—¿Quién es, Isabelle? No durarías ni dos minutos con un manipulador como Alexander García, sin ofender hermana, pero sueñas con tu cuento de hadas, tu felices para siempre. Yo no, un millonario es el sueño de toda chica como yo.
—Pero, hija...
—Pero nada mamá, no soporto ser pobre, ustedes saben, es mi oportunidad. Bueno, ahora tengo que ir a mi despedida de soltera ¿no es así? —ella fuerza una sonrisa— Mañana vamos a hablar con mi futuro esposo, papá. ¡Adiós familia! —ella se fue y ni siquiera quiso escuchar nuestros argumentos, salí corriendo detrás de ella, la conozco muy bien para saber que no está “bien” con esto.
—¡Isadora!
—¿Qué pasa, Belle? —ella se detiene con la mano en el pomo, pero no se voltea.
—Mírame, Dora.
—Tengo que irme, ya estoy más que retrasada —La agarro del brazo y la hago girar hacia mí.
—Estás llorando. ¿Por qué? —le doy un abrazo, ella deja escapar un sollozo, desmoronándose en llanto— ¿Por qué hiciste esto Dora? Sé que no es lo que quieres.
—Qué iba a hacer Isabelle, dejar que papá vaya a la cárcel o incluso dejar que tú, tan ingenua, en el buen sentido por supuesto, te cases con él? La elección más lógica sería yo misma.
—Podemos encontrar otra solución, vamos...
—No. No vamos Belle, escuchaste a papá, dio hasta mañana, papá puede morir en cualquier momento si no recibe el tratamiento adecuado, no tenemos dinero para eso, no podemos permitir que sus últimos días sean en la cárcel, y tal vez después de casada pueda ayudar con el tratamiento de papá. No sé... Solo creo que esto será bueno para mí, me ayudará con un problema en el que me metí y no sabía cómo salir, ahí está mi oportunidad, casarme con García y ser feliz —no sé qué responder, ella me da un beso—. Tengo que irme.
—Voy contigo, y...
—No, no vas —ella me interrumpe—. Mi despedida de soltera no, voy a despedirme de Vincent con estilo —ella sonríe—. Hasta mañana —entra al auto y se va antes de que pueda argumentar.
Entro en silencio para no encontrarme con mis padres, por lo general no soy así, pero en este momento no quiero hablar con papá. Tuve suerte, ya no estaban en la sala, y voy directo a mi habitación.
Ahora solo quiero un baño y dormir, tenía que llamar a André, pero no tengo cabeza para hablar con él ahora, ya tiene suficientes problemas en casa de su abuela, no puedo cargarlo con los míos también.
Tomo mi baño lo más rápido que puedo, estoy realmente agotada y quiero acostarme. Cuando lo hago, me duermo de inmediato.
A la mañana siguiente, tengo un dolor de cabeza horrible. Mi sueño fue inquieto y para empeorar las cosas, llego tarde. Tomo una ducha rápida, me visto con mi uniforme de la boutique y voy al trabajo sin siquiera tomar café. Prefiero comer algo en la calle, no estoy lista para enfrentar a mi padre.
Siempre ha odiado las mentiras y siempre ha exigido la verdad de nuestra parte, especialmente de Isadora, que a veces le gusta engañarlos. Ahora ha engañado a toda la familia y el dolor está fuerte en mi pecho.
Mi día fue insoportable, lleno de clientes que se creen reyes del mundo. Personas superficiales mirándome de arriba abajo. ¡Hoy definitivamente no era mi día! Pensé para mí misma cuando vi a Nicole entrar por las puertas de la tienda. Me irritó mucho, especialmente porque está enamorada de André. Nicole hizo todo lo posible para humillarme, descubrió recientemente que estoy con él y no soporta el hecho de que él me haya elegido. Intentó estar con él, pero su padre no la dejó acercarse a él después de descubrir que era becario y no rico. Un hipócrita idiota que se cree mejor que todos en la faz de la tierra. No muy diferente de su hija.
En fin, ella quería que perdiera la cabeza y fuera despedida, estoy segura de que ese era su objetivo, pero no era un buen día para mí, así que preferí controlarme. De la forma en que estaba, era capaz de meterme en problemas cayendo en su juego. Gracias a Dios mi turno estaba terminando.
Llegué a casa queriendo mi cama, estaba exhausta. Estacioné mi coche, pero antes de salir decidí llamar a André. Mis padres aún no saben sobre nosotros y no creo que sea un buen momento para contarles. Llevamos más de seis meses juntos, pero aún no había surgido la oportunidad de una presentación formal, aunque mamá sabía que estaba con alguien.
—Hola, amor —contestó en el segundo tono.
—Hola, ¿cómo estás? ¿Cómo está tu abuela?
—Gracias a Dios está mejorando. ¡Buenas noticias! Creo que estaré de vuelta más rápido de lo que imaginaba. Alice vendrá a quedarse con ella dentro de dos semanas.
