La pasión de Minette

3036 Words
Cuando caminaba por aquella conocida calle del centro las miradas parecían taladrarlo. Una señora acaudalada que iba con una joven del brazo negaba con desaprobación mientras le apartaba la mirada. El lugar le parecía muy pequeño o las personas estaban demasiado metidas en los asuntos de los demás juzgando sus vidas. Golpeo la puerta con el anillo plateado del centro y miro a ambos lados, se sentía cada vez más como un delincuente, pero eso tenía que cambiar tarde o temprano, o lo aceptaban finalmente o se cansarían de hablar. Miro su reloj apenas empezaba a anochecer. La muchacha le abrió la puerta sin preguntar pues a lo conocía, para ser precisa lo estaba esperando dándole paso mientras él se quitaba el sombrero y se lo entregaba - La señora lo espera en el saloncito - dijo sin más bajando la mirada Le agradeció, pero ella desapareció cabizbaja hacia la cocina. Era una muchacha taciturna y extraña. Siguió al salón en donde ella estaba sentada en el enorme sillón como una diosa con su vestido de seda lapislázuli, de encajes negros como su cabello cuidadosamente recogido en un elegante peinado. La detalló por un instante como siempre lo hacía y la sensualidad que exudaba era exquisita. Poseía un cuerpo voluptuoso que ansiaba tocar, sus ojos eran de un azul profundo como el mar maquillados perfectamente y su boca de un rojo que le enardecía la sangre, siempre anhelando probar sus labios. Era realmente hermosa. De pronto cruzó sus piernas y lo miro con una mueca seductora - No viniste en todo el día. Te estaba esperando desde temprano, era tu día libre - resonó su voz coqueta escondiendo un reproche - Lo siento. Acompañe a Gaëlle hasta el camposanto y luego se me fue la tarde muy rápido - se acerco solo un paso cuando ella se levanto de súbito - Gaëlle, Gaëlle, Gaëlle - no haces más que hablar de esa chiquilla todo el tiempo - se acerco a él paseando sus delicadas manos desde su pecho hasta enrollarlas en su cuello - ¿acaso esa niña es más importante que yo? - pregunto dejando un beso rápido en su boca - Minette cielo... no puedes estar celosa - las manos inquietas acariciaron su cintura -¿Por qué no? - susurro en su oído - cuando pasas el tiempo con otra en lugar de estar conmigo - dejo un rastro de besos en su cuello, sabía que era suyo era solo una mínima exigencia - Es diferente... - murmuro cerrando sus ojos deslizándose hasta su espalda y atrayéndola más a su cuerpo - ¿Lo es? - lo tomo por su barbilla mirándolo a los ojos encendidos de pasión - ¡Claro que lo es! - afirmó - es una chiquilla tonta, muy poco para un hombre como tu - Se apartó bruscamente y resopló - te lo prohíbo Minette. Te prohíbo hablar de ella de ese modo - se alejó - entiendo que habíamos quedado en vernos más temprano y no vine aquí para que dijeras tonterías. Hay demasiada gente hablando afuera especulando como para que lo hagamos aquí también y Roslin me está presionando, esta no es la idea - suspiró impaciente - he estado pensando que quizá no debería venir aquí en un tiempo para calmar las habladurías - dio media vuelta hacia la entrada, pero ella lo alcanzó antes de que saliera del salón - Lo siento Donovan no debí ponerme de ese modo. ¿No ves que me desespera tener que esperarte aquí?. Siempre encerrados en estas cuatro paredes, no podemos salir como cualquier pareja y vivir nuestro amor sin sentir que estamos haciendo algo malo - lo hizo girar para mirarlo a los ojos - Presionó una ligera tensión en el nacimiento de su nariz - sabes bien por que no podemos debemos tener paciencia - Si lo sé, se bien que no lo aceptan simplemente porque soy una viuda con una pésima reputación mucho mayor que tu. Porque vivo sola desde hace años y estoy en la ruina. Todo ese escandaloso problema que soy - sollozó - Acuno su rostro - la sociedad es muy dura y sabes que eso no me importa tengo mucha culpa al venir aquí constantemente, pero tengo una familia y les perjudica directamente. Sobre todo a Elisa que está en edad de casarse y las buenas familias no se llevan con los escándalos. Esto... esto que