Capítulo 6: Esta persona Idiota

1516 Words
[Claris Romney] Después de haber acomodado la mesa para los hermanos, nos tocaba esperarlos en la entrada para sostener sus pertenencias y retirarles los abrigos. Esperamos unos minutos hasta que llegaron Connor y Joe, esperaba que Joe venga conmigo, pero me sorprendió que Connor se adelantó y se puso en frente de mí. Con lo que me dijo, me puso nerviosa y trate de ser lo más delicada posible, siempre él hacía eso, siempre me ponía en un estado de nerviosismo con esa voz y mirada penetrante como si quisiera adentrarse a mis más profundos pensamientos, era claro, le gustaba jugar conmigo. Después de ello, nos dirigimos a la mesa donde ya se encontraba sentado Mártin. Yo me ruboricé de inmediato, estaba nerviosa de todo lo que había pasado en la mañana, me puse de pie en mi posición y traté de estar con un rostro profesional. - ¡Hey familia!, ¿dónde están los demás? – él grita animado mientras ve ingresar a sus hermanos. - Tiempo que te dejas ver Mártin – exclama Connor. - Ya saben trabajo y más trabajo. - Por no decir mujeres y más mujeres jajaja – se bufa Joe. - Bueno, bueno, hoy fue mi día y hace tres días también, solo que me quedé en casa de aquellas señoritas. - No cambias – dice Connor de forma tajante. - ¿Ay… hermanito ya te conseguiste otra pelirroja de estreno? – exclama Mártin, en tanto Connor me mira y baja la vista otra vez a su plato, quedándose en un notorio silencio. ¿A qué se refería a pelirroja? Me le quede observando curiosa, cuando de repente alza la mirada mientras masticaba su comida y me ve fijándolo, yo me impacto y me hago la loca al instante, dirigiendo mi vista a otra parte. - No estoy de humor para tus bromas. – Connor se expresa serio. - ¡Detente Mártin!, hoy quiero cenar tranquilo – Joe le decía mientras apretaba el tenedor de la frustración de sus fastidios – vengo estresado de haber tocado como loco en el evento, y quiero al menos un poco de paz sin escuchar sus peleas. - Al parecer todos están de mal humor el día de hoy.– exclama irónico – ¡Nadia! – la llama y se le acerca ella, que se encuentra a poca distancia de la puerta observando todo. - ¿Señor.? - ¿Ya llegó mi hermano Rhys? – Mártin me mira de reojo muy pícaro, creo que lo hacía a propósito debido a lo que había sucedido en la mañana. - Sí, acaba de llegar – exclama ella. - ¿Bajará a cenar?– entrelaza sus manos sobre la mesa muy divertido, como si algo estuviese tramando en su mente, en este preciso momento. - No, requirió que le llevemos la cena a su habitación. - Ajam… está bien, entonces manda a esta mujer a qué se encargue de eso. – me señala y mi corazón se detiene. - Ella es nueva, señor, y se llama Claris – Nadia se expresa muy elegante y educada. - Mmm… Claris, acércate – me dice y Nadia con la mirada me ruega que me apresure. - ¿Sí, señor Mártin? – sostiene mi mano y al improviso todos nos miran – esta chica será mi mucama personal así que nadie me la moleste – besa mi mano y yo me quedo lela a sus palabras. - Se-señor, pero aún no es muy experta ¿y si se equivoca en algo, que lo haga fastidiar? – se expresa Nadia. - ¡Hermano! – se hace notar Joe. Mártin lo ignora. - No me importa Nadia, ya lo decidí y cuando algo deseo, ya sabes que… - Sí, señor la adestraré muy bien. – contestó segura. - Se me quitó el apetito – dijo Connor tirando su servilleta a su plato casi lleno. Se alzó me miró y rodando los ojos se fue. - Uy qué humor – ingiere Mártin divertido. Mientras Joe me miraba y hacia un gesto como diciendo que no le haga caso. – Bien Claris… - Sí, Sr. Mártin. - Llévale la cena a mi hermano – se relajó sonriente en la silla estirando los brazos de una forma divertida. ¿Por qué a mí?¿ Y si me lo cruzo?, entré en batalla dentro de mí, definitivamente moriría de la vergüenza después de lo que sucedió en la mañana, achico mis ojos y era claro que este hombre hacía todo a propósito. - Bien Claris, ya oíste al señor, ven conmigo. – me despierta Nadia. Siendo sincera traté de ocultar mi cólera frente a esta persona, idiota. - Con permiso – exclamé fingiendo mi mejor cara, por último antes de irme. - Bien escúchame atentamente – yo asentí – dirígete a la cocina, recoge la cena del Sr. Rhys y te lo llevas con cuidado a su habitación, a veces no suele contestar porque se encuentra en el balcón, así que ingresas después de haber dado dos tocadas y lo dejas rápidamente en su mesa de cuarto, ¿entendido? - Sí – asiento con la cabeza, ocultando mi pesar, mostrando seguridad. Recojo la fuente de albóndigas con la jarra de agua y me voy a la habitación, ya parada en frente de su enorme puerta toco una – señor Rhys traigo su cena ¿puedo pasar? – toco dos – ¿señor Rhys? – y absolutamente nada. Ella me dijo que a las dos tocadas me adentrara, entonces decido hacerlo algo temerosa, comienzo a ver a todos lados y su cuarto se veía hermoso, no era tan alumbrado solo había pequeñas luces en las esquinas de las paredes que daban un aspecto culto y tranquilo- ¿señor Rhys? – vuelvo a replicar, y no lo veo por ningún lado. Cuando de repente, él aparece delante de mi totalmente desnudo, abro mis ojos, me falta el aire, él está muy cerca de mí, pero no me ve porque su rostro lo tiene envuelto con la toalla mientras se secaba; como íbamos caminando al mismo tiempo se choca conmigo en pocos segundos, se retira la toalla y lo veo completo desde los pies hasta su rostro, y me percato que él también está impactado tanto como yo. Estaba en frente de mí, un hombre tan musculoso por todos lados, piernas, brazos y ni que decir de su torso completamente marcado 6, no 8 cocos y ¡por dios! acababa de ver también aquello, ¡aquello bien dotado! acababa de ver su… Uff... debido a mi estado desasosegado,al cruzar miradas, de los nervios se me cae la fuente al instante. Él me toma del brazo en segundos y me apega a su cuerpo. Eso no me lo esperaba, mi corazón se comienza a acelerar, mis piernas comienzan a desestabilizarse, sus ojos con los míos se mantenían intactos, sudaba frío, pero se veía tan sensual debido a su cabello mojado que brotaba gotas que recorrían a través de su rostro, él tenía una expresión inexplicable, en esa situación no tenía cabeza para pensar… cuando… - Relájate – salen de sus labios, y me deja atónita cuando veo que se sigue aproximando, a mi rostro, "no, no es cierto ¿es real lo que está a punto de hacer?" Siento como muerde mi labio inferior para jalarlo sensualmente con su mirada extasiada en deseo impregnada a la mía, hasta desprenderlo, y acomodando velozmente su mano en mi mejilla detrás de mi oreja, me jala con potencia y me besa. No lo podía creer, este hombre, este hombre, me estaba besandooo… Sentía su cuerpo completamente desnudo pegado al mío… Mi mente se puso en blanco …. Sus movimientos me hicieron perder en solo pocos segundos, nuestras lenguas se comenzaron a entrelazar, mientras él seguía sosteniendo mi mejilla y con la otra mano sostenía mi cintura. Nos tambaleábamos en un beso desenfrenado, años que no sentía otros labios, y de repente, reacciono de lo que está ocurriendo, al oler su deleite beso a whisky. Aterrizo, lo empujo y él me mira desconcertado, no me atrevo a cachetearlo, pero mi reacción solo fue salir corriendo, "no podía creer, no, no era posible…" iba caminando por los pasillos con el corazón hecho un volcán, doy un pequeño tropezón por mis piernas que aún las siento como gelatinas y alguien me sostiene, alzo la mirada y era Connor. - ¿estás bien? – me pregunta, sosteniéndome de mis brazos. - Si-sí... – respondo tartamudeado y no lo puedo disimular, él mira a la dirección del cuarto de Rhys y regresa la mirada a mí. - ¿Puedes caminar? Si eso creo – avancé unos pasos y mis piernas se volvieron a tambalear con un inmenso dolor en el tobillo, al parecer me acababa de torcer el pie. -Te ayudo – dijo y me cargó sin avisarme entre sus brazos, era algo que no me lo esperaba... Por dentro era un terremoto de emociones... ¿Era enserio? ¿de verdad todo esto me estaba ocurriendo?
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