Vanna
Me levanté un poco tarde; ahora me hacían falta las horas de sueño que no tuve anoche. Me di una ducha rápida y elegí un vestido verde. Me encanta cómo luce mi pancita con este color, la resalta con dulzura.
En la empresa, he escuchado algunos murmullos sobre mi embarazo. Leila me ha comentado ciertas cosas, pero sabe que no me molesto por lo que digan. Siempre he dado una buena imagen de mí, y mientras no insulten a mi bebé, todo bien. Si la situación llegara a salirse de control, entonces sí, tomaré medidas.
Al principio, cuando mi embarazo empezó a notarse, todos se preguntaban quién sería el padre. Luego, al ver a André frecuentar más seguido la empresa, comenzaron a asumir que era él. No me importa lo que piensen. No tengo por qué andar contando mi vida privada. Aunque, claro