tenemos será cuando ella este casada, de momento los rumores ya están esparciéndose y dejare de venir. Es lo mejor -¡No! ¡eso no!.. Donovan esto es lo único que tenemos no puedes renunciar y obligarme a no verte - ¿Tienes una mejor idea? - dejo escapar el aire, habían tenido esa conversación muchas veces antes - Vámonos lejos. Casémonos en Escocia - No voy a dejar a mi familia he pasado años alejado y ahora que he vuelto quiero disfrutarlos, además no tengo por qué huir. Eventualmente aceptaran lo nuestro - He escuchado en las pocas reuniones a las que aun me invitan que Elisa ha tenido muchos pretendientes debe estar a punto de comprometerse. ¿También esperaras a que Gaëlle se case? - Ella no va a casarse - Frunció el ceño ante su respuesta tajante - ¿cómo lo sabes? ¿se hará monja? - rió en tono de burla - Ya basta Minett, no tengo ganas de discutir esto. Mejor... volveré luego Minett era una experta en el arte, podía tener y retener al hombre que quisiera y lo había hecho más de una vez en su vida para obtener de ellos lo que quería. Con sus mejores disculpas entre mimos sin más palabras lo envolvió en sus brazos atrapando su boca en un beso lleno de tanta pasión que quemaba, no permitiría que él regresara a la casa grande sin dejarle claro que ella era la razón por la cual estaba dispuesto a luchar. Aunque mucho tiempo después que se encontrara en su cama dormido no dejaba de pensar como retenerlo. Ella no era de las que se quedaba a esperar y definitivamente haría algo para girar las cosas a su favor lo antes posible Lo que parecía una tarde tranquila en el colegio se convirtió en gris y lluviosa, obligando a las alumnas a permanecer su hora de receso en el salón. Una de las monjas entro haciendo que todas recuperaran su postura de señoritas bien educadas repartiéndoles su correspondencia. Gaëlle nunca tenia pues veía a su familia los fines de semana, pero esa vez le llego un paquete con una nota. Aunque era extraño después de haber presenciado aquel romántico momento entre ella y su amor secreto la rodearon ilusionadas por aquella sorpresa. Ella frunció el ceño mientras lo abría para descubrir una hermosa caja de bombones. El éxtasis se hizo más algarabía entre las chicas y no cedió la presión de sus compañeras envueltas en la euforia con aquel paquete hasta que abrió la nota para leerla "Espero que este fin de semana nada se interponga para que hablemos, no me dio tiempo de decirte lo hermosa que te veías con aquel vestido y tus rizos libres de la obligatoria trenza del colegio. Tu es la plus belle fleur que j'ai vue (Eres la flor mas bonita que he visto) Con cariño Darren" Las chicas no podían estar más impresionadas que ella. Hubieron unos silencios extraños y al mirarlas parecían confundidas. Era lógico, si las historias que ella contaba eran de Donovan se preguntarían porque Darren le enviaba aquellos presentes y notas tan sugerentes. Dejo escapar el aire cuando una de sus compañeras menciono en tono irónico - Ya sabía que algo raro había en todo esto. Mi hermana me dijo que había hablado con Elisa y ella estaba a un paso de comprometerse con el doctor Darren Mitchell, el mismo Darren que te envía esas notas de amor.. ¿o Será que Donovan se esconde detrás de su colega? - No es una nota de amor específicamente - menciono otra en su defensa – pero si es clara en intenciones, creo que es el verdadero Darren - murmuro en una mueca - Escuche a mi madre contarle a la de Susie que tu Donovan está en una situación comprometedora. Todos al parecer ya saben lo que se trae con la viuda bruja de Minette, lo han visto entrar y salir de su casa – otra de ellas susurro en confidencia - Nosotras vimos como él la traía de vuelta el domingo y casi se besan delante de nosotras –recordó otra de ellas - Gaëlle suspiró cerrando los ojos. Las mentiras tenían patitas cortas, en cambio los chismes eran extensos. Los secretos fácilmente podrían volverse rumores buenos o malos – No iba a besarme, y solo me acompaño porque había salido tarde de la casa grande. No creo en lo que dicen de él con la viuda negra, quizá es su paciente por ello va a su casa - trato de desviar - Entonces hay un dilema aquí chicas. Caille tiene que elegir a uno de los dos – todas se agitaron emocionadas mientras ella se tensaba – Si elige al hermosísimo doctor Darren, Elisa será humillada ya que el rumor de su compromiso es muy fuerte. Si elige al doctor Donovan la viuda Minette no se quedara con las manos cruzadas, puede hacerle un hechizo raro. Además de que él ya está envuelto en estas habladurías que para mí son ciertas, ¿cómo se vería entonces?. Este es un punto primordial a tratar en la hermandad - Véanle el lado positivo el doctor Darren... – suspiró – es guapísimo y esta declarándosele abiertamente – en cambio el doctor Donovan se ve con la viuda y prefiere el secreto - Yo prefiero a Donovan, es un sueño de hombre y también esta guapo. La viuda quedaría desplazada en cuanto lo suyo deje de ser secreto y su madrina los casaría de inmediato - Se levanto de golpe y refunfuñó – ni doctor Darren ni doctor Donovan, no quiero un esposo ni un pretendiente. Saben bien cuáles son mis planes y como ya lo de Donovan no es secreto antes de que llegue más lejos mejor será acabar con esa historia. Fue divertido mientras duró y con lo que respecta a Darren este fin de semana le dejo claro que no pretendo aceptar mas regalos no deseo romper el corazón de Elisa. Lo único que quiero es llegar a convertirme en maestra y... mudarme a Francia - Romperás el corazón de ambos doctores – menciono una de ellas - ¡no! de los tres y el de nosotras - Pues es lo mejor, así ambos pueden irse con quien quieran y yo seguiré igual Tomo la caja y se marcho a su habitación dejando a sus compañeras debatiendo aun sobre las opciones, daba igual lo que dijera porque el objetivo de su hermandad era el de conseguir un esposo, aquello sería tema por semanas. Se dejo caer en su cama mirando el techo de madera de la enorme estructura. Hablaría con todos. Incluso con la primera que debía hablar era con Elisa, tenía que aclararle muchas cosas antes de que piense otras que no son ciertas. Mientras tanto en la casa Grande Elisa recibía una nota, más bien una invitación "Espero puedas venir a verme, sé que sabes cómo hacerlo sin que tu madre se entere, es algo que te interesa". Aunque le extrañó de quien provenía aquella nota y no le agradaba ni un poco la curiosidad fue más fuerte. ¿Qué tendría que decirle y a que se refería con que le interesaba?. Pensó por unos minutos que haría y se decidió. Sabía que su madre iba a reunirse con otras mujeres los jueves por la tarde y su padre estaría en la tienda, así que podía fácilmente escabullirse sin que nadie notara en la casa. Había pasado los últimos días encerrada llena de rabia y frustración por su planes rotos a causa de Caille. Después de lo que le había dicho Darren había perdido las esperanzas de un compromiso, pero aquella nota... era lo único que le interesaba y quizá habría alguna solución. Su madre le había acariciado la cabeza mientras ella lloraba y le había dicho que por más que quisiéramos no podíamos forzar los designios del destino. Darren quizá no era el destinado para ella. Elisa puso su atención en aquel momento y solo en el quizá. Caminó rápido por el centro con el cabello rojizo recogido y un sombrero amplio con la certeza de que así no la reconocerían, además iba sola. Toco aquella puerta con el aro plateado y entro sin que la muchacha le diera paso. uUna vez allí se quitó el sombrero entregándolo con indiferencia - ¿Tu señora esta? - Si, ya le aviso – dijo sin más con la cabeza gacha Lauren de quien nadie reparaba fue en otro tiempo la segunda hija de una familia de clase media baja. Se había equivocado entregándole su virtud a un charlatán sin haberse siquiera casado y esto trajo como consecuencia que su padre la repudiara. No había sabido de ellos en años. La vergüenza la alejo de su lugar natal y la falta de dinero la obligo a trabajar como sirvienta. Llevaba años con la Señora Minette, tanto como para haberle conocido dos de sus difuntos esposos, además le llevaba y traía información. Era su mandadera en todo y en más. Cosas buenas y malas según decía la gente. Ya se había acostumbrado pensando siempre que ella pertenecía allí, a lo más bajo por lo que había hecho. Había sido ella quien llevara la nota a Elisa sin que nadie lo notara tan invisible como siempre se quedó a escuchar sin que la señora lo supiera - Me da gusto verte Elisa – dijo sin acercarse con una sonrisa - No diría que me da gusto, pero finalmente estoy aquí. Al grano señora - Le indicó con un delicado ademan que tomara asiento mientras se sentaba como toda una dama ondeando su falda – Para nadie es un secreto ya lo que hay entre tu tío y yo - Puso los ojos en blanco – ¡una verdadera tragedia claro está! - Dejo escapar una risita como si hubiese sido un chiste – lo cierto es que pretendemos casarnos a pesar de que lo vean tan trágico en tu familia, estoy convencida de que en unos años lo olvidaran. El problema, es que no está dispuesto a causarles un inconveniente a la hora de conseguirte marido - la miró de reojo - ¿es cierto que Gaëlle Mareau no pretende casarse? - Lo que haga ella no es asunto mío y no veo en que me beneficia esto a mí. Su supuesto matrimonio con mi tío lo que hará es dejarme solterona - Sonrió para sus adentros dándose cuenta de que Elisa no se llevaba bien con la chica que sus padres prácticamente habían adoptado – ¡Bien!. Pero ella es un problema para las dos en este momento, porque según escuche hay indicios de que te comprometerías con el doctor Darren Mitchell. Aunque... se de buena fuente que él prefiere a Gaëlle - Esto hizo enrojecer a Elisa de la rabia levantándose de golpe para salir – no se para que me trajiste aquí si vas a echarme en cara rumores sin sentido o quizá te parece divertida la burla– levanto la barbilla - Ella también se levanto y camino unos pasos hacia Elisa – ¡Espera! Puedo ayudarte a que eso cambie. Con mi ayuda tendrás en cuestión de semanas la petición que tanto deseas. Darren se casara contigo y finalmente tu casada no habrá impedimento para que Donovan y yo lo hagamos - Frunció el ceño pensativa – ¿cómo harás algo así?. El tiene claras sus intenciones y si Caille lo acepta no habrá nada que hacer - Siempre hay algo que hacer querida y estas de suerte, porque yo siempre obtengo lo que quiero. Y quiero a tu tío – observo como la pelirroja se sentaba dócil de nuevo frente a ella y sonrió. En un receso coincidieron en la pequeña cafetería. No habían coincidido mucho a pesar de trabajar en el mismo lugar ya que sus turnos habían estado contrarios. Darren se sentó frente a él en la mesa redonda de la esquina y dejo caer un dulce en su bandeja - Es para que te endulces un poco y dejes de tener cara de funeral. ¿Tan mal han estado tus guardias? - Han estado agitadas... - ¿Y qué tal Minette? - Sonrió al fin – parece que ha decidido ser más paciente. Le pedí que esperara a que Elisa estuviese casada y acepto de buena gana, no ha tocado más el tema - Espero que Elisa no se tomara a mal que pretenda a Gaëlle Observo cómo lo miraba entrecerrando los ojos, ya sabía que aquello no le gustaba nada y lo que no lograba descifrar era por que. Si por primera vez era tan sincero en su posición frente a una dama, así que lo atribuía a que aún pensaba que no era en serio. - Todo lo contrario parece más alegre y vivaz, sonríe todo el tiempo. No le afecto para nada y con relación a Gaëlle espero no te hagas muchas ilusiones, ella jamás se casara contigo - ¿Por qué estas tan seguro? - Porque la conozco - Conociste a una niña y ahora es una mujer, en eso llevo la ventaja porque sé que les gusta a las mujeres - Dejo caer con pesadez los brazos sobre la mesa al tiempo dejaba escapar el aire – mucho cuidado Darren. Te aprecio, pero ella es especial para mí y no voy a permitir que juegues al seductor - ¿Especial?... ¿es una amenaza Donovan? - sus ojos sondearon los de su colega - Es una amenaza – tomo el dulce y lo agito frente a sus ojos – gracias por esto - se levantó de la mesa dejándolo solo para seguir con su trabajo. Casi ni meditó lo que había sucedido.
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