CAPITULO 1

4350 Words
El 11 de octubre de 1500 en Londres, se haría una gran fiesta por mi cumpleaños número dieciocho, en esa celebración conocería a todo el clan al cual pertenezco y con ellos un gran secreto… Es un lunes por la mañana, faltan cinco días para la celebración, pero hoy llegaran unos parientes lejanos, le dan mucha importancia, pues es la cabeza de todo nuestro clan, no se mucho respecto a nuestro clan, pero sé que tiene siglos nuestro clan y que estamos esparcidos por todo el mundo. -Por favor, preparen a Amelia- Aun está durmiendo señora- Necesito que la preparen, ya no tardan en llegar los Marzans- Cierto, los Marzans; íbamos a su casa a tomar el té y jugaba con sus hijos Áureo y Bercia y su madre me trataba como una hija más y al darse cuenta que Áureo y yo éramos muy unidos decidieron comprometernos y no tardaran en poner fecha, aunque es más grande que yo por cinco años – Amelia, voy a entrar- Mi mamá abre las puertas de mi recamara – Tienes que estar lista pronto, tu prometido llegara pronto- volteo los ojos, es cierto hace dos años vinieron de vacaciones y su padre junto con mis padres nos prometieron en matrimonio oficialmente- Mama se llama Áureo, y no creo que se acuerde del compromiso- Pero Lesandro si- Volteo los ojos de nuevo, Lesandro el padre de Áureo, desde que nací dijo que Áureo y yo nos casaríamos, es lo que mis hermanos me cuentan, que él estaba fascinado con mi nacimiento y sigo sin entender porque  –Auxibia prepárenme el baño y el vestido azul- Asiente y salen, mis dos damas de compañía Auxibia y Caya –Bajare cuando esté lista- Ya deberías estar lista- Quiero verme bonita para Áureo-Mi mama sonríe de oreja a oreja y se con eso me dejara tranquila, asiente y sale, cuando se cierran por completo las puertas suelto un gran suspiro. Auxibia y Caya, me están vistiendo y peinando, cuando tocan a la puerta y son mis hermanos Simeón, Zeón, Florián y mi mellizo Musio –Florián me besa como es su costumbre, Simeón y Zeón me toman de las manos y me las besan, y Musio, solo hace una reverencia, ellos hacen este numerito todos los días y me dicen princesa por ser la única hermana que tienen –Princesa, ya llego el carruaje de los Marzans- Asiento y Musio me ve con mala cara – Bajen ustedes, en cuanto esté lista bajare- Asienten los mellizos y Florián, salen de mi cuarto – También vino Sauro- Lo sé- mantente lejos de el- Asiento y el sale, Sauro tiene mala fama en nuestra familia, pues quiere ser la cabeza del clan y corteja a todas las señoritas casaderas entre ellas yo, juega con ellas y después se aburre, ha mostrado mucho interés hacia mi desde que se hizo oficial el compromiso con Áureo y Musio se volvió más sobre protector desde entonces. -Señorita ya está lista- Asiento – gracias- me abren las puertas y camino por el pasillo hacia las escaleras que dan hacia la estancia principal, conforme me acerco a las escaleras, mi corazón se acelera. Llego a las escaleras y me paralizo, al ver a Áureo, cambio mucho desde la última vez que lo vi; Es más alto, se ve que es fuerte a simple vista, tiene su cabello largo y n***o sujetado en una cola de caballo, su piel es blanca, y sus ojos azules detienen mi corazón por contemplo cuando voltea y se da cuenta que lo estoy observando - Am- El sube las escaleras y yo las bajo, nos encontramos en el descanso que está entre las escaleras- Áureo, es un gusto volver a verte- toma mi mano y se la acerca a los labios y me susurra- Mentirosa- y me guiña el ojo, y yo enrojezco y solo puedo sonreírle, sabe que estoy actuando- Am, ese color te queda muy bien y tu cabello se ve hermoso hoy- toma mi mano y me ofrece su brazo para bajar con él las escaleras. Mientras mis padres saludan a su padre; Lesandro llama a una joven a su