Sean Bauer se levantó con una terrible jaqueca, su cabeza retumbaba y su boca estaba reseca, aquel era el resultado de aquella ingesta descontrolada de alcohol, se sentó en la cama y miró a su alrededor fue entonces cuando notó que se encontraba en su habitación. Se preguntaba cómo había llegado hasta allí, no tenía recuerdo alguno de lo ocurrido, luego de tratar de traer los recuerdos de la noche anterior a su mente sin éxito alguno, terminó dándose por vencido, aunque tenía la leve sospecha de cómo había logrado llegar hasta allí.
Unos leves toques en su puerta llamaron su atención, se levantó y caminó hacia ella arrastrando sus pies ante la pesadez de su cuerpo. Frente a él se encontraba su hermanastro quien sostenía una taza de té caliente y un analgésico.
- ¿Puedo pasar?
- Claro, a