—¿De verdad, amor? No aguanto más la distancia.
—Yo tampoco, es tan difícil estar lejos de ti. Te amo demasiado, Isabelle.
—También te amo, De. Realmente te necesito también.
—¿Cómo está tu padre?
—Estable... Pero han pasado algunas otras cosas…
—André... ¿Hijo? —Escuché la voz de su abuela al fondo.
—Bueno, tengo que colgar, amor. Mi día ha sido agotador en el trabajo, acabo de llegar a casa. Mañana hablamos.
—¡Ya voy abuela! Lo siento, amor, ¿me llamas después?
—Mañana, ahora estoy muy cansada. Voy a tomar una ducha y dormir.
—De acuerdo, también tengo que dormir. Mañana la abuela tiene una cita temprano. ¡Buenas noches! Te quiero.
—Te quiero, buenas noches —Cuelgo. Entro en casa, quiero ir directo a mi habitación para tomar una ducha larga, luego comer algo y acostarme.
Pero me encuentro con mamá en la sala, ella está colgando el teléfono.
—Hija, ¿qué pasó? No te vi esta mañana —le doy una sonrisa forzada.
—Nada mamá, me desperté tarde, eso es todo —Voy hacia ella y le doy un beso—. Voy a acostarme, estoy cansada.
—¿No vas a cenar?
—No, no tengo apetito. Después como algo —En realidad tenía hambre, pero todavía quería evitar a mi padre.
—Sé que estás evitando a tu padre, Belle...
—No mamá, no quiero hablar de eso ahora. Realmente tuve un día difícil.
—Está bien, descansa bien.
—Buenas noches, mamá.
Mi semana pasó demasiado rápido, ya era viernes y ni siquiera me había dado cuenta de lo ocupados que estaban los días. Hablé con André todos los días, pero no le conté sobre la boda de Dora, terminé perdiendo el coraje para contarle todo. No sé por qué, pero siento que esta historia aún no ha terminado.
Mi día hoy fue bastante tranquilo, alcancé una buena cuota de ventas, mi comisión estaba genial, era día de pago y estaba contenta, especialmente porque André dijo que volvería en una semana. Se confirmó que Alice, su hermana, se quedaría unos días con su abuela.
Después de un día productivo y relajado, llega la hora de ir a casa. Logré salir tres horas antes porque superé mi meta, mucho mejor de lo esperado. Me subo a mi coche, pongo música alta y sigo mi camino a casa, pensando en cómo las cosas han cambiado mucho en 5 meses desde que papá quebró y nuestra vida se volvió del revés, todo tan surrealista.
Al menos tenía a André para alegrar mis días, todo era perfecto con él. Ya estábamos hablando incluso de matrimonio, lo que podría parecer temprano, pero llevábamos años enamorados, así que parecía algo natural para nosotros dos.
Me pierdo en mis pensamientos, cuando me doy cuenta, ya estoy en la calle de mi casa, reduzco la velocidad, estaciono el coche y entro.
Cuando paso por la sala, papá y Dora están sentados leyendo algunos papeles. Me acerco, hora de enfrentar a mi padre. Miro hacia un sillón que está en la esquina de la sala, allí está él, el demonio en forma de persona, Alexander Garcia. Ya he escuchado tantas historias horribles sobre él. Cómo odio a este hombre sin corazón que amenaza con poner a mi padre enfermo en la cárcel. Vale, mi padre no es inocente, pero podría habernos dado más tiempo para pagar.
Aunque mirándolo mejor... ¡nuestro! Es tan guapo, muy guapo de hecho. Sentado se nota que es alto, con ojos de un verde cristalino, nariz afilada, rostro bien dibujado, mentón firme e imponente, cabello ligeramente ondulado, sus labios... Santo cielo, qué labios bien dibujados, no muy carnosos pero invitadores... ¿Qué? No, debo estar volviéndome loca. Él prácticamente está comprometido con mi hermana y lo odio por eso, porque ella está obligada a casarse sin amor.
Alexander
Estoy sentado en la sala de la casa de los Martinez esperando a que Jorge Martinez y su hija lean el contrato para poder cerrar pronto el negocio. Sí, negocio. Porque esto no es más que un negocio, ya que es una petición de mi madre, quien está vieja y quiere tener más nietos, especialmente de mi parte que aún no tengo. No pude negarme, sobre todo después de lo que ella pasó con la pérdida de Heitor y sus hijos, no solo ella sino toda la familia sufrió por eso, y es por eso que decidí hacer este sacrificio para verla sonreír de nuevo, darle nietos y devolverle un poco de lo que le quité.
Pero miro a esta chica y no siento nada ni deseo a pesar de ser una mujer muy hermosa con sus veinticuatro años, ya he pensado en renunciar a esta boda, pero mi madre insistió tanto en que me casara y le diera nietos. Esto no sería viable de otra manera. Ya que la única vez que intenté de verdad no funcionó.