lado-Ella es su segunda Esposa Irenea- Asiento y por un momento se me queda viendo Irenea, pero me ve con desprecio y por un nanosegundo desvía su mirada hacia Áureo y se ruboriza ligeramente, ahora se acercan hacia nosotros - ¿Y cómo está tu mama? - Áureo sonríe como gato ya se dio cuenta de mi travesura- Está muy bien, gracias por preguntar, desea verte pronto- Yo también quiero verla hay tanto de lo que quiero hablar con ella- Lesandro carraspea –Amelia, te ves hermosa, cada vez que te veo te haces cada vez más bella-me abraza e Irenea se queda atrás – Tenemos cosas que hablar- Mira a Áureo y a mí y asentimos los dos. -Amelia- Sauro me abraza y hay algo que hace que me ponga alerta en el momento en que me abraza, Lesandro carraspea y Sauro se hace a un lado - Amelia quiero que conozcas a Irenea, mi segunda esposa- Sonrió y ella también, pero ella lo hace falsamente, es claro que no le agrado y no tengo idea del porque– Es un placer poder conocer a la Princesa de la que tanto hablan- El placer es mío, poder… poder conocer a la segunda esposa de Lesandro es todo un placer- Le sonrió con malicia y mi padre se da cuenta. - ¿Por qué no se van a refrescar un poco antes de comer? – Ellos asienten –Los llevaremos a sus cuartos- Amelia, acompaña a Áureo a sus aposentos- Asiento, sé que mi mamá lo puso cerca de mis aposentos para que coincidamos todo el tiempo, mi madre es tan predecible  –Vamos te llevare- Áureo asiente – Auxibia, Caya lleven las maletas por favor- Asienten y las toman –Vamos- asiente y caminamos a las escaleras – Por favor- Extiende su mano, para que la tome y subamos las escaleras juntos –Que amable eres Áureo- Subimos las escaleras en silencio y siento como la mirada de alguien quisiera atravesarme la cabeza, al dar la vuelta para avanzar por el pasillo, veo que Irenea nos sigue con la mirada, y sonrió maliciosamente, y al avanzar veo como abre sus ojos de rabia –Bueno ya suéltame- Áureo se ríe- Sabia que no durarías mucho actuando así - Que bien me conoces, sabes que detesto todo este circo-Espera, ¿No están por aquí tus aposentos? - Asiento- Además de salvaje, traviesa- y suelta una risita- Si fuera por mi dormirías en el establo, sabes bien que mi madre te puso aquí, con eso que nos comprometieron desde que éramos niños…- Volteo a verlo y el a mí y asiente y llegamos a sus aposentos- Bueno te dejo, para que te refresques- Toma mi mano y se detiene mi corazón –Te veo después- y besa mi mano, solo asiento y me dirijo a mis aposentos. Camino de un lado a otro, no estoy tranquila y eso es culpa de Áureo, es tan malditamente encantador, siempre me sentí atraída por él y creo que él por mí y ahora a esta a unos pasos de mis aposentos, es demasiado para mí, salgo de mis aposentos y decido ir a mi biblioteca, y en uno de los pilares del pasillo veo a Sauro recargado ahí y camino silenciosamente - Te espero en mis aposentos en cinco minutos si es que no quieres tener problemas con los señores de la casa- Me escondo en el pilar que está del otro lado del pasillo y veo que es Matilda es más chica que yo y es nueva, salgo del pilar y me dirijo hacia ellos - Matilda, te esperan en la cocina, pedí un té de durazno, en cuanto este me lo llevas al jardín- Asiente y se va – No antes de que hagas lo que te pedí niña- y la toma del brazo y veo en su cara que le hace daño- Lo que pediste, lo puedes encontrar en el centro de la ciudad Sauro, este no es el lugar para hacer esas vulgaridades y me sorprende de un caballero como tú- Lo veo de arriba, abajo al decirle eso en tono de burla- Haz lo que te dije Matilda- Asiente y se va corriendo, Sauro la iba a tomar de nuevo y me interpongo en su camino- Sera mejor que dejes a esa niña Sauro- me doy media vuelta y comienzo a caminar- Tienes