú no sabes con quien te metes, si Lesandro se entera que pudiste costarle una de las uniones más importantes, lo poco que tienes lo perderás- se me acerca y de la nada siento como si quiera pegarme, y en un acto reflejo le tomo la mano antes de que me golpeara- Ni si quiera lo pienses y si me disculpas ya no te quito más mi tiempo- le suelto la mano, me doy la media vuelta y me meto a la casa. Subo las escaleras enérgicamente y choco con Áureo –Te estaba buscando Am- Suéltame- Áureo levanta las manos –Pensé que estabas de buen humor- Lo estaba, pero Irenea tuvo la amabilidad de mejorar mi humor- ¿Qué hizo? - Prácticamente me amenazo, que, si no me porto bien con ella, convencería a tu padre de que no deberíamos casarnos y no le basto eso, intento golpearme, después de ponerla en su lugar- Áureo suelta un suspiro – No sé porque pensé que algo así pasaría - ¿Qué cosa? - Estuve pensando a noche, el atrevimiento de Sauro en el pasillo, las insinuaciones de Irenea, Sauro entrando a tus aposentos y ahora esto, pienso que se sienten arrinconados- No entiendo- Piensa Am, nuestra boda, es uno de los eventos más importantes en el clan, ya que quedaría claro el derecho de sucesión, pero si ellos lo evitan dando ese golpe contra nosotros y el clan, Sauro podría reclamar ese derecho ya que Bercia ni yo estamos casados- Y como son sus únicos hijos, hasta ahora-. Escucho que vienen mis hermanos – Hablaremos de esto después, ahí vienen mis hermanos- Asiente – Cambiando de tema, quiero llevarte a dar un paseo a caballo después del desayuno- Toma mis manos y se las lleva a los labios y les planta un tierno beso- Asiento. -Vamos tortolos, el desayuno está listo- Eres muy oportuno Florián- Áureo lo ve un poco irritado –Vamos a desayunar- Asiento. Me toma de la mano y bajamos juntos las escaleras - ¿Hay algún motivo para ir a montar en particular? – Si, además de que podre estar un tiempo a solas contigo, quiero contarte lo que se del clan- Serás como mi maestro- Si pones atención te premiare- Esta bien, ahora si te estoy escuchando- Áureo suspira, supongo de desesperación, desvió la mirada hacia la puerta principal, Sauro está parado ahí y a su lado Irenea. Escucho que se abre una puerta y veo que es la del despacho de mi papá, sale Lesandro y mi padre, volteo a ver a Áureo, me guiña un ojo y me lleva al comedor. Mientras comemos, noto tenso a Sauro e Irenea también – Cuando terminen, queremos hablar con ustedes en mi despacho- Áureo y yo asentimos y papá sale del comedor acompañado por Lesandro.

Great novels start here

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD