Alexander
Ya he intentado llamar a Isabelle varias veces y siempre está apagado, fui a su casa y nadie sabía dónde se metió. No puedo creerlo, ¡qué chica irresponsable! Estaba a punto de rendirme y regañarla seriamente cuando finalmente suena su teléfono, al menos eso, ya no está apagado esta vez. Ella no contesta, pero minutos después recibo un mensaje suyo preguntando la dirección a la que va directamente. Miro el reloj, estamos justo a tiempo para la cita. Espero sinceramente que llegue a tiempo. Esta chica no sabe en qué se está metiendo, desafiándome de esta manera.
—Ve a la Clínica Miguel.
—Sí, señor.
Nos dirigimos a la clínica, espero que todavía haya tiempo para hacer los exámenes. Odio los retrasos, Ana lo sabe con seguridad y se sorprenderá por este pequeño retraso mío. Espe