razón princesa-me detengo y volteo a verlo, comienza a acercarse a mí y voy retrocediendo, hasta que chocó con otro pilar - Debería ir detrás de una mujer como tú- y me acaricia la cara con el dorso de su mano y se dispara esa señal de alerta otra vez- Pues pierdes tu tiempo sabes bien que estoy comprometida con Áureo- Eso no me importa, me gustas Amelia y tomo lo que me gusta- Me toma de la cintura y le doy una bofetada- No, vuelvas a tocarme, yo no soy como esas chicas, que te quede claro- Sauro acaricia la mejilla donde recibió la bofetada- Esto no se quedar así Amelia- No te tengo miedo- Me hago a un lado –Le diré a Lesandro sobre tu insolencia- Si, es más hazlo ahora mismo, para decirle la clase de hermano que tiene- Comienzo a caminar, a mitad del pasillo miro hacia atrás y veo a Áureo toma a Sauro del brazo y solo puedo ver como hablan acaloradamente, y sigo avanzando, voy a mi biblioteca, pero tengo tanta adrenalina que no puedo ni leer, salgo y me dirijo al jardín, al pequeño laberinto de rosas rojas que mis hermanos me hicieron, solo nosotros nos sabemos el camino al centro donde hay una pequeña mesa, donde comemos y unas bancas donde nos sentamos a leer. -Señorita, señorita- voy prácticamente corriendo – Señorita- volteo y es Matilda y me detengo – Gracias, por ayudarme, con el señor- No te preocupes- Quiero que vayas con Auxibia y Caya y les dices que serás mi nueva dama de compañía- Gracias- Asiento y veo cómo se va corriendo a la casa y veo que Áureo y Sauro están a fuera. Salgo corriendo al ver que Áureo viene detrás de mí, me meto al laberinto y llego al centro, me escondo y tomo una piedra, cuando escucho que ya está cerca, me abalanzo sobre él y me toma de las manos –Am cálmate- es Áureo y suelto la piedra, escucho más pasos y es Musio y mis hermanos –Suéltala – y Musio se le abalanza, Áureo lo esquiva, Musio se voltea y vuelve a intentar golpearlo, me pongo en medio –Mierda- Musio no puede detenerse- no sé cómo, todo paso tan rápido, pero los gemelos lo detienen y cuando me doy cuenta Áureo me tiene rodeada de la cintura y estamos a lado de los gemelos y de Musio, pero apenas si lo contienen y Florián camina hacia él, lo toma de los hombros –Ya basta, cálmate- y así de simple Musio se calma, los gemelos lo sueltan y se voltean hacia nosotros y se nos quedan viendo, y me doy cuenta que Áureo aun me tiene rodeada de la cintura, me hago a un lado y él sonríe burlonamente. - ¿Qué hacen aquí? – Te, vi correr como loca hacia el laberinto, supuse que había pasado algo, así que le hablé a los gemelos y a Florián- Cuando nos dirigíamos hacia la puerta vimos a Sauro entrando y se veía molesto, en automático pensamos que había pasado algo malo- Florián se sienta –Así que salimos corriendo, pero vimos que Áureo te perseguía y estas tres cabezas huecas se alteraron más y paso esto- Asiento, Áureo me toma de la mano – ven siéntate- y me lleva a una silla, él se sienta, en el brazo de la silla –Amelia, dinos que paso con Sauro- Tengo que decirles la verdad, en especial porque Simeón sabe cuándo les estoy mintiendo – Amelia- Cálmate Simeón- Le suelta Florián suspiro –Les conté lo que paso con Sauro y se hizo un silencio incomodo- ¿Por qué defendiste a una sirvienta?- Porque es una niña, si hubiera sido yo ya estarían sobre el- Amelia ¿Qué demonios te pasa?- No me hables así Simeón, no iba a dejar que abusara de esa pobre niña- Tranquilo Simeón- No Zeón, ella pudo salir lastimada, pero es muy estúpida para verlo- No voy a permitir que le hables así- Dios, son tan cavernícolas, Amelia tiene razón, si hubiera sido ella, tal vez ya hubiéramos ido a matarlo- y otra vez Florián controla las cosas, a veces pienso que controla nuestros impulsos –Ese maldito- Musio se para y se dirige a la salida del laberinto y me interpongo en su camino – Hazte a un lado princesa- No- Que te hagas a un lado Amelia- me empuja y caigo, Áureo lo toma - No me toques- No vuelvas a ponerle una mano encima a Amelia- Más bien deberías decirle eso al asqueroso de tu tío- Chicos, por favor paren – Yo me encargare de el- por favor suéltense- Sino hago nada estos dos se van a pelear –Áureo por favor…- ni si quiera voltea a verme –Áureo mírame- lo tomo de la cara- Por favor… suéltalo- lo suelta y me pongo en medio de los dos, Musio se da la vuelta y me vuelvo a poner en la entrada del camino – Amelia hazte a un lado- No- me toma de las manos – Suéltame, me lastimas- Hazte a un lado- Veo de reojo que Áureo se va a acercando, pero Florián lo detiene, Musio, me toma de una sola mano- Hazte a un lado- Dije que no- y le doy una bofetada- Trato de defenderte maldita sea – No necesito que me defiendan- y me abalanzo sobre él y cae de espaldas- Yo sola puedo defenderme- y comienzo a golpearlo- siento tanta rabia, no puedo controlarme, Musio roda y termino debajo de él y me toma de las manos - Suéltame- No. Hasta que te calmes- es muy tarde, ya estoy realmente molesta- Dije que me sueltes- le entierro las uñas y me le quedo viendo – Mierda- Musio me suelta, se para y yo me paro – Basta ya ustedes dos- Mi padre dice sin gritar - ¿Qué les pasa a ustedes dos? - mi madre sí que está gritando - Le mostraba a Musio que se defenderme muy bien- Por Dios Amelia, justo ahora te tienes que comportar así- Millana, no es el momento- Todos a la casa- Mis hermanos asienten y se van, Musio y yo aún nos vemos como si quisiéramos matarnos –Ustedes dos, ya basta se van a cambiar ahora, después de la comida los espero en el despacho - Musio asiente y se va – Amelia dije adentro- Sigo sin moverme –Am- Áureo me toma de la mano y no es hasta ese momento, que me doy cuenta que tenía mis manos cerradas como puño- Am, vamos, te llevare a tus aposentos- Asiento y me toma de la cintura y me pega a él, no digo nada ni trato de alejarme, porque siento que si me suelta me desvaneceré. Entramos a la casa y subimos las escaleras. Todo el camino estuvimos en silencio-Ya está. déjame abrir la puerta-Áureo se hace a un lado, y lo toma de la camisa, no quiero que me suelte, abre la puerta –Ven te dejare en tu cama- Asiento  – Auxibia, tráele un té a la señorita- Asiente y Auxibia se va –Tráiganme agua y un pañuelo – Caya y Matilda se van Áureo me lleva a mi cama y me sienta, se sienta a mi lado, me toma de la cara y me da un casto beso en los labios-Respira- no se aparta, lo tengo tan cerca, comienzo a respirar y me doy cuenta que estoy sangrando de las manos- Tienes que aprender a controlarte Amelia, algún día te lastimaras o mataras a alguien- Asiento, no tengo palabras- Caya y Matilda traen agua y paños, los ponen en la cómoda que está a lado de mi cama y salen del cuarto. Áureo, toma un paño y lo sumerge en el agua, lo exprime, toma mi mano izquierda y con tacto limpia la sangre de mi mano, dedo, por dedo, está limpiando mi dedo anular metódicamente – Algún día llevaras un anillo de bodas en este dedo- termina de limpiarlo y el meñique también y le da un beso a mi mano. Tocan a la puerta – Adelante- decimos al unísono y es Auxibia –Le traje un té señorita- asiento, Áureo termino de limpiar mi mano derecha – Llévate esto por favor, que no te vean ni mi padre ni el señor Sauro- Auxibia asiente y se va –Ahora el té- Asiento y me da la taza; de frutos rojos mi favorito, le doy un sorbo y pongo la taza en mi regazo, se impone un silencio aplastante, no sé qué decir –Am, lo que paso en el laberinto de rosas…- Asiento – Debemos de hablar sobre eso, no me corresponde a mí, pero todo tiene un explicación- Asiento – Iré a cambiarme- Asiento- Matilda le abre la puerta de mi cuarto – Cámbienla, vendré por ella cuando la comida este lista- asienten – Quítenme el vestido, y mándelo al sastre que lo arregle- Mi hermoso vestido azul rasgado, por pelear con mi hermano- Señorita, si a usted le parece yo podría arreglárselo- Matilda toma el vestido- Asiento y se va- ¿Qué vestido quiere que le pongamos? - Tráeme el color marfil Caya por favor- Asiente y sale –La peinare de nuevo señorita- Auxibia es la única que me peina, ella sabe cómo peinarme para cada vestido- desase la coleta y poco a poco cepilla mi larga melena. Caya entra con el vestido en las manos y me visten, cuando ya están por terminar tocan a la puerta – Caya ve quien es- Abre la puerta y veo que le dan algo en las manos –Señorita le mandan esto- Es una gargantilla con flores de diamantes y en el centro de cada flor un rubí - ¿Quién la manda? - El Señor Áureo- Asiento y me la ponen – Ya está lista señorita- Asiento- y la comida ya está lista- Asiento y me dirijo a la puerta, la abro y veo a Áureo recargado en la puerta - ¿Tarde demasiado? - Una eternidad, ya iba a entrar y llevarte al comedor como estuvieras- Tranquilo, ya sé que mueres de hambre, vamos al comedor- Asiente y me ofrece su brazo y lo tomo - ¿Mejor? - asiento. Al otro lado del pasillo veo a Lesandro e Irenea dirigiéndose al comedor, Áureo se me acerca y me susurra –También debemos de hablar sobre esa pequeña hostilidad que hay entre tú y la esposa de mi papá- y pongo cara de inocente – Pero si soy amable con ella- lo miro y le agito las pestañas, por un momento veo como sus pupilas se dilatan – Te conozco muy bien Princesa- y me toma del mentón- Hola tortolos- Que tal papá- Lesandro- lo saludo – Irenea- Princesa- Me da mucho gusto verlos juntos, como antes –Bueno padre mírala, ¿Quién podría estar lejos de ella? - y me da un beso en la mano, yo solo veo como Irenea se pone roja del coraje – Si bueno, ambos sabemos que su hijo sería un desastre si no fuera por mí - Lesandro suelta una carcajada – Es cierto hija – Bajemos a comer, la comida esta lista y Áureo se muere hambre- Que bien me conoces- Lesandro sonríe, asiente y bajan –Me usaste- me susurra – y tú a mí- Áureo asiente – Por cierto, me gusto la gargantilla- Cuando la vi, pensé en ti y la compre- Gracias, es preciosa- y entramos al comedor. Hay una larga mesa con doce lugares preparados para cada uno de nosotros, cubiertos de plata, vajilla de porcelana, copas de cristal, las velas iluminan la mesa – Por favor, tomen asiento- Mi mamá es buena anfitriona y sé muy bien que dará un banquete delicioso  – Cariño, como siempre siéntate a la izquierda de tu padre- Áureo me escolta a mi asiento, mi padre sonríe de oreja a oreja al igual que mi madre y el padre de Áureo – Áureo siéntate a lado mío- Áureo escolta a mi madre y se sienta a lado de ella, Musio iba a tomar lugar a lado mío – Cielo, Sauro se sentara ahí- Se hizo un silencio sepulcral, me le quede viendo a Musio –Está bien Madre- Me ve y asiente y me volteo a ver a Áureo, el asiente y Sauro toma asiento, Irenea se sienta a lado de Áureo y a lado de ella obviamente Lesandro, Florián se sienta a lado de Sauro, Musio a lado de Lesandro, Zeón a lado de Musio y Simeón a la otra cabecera de la mesa. Mi mamá toca una campanilla y los sirvientes entran con bandejas y comienzan a servir un festín digno de un Rey. Durante la comida Áureo y yo no nos dejábamos de ver – Dime princesa, ¿Ya estas comprometida? - tomo un sorbo de vino – Así es Irenea- ¿Y quién ese prometido tuyo princesa? – Irenea, no creo que sea un tema de cual se deba hablar en la comida - No pasa nada Lesandro, como tu segunda esposa a de querer ponerse al día ¿No es así Irenea? - y sonrío con malicia y a ella solo le queda decir que es así, y solo asiente con una sonrisa más rígida que la crinolina de los vestidos y Áureo solo niega levemente –Tienes, toda la razón princesa- Y como quiero ayudarte a estar al día te diré, con quien estoy comprometida- Ella asiente - Veras es un Joven de nuestro clan, es más grande que yo y buen mozo, tiene buen porte, tiene clase, es atractivo, tiene buenos modales- y veo como su mira de dirige a Sauro – Y se llama Áureo Marzans- Irenea deja suspendido su bocado, mis hermanos sueltan una risita – Me alegro mucho por ustedes- Sonríe, pero es completamente falsa – Gracias, aunque aún no se hará oficial hasta que nuestros padres pongan una fecha para la boda- y hago un puchero totalmente falso – Bueno Eliseo, si tú y mi padre no ponen una fecha pronto, me veré obligado a raptar a Amelia e irnos a casarnos a escondidas- Todos ríen menos Irenea y Sauro – Veo a Áureo y me guiña el ojo – Bueno, yo pienso que la diferencia de edades será un problema- suelta Sauro, y listo no me puedo quedar cayada - ¿Preferiría que fuera alguien mucho más grande? ¿Alguien como tú? - Sauro carraspea y mi padre toma mi mano por debajo de la mesa – No digas tonterías, hermano, estos chicos estaban destinados a terminar juntos- Asiente y terminamos la comida en total silencio. -Si me disculpan, Iré a mis aposentos un momento- Todos se levantan menos Irenea, era de esperarse, mi padre me sigue hasta la entrada del comedor – Te espero en mi despacho, tenemos que hablar respecto a Irenea y la hostilidad hacia ella- ¿Hostilidad? Realmente seré hostil con ella si sigue husmeando- Es la segunda esposa de Lesandro y tenemos que tratarla bien-  De pronto dejo de escuchar a mi padre, todos se han levantado del comedor, Lesandro está hablando con mis hermanos y veo como Irenea se le acerca provocadoramente a Áureo y le quiere arreglar la camisa y veo como Áureo se aleja y viene en dirección a nosotros – Esta bien, tengo que ir a arreglarme y después iré a tu despacho- Áureo se le acerca a mi papá – Espero y no te moleste Eliseo, pero me gustaría estar presente cuando hables con la princesa y tus hijos- Áureo… no creo que sea buena idea- Insisto es sobre Irenea- Mi padre asiente y Áureo y yo nos salimos del comedor. Caminamos en silencio a dirección a nuestros aposentos – no debes dejar que te provoquen Am- Deberías decirle a tu padre que le explique eso a su esposa- Volteo y me le quedo viendo, estoy recargada en la puerta de mis aposentos - ¿Qué tanto me ves? - Te ves realmente hermosa, incluso cuando te enojas- me quedo callada y solo me le quedo viendo a sus hermosos ojos azules y el a los míos verdes como esmeraldas. Se acerca a mi lentamente hasta que lo tengo cara a cara y veo como sus pupilas se dilatan, y siento una atracción desconocida, se siente tan carnal, no sé si fue por la adrenalina de la pelea con mis hermanos o la tensión en el comedor, pero solo quiero estar así de cerca con él. Recarga su mano en la puerta y con la otra acaricia mi rostro – Me gustan tus ojos tan cambiantes como tú- Rosa mis labios y sale un leve gemido de mis labios y sus pupilas se dilatan aún más, se acerca aún más, puedo sentir su respiración, me ve a los ojos, como pidiendo permiso, y como si me leyera el pensamiento, me beso, pero no fue como el casto beso que me dio, después de la pelea, sino es apasionado, carnal, me carga y abre la puerta de mi recamara, entra conmigo en brazos y aun besándome, la cierra y me pone contra la puerta –Dime cuando quieras que pare- Nunca- él sonríe y me besa, besa mi cuello, le tomo del cabello, su coleta se desase y mi peinado también, caminamos hacia mi cama y cae en mi cama, me pongo sobre él y comienza a desabrochar el corsé del vestido.
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