El Deseo De Danielle

PROFESOR ODIOSO

"Nada humano me es extraño...Todo puede suceder" D.C

UNIVERSIDAD SANTA MARÍA

Danielle Diaz.

Apenas Manuel se va, yo me arreglo para ir a la universidad, no vine aquí a perder el tiempo, me coloco un vestido n***o entallado, botines negros y un abrigo gris imitación de piel gris, formo parte activa de PETA, desde hace tres años por lo que soy vegana.

Me peino mi rebelde cabellera larga con risos rubios con crema de peinar y solo me coloco labial rojo y mascara de pestañas, me miro al espejo y sé que me veo divina, no sé quien era mi madre biológica pero debió ser una belleza, pienso mirándome al espejo de cuerpo entero.

Tomo un taxi y en menos de media hora estoy en la universidad, pasó por control de estudios retirando mis horarios y me asignan un chico que será mi guía esta semana, mientras me familiarizo con todo

—Bienvenida señorita Días, es un placer recibirla. — Dice el profesor de control de estudios no llevo el apellido ahora de mi papá Jaime si no de mi padre biológico Roberto, porque él reclamo ese derecho hasta que se lo otorgaron, yo los amo a los dos por igual pero me alegro un poco, no quiero que me den privilegios por ser hermana de uno de los profesores… Eso me preocupa

—Muchas gracias. — Respondo amable

—Javier será tu guía y te mostrara las instalaciones, será tu guía por una semana hasta que te familiarices. — Me dice el profesor.

—El chico es muy lindo, pero casi ni me vio y siempre llamo la atención a donde voy. —

—Bien seré tu niñera estos días. — Dice aburrido mirando el celular.

—Niñera. — Pronuncio en un susurro, viendo que le incomoda la situación.

—No tienes que guiarme, puedo preguntar y llego a donde necesito. — Digo volteando y caminando en otra dirección

—Excelente genio, la clase de anatomía es en la otra dirección. —Me señala.

Me giro de inmediato seria y camino al otro lado—Gracias. — Pronuncio al pasar por su lado, él se queda con la boca abierta.

—Si no te llevo yo mismo el decano me expulsa. — Dice caminando a mi lado.

—No te preocupes, no le diré a nadie. — Respondo.

—Es mi padre, el decano, es horrible me siento acosado. — Responde incomodo.

—Si te sirve de consuelo, trato de pasar desapercibida, también tengo un familiar aquí. — Susurro y él parece sorprendido.

—Nos la llevaremos bien. — Responde serio dándome la mano.

Cuando avanzamos por el pasillo todos murmuran —Te acostumbraras, es solo porque camino a tu lado. — Me dice el deteniéndose frente al laboratorio donde recibiré clases de anatomía.

—Presta mucha atención, ese profesor es especialmente estricto. —Explica señalando la puerta

— Okey, gracias por advertirme. — Me despido.

—Te vengo a buscar para llevarte a la siguiente clase, yo también tengo evaluación. — Menciona, dando media vuelta, el chico es agradable, pero un poco extraño…

Entro al aula y el profesor que está en el escritorio es Manuel, me siento en silencio y él dice algo desagradable. — Buenos días a todos, conocen que soy una persona exigente, en mi clase nadie tiene privilegios, por que tenga familia laborando en la institución. — Menciona yo volteo a todos lados sintiendo que tengo una etiqueta en la frente…Me siento incomoda, jamás pensé en aprovecharme de que sea “mi hermano”.

—Hola preciosa. — Saluda uno de los estudiantes es, bello moreno con ojos grises.

—Hola. — respondo con una sonrisa.

—Señorita Díaz, bienvenida, mi clase no es para buscar novio. — Dice Manuel en voz y yo me quedo boqueando ¡Que le pasa! creí que nos la llevaríamos bien, ¡qué vergüenza!, quisiera que me tragara la tierra.

—No estoy buscando novio, solo conozco a mis compañeros, no soy de acá, disculpe si le moleste. — Digo con voz firme desde mi puesto al final, si llegue dos minutos tarde, tal vez es por eso su molestia.

—No interrumpa mas, los demás están trabajando. — Continua con su mala actitud, creo que fue un error venir acá, pienso con ganas de llorar.

—No te preocupes, tienes que hacer un ensayo del libro de anatomía 3 del la pagina 125 a la 150 . —Dice el chico en oz baja, y Manuel me ve de forma acusatoria, el tema lo manejo a la perfección, por lo que me pongo en acción y termino en veinte minutos, no quiero parecer un cerebrito, por lo que espero que otros terminen para entregar.

Cuando empiezan a entregar los ensayos una peliroja se coloca frente a mi —Hola. — Saludo aunque me está viendo con los ojos entrecerrados.

—Te prohíbo que te acerques a Michel, él es mío. — Dice señalando al hombre a mi lado que se tapa la cara con vergüenza.

—No te preocupes, no vine a buscar novio. — Le respondo, apartándola de mí camino.

—Mas te vale, no sabes cómo puedo ser de enemiga. — Me amenaza, demonios acá todos parecen estar muy locos, incluyendo a Manuel.

Cuando dejo el ensayo sobre la mesa el me toma la mano, para que escuche lo que tiene que decirme en voz baja, —Ni creas que porque eres mi hermana, te voy a calificar diferente. —

—Por mi olvida que lo somos, tengo mis propios méritos, no necesito ayuda de nadie. — Respondo en el mismo tono apartando mi mano…

Hoy pensaba hacer una comida especial para los dos, pero que se vaya a la mierda, nadie me trata mal, no lo permito, aunque sea mi hermano y el favorito, definitivamente ya no es el mismo...Pienso triste saliendo del aula, donde el conserva una mirada severa.

—Lo siento. — Dice Michel alcanzándome.

—No quiero problemas. — Le digo empujándolo ligeramente porque se me coloco adelante.

—No entiendes lo que es no. — Dice Javier tomándome del brazo de forma posesiva, pero como no quiero a Michel cerca, dejo que me lleve.

—Gracias.— Susurro al levantar mi vista Manuel ha observado y al parecer mal interpretado todo…Me ve de forma reprobatoria y niega con una sonrisa que obviamente no llega a sus ojos.

El hecho de que yo, sea alegre, alocada y me gusten las fiestas no me hace una regalada, he tenido varios novios y con ninguno he llegado a tercera base, es injusto que me vea de esa forma.

—No te voy a decir que hacer, pero un hombre como Michel no te conviene. — Me dice Javier mientras avanzamos, no ha quitado su mano de mi antebrazo y todos se me quedan viendo…Algunas mujeres con rabia, ruedo los ojos y me suelto de él, cuando llegamos a mi siguiente clase.

—Gracias por la advertencia, no sé porque creen que solo con saludar a una persona ya tengan el derecho de pensar que quiero algo con el. — Digo molesta

—Lo siento discúlpame, no pensé eso de ti, es él que no puede ver una mujer bonita, porque a todas quiere llevárselas a la cama. — Me responde con expresión preocupada.

—No tienes porque preocuparte, solo vine por mi especialidad, no he venido a ligar.— Respondo entrando al aula, sin darle oportunidad de decirme nada más y es que no quiero entrar tarde a mi segunda clase, la docente esta vez es una profesora muy hermosa Carla White.