Y aquí estoy yo, treintaitrés años, decidí hacer lo que me pidieron y como sé que ese sinvergüenza de Martinez no tendrá cómo pagarme la mitad de lo que me robó, una de sus hijas puede ser mi solución ya que no soporto los compromisos, esto no será más que una negociación, por supuesto, con todas las ventajas y desventajas de un matrimonio real, simplemente no habrá involucramiento emocional porque sé que nunca amaré a esta mujer. De hecho, eso del amor no le sucede a cualquiera, mucho menos a un hombre como yo. Intenté de verdad con Paloma, pensé que lo lograría con ella. Hasta que me di cuenta de que ella quería más de lo que yo estaba dispuesto a ofrecer.
Sabiendo que las hijas de Martinez siempre han sido muy bien educadas y estudiaron en las mejores escuelas, una de ellas sería una esposa ideal para un hombre de negocios bien conocido como yo. Una de ellas de alguna manera estaría encantada de convertirse en la esposa de un millonario, especialmente después de la bancarrota del padre. Aun así, al observar a Isadora no siento nada, ni siquiera una atracción física por la chica, y ella es realmente una mujer hermosa.
Escucho ruido de pasos acercándose hacia nosotros, debe ser la señora Martinez que fue a preparar un café. Desvío mi atención hacia la puerta de la sala cuando ella entra hermosamente perfecta, sus ojos se cruzan con los míos, son de un castaño almendrado hermoso y delicado transmitiendo toda su inocencia provocativa, el cabello liso hasta la mitad de la espalda también castaño oscuro, sus labios carnosos que me invitaban a un beso... Y cómo quería besar esa boca... Ella parecía un poco más joven que la otra, su rostro de alguna manera transmitía paz... ¡Qué mierda es esta! Debo estar volviéndome loco, voy a casarme con su hermana o tal vez... No. De alguna manera elegí a la novia equivocada porque ella sí hace que mi sangre sea drenada al centro de mi ingle invitándome a explorar todo ese su estilo de niña mujer. Mi amigo aquí abajo da señales de vida.
‹‹Pero esto es solo un negocio Alexander, son solo negocios y el contenido es su hermana y no ella, deja de fantasear con la hermana equivocada››.
—Buenas noches a todos —Ella desvía su mirada hacia el padre.
—Buenas noches, qué bueno que llegaste hija, ¿recuerdas al Sr. García?
—Claro, papá. ¿Cómo está Sr. García? —Ella me extiende la mano.
—Bien, gracias —Su toque es tan suave que inmediatamente imagino esas manos en otro lugar y.… bloqueo esos pensamientos, lo que me está pasando es solo una niña.
—¿Dónde está mamá? —Ella suelta mi mano y se gira hacia su hermana.
—Está en la cocina preparando un café —Isadora responde, noto que su voz tiembla pareciendo nerviosa, lo que llama mi atención, ayudándome a desviar mis ojos de la hermana equivocada. Pero ¿por qué? ¿Por qué parece tan nerviosa, cuando hasta ahora estaba mostrando una autoconfianza casi verdadera? Hay algo extraño.
—Voy a ayudarla, con permiso —Se retira, pero antes me mira a los ojos nuevamente, esta vez cargada de furia, no tengo dudas de que esta niña me odia, sonrío con la idea, sería un desafío intrigante domar a esta fiera.
Dejo de pensar tonterías y decido dirigir mi atención de nuevo a Isadora, está nerviosa desde que empezó a leer el contrato. Parece que está en las páginas que hablan sobre nuestras intimidades. Que de hecho serán verdaderas.
—Todo bien. ¿Podemos firmar? —pregunta Martinez.
—...Para qué tantos hijos, eso arruinaría mi cuerpo —Frívola como imaginaba.
—Si te cuidas no será un problema y si es necesario, el dinero lo soluciona todo después —decido jugar con lo que creo que es el problema—. Bueno, si esa era tu única preocupación, todos los exámenes están programados para el miércoles, después de que estén listos podemos programar la fecha, que debería ser veinte días después.
—Por qué los exámenes? —pregunta ella.
—Solo los de rutina para saber sobre tu fertilidad, si estás limpia, entre otros —Estudio su reacción, se pone pálida.
—No creo que sea necesario, me hice mis exámenes de rutina recientemente. Y necesitaré un poco más de un mes. Tal vez dos hasta la boda.
—Pues yo digo que sí! Son indispensables —Analizo su actitud y sé que hay algo ahí—Creo que un mes es el tiempo ideal para los papeles. No veo por qué prolongar esto más.
—Claro que ella hará los exámenes, ¿verdad Dora? Y realmente pueden ir adaptándose a todo con el tiempo de casados —interviene Martinez por su hija, pero ella sigue callada con la cabeza baja. Él también nota el miedo de su hija—. ¿Isadora?
—Lo siento, pero no puedo casarme.