PRÓLOGO
–Oh…, oh…, ¡oh, sí! ¡Mártin!
–No te muevas Margareth, mantente firme.
Claris, escuchaba en su primer día de trabajo mientras caminaba por el pasillo con la canasta de sábanas en mano.
Aquellos sonidos exhuberantes definitivamente llamaron su atención.
–¡Sí, más fuerte Mártin!
–Silencio Maya, concéntrate. –Dirigía la vos.
Claris no entendía exactamente que sucedía en esa habitación que se encontraba a unos pasos delante de ella, pero lo podía intuir por aquellos gemidos. "¿Cómo podían estar haciendo estas cosas en plena luz del sol y a altavoces?", refunfuñaba así misma, pues tenía razón era apenas las 9 de la mañana.
Ella vio la puerta abierta y para evitar que se sigan escuchando aquellos abrumadores sonidos de complacencia, decidió acercarse a cerrarla, o al menos eso es lo que quería hacerse creer, sin querer admitir que de verdad moría de la curiosidad.
No sabía, quién era Margareth, ni tampoco Maya, pero sabía que Mártin era uno de los Señores de la Mansión que aún no llegaba a conocer.
La muy curiosa de Claris se acerca delante de aquella habitación, y con la puerta entreabierta dónde resplandecía un hilo de la luz del sol, acercando su rostro a tal, se impacta como nunca de lo que se hallaba frente a sus ojos.
Veía un hombre corpulento de cabello n***o azabache, con ojos celestes claros como el cielo acompañado de una mirada intensa, todo su cuerpo bien formado de bíceps, tríceps y con un buen trasero bien dotado que Dios le había dado a tan hermoso Apolo, estaba en pleno acto.
Ella no sabía lo que sentía al ver a ese hombre de tal escala delante suyo.
Claris Romney, una chica que desde hace 5 años no tenía una relación seria, ni mucho menos era de las chicas que tendrían una noche loca solo por pasión. En ese aspecto era una mujer muy pulcra. Sin embargo, debido a su necesidad, su único fiel compañero durante esos años, solamente fue su “Pit”, así ella le llamaba al objeto que le daba el placer de llegar a ese punto del orgasmo para sobrevivir a la locura.
Era la primera vez viendo una cosa por el estilo. Se encontraba observando al tal Mártin penetrando a una de las mujeres en una pose de Doggystyle. Sus piernas y brazos se encontraban apoyadas sobre la cama donde daba alcance tranquilamente al dotado m*****o de Mártin que de pie iba en un vaivén sincronizado con furia. Mientras que la otra mujer se encontraba de pie al lado de él, besando con lujuria todo aquello que podía alcanzar de su cuerpo, en tanto él masajeaba desenfrenada y gustosamente su clítoris.
Claris mantenía los ojos bien abiertos de la impresión, doblando las piernas de lo extraña que se sentía. Ya llevaba tragando varias veces su propia saliva, jamás había visto algo así (un trío), en la vida real.
Cuando de repente para su sorpresa, Mártin voltea hacia su dirección y con una sonrisa muy pícara exclama...
–¡HEY, FISGONA! ¿Quiéres participar?...
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¡HOLA...! Soy la Autora Elemer y les agradezco por adentrarse conmigo en esta nueva aventura ❤️
Dónde no solo será Erotismo, sino que tendrá de todo un poco, Romanticismo, Drama, Comedia y muchas cosas más. No puedes perderte está historia de los 4 hermanos que conquistarán tu corazón.
"Los hermanos de tus más altas fantasías" te esperan❤️
Espero que sea de su agrado y espero sus lindos comentarios.
Los aprecio por leerme...
Mil gracias ❤️
