Iskander Después de llegar a mi casa y tomar un baño, estoy esperando a que llegue mi hermano para contarle lo que descubrí. Hoy más que nunca necesito su apoyo. Escucho que tocan la puerta y rápidamente voy a abrir, se que es Kaan el que ha llegado. —Vine lo más rápido que pude—dice en cuanto cruza la puerta—. ¿Qué pasa?—inquiere, le señalo con mi mano el sillón para que tome asiento. —Kaan, antes que nada necesito que sepas que lo que voy a decir es muy serio—afirmo y tomo asiento en el cómodo sillón frente a él. —¡Aman Tanrım Iskander, no me asustes!—exclama y al instante su rostro se llena de preocupación. —Solo... necesito que mantengas la mente abierta, hermano—mis palabras al parecer no lo ayudan y su expresión se endurece. Si fue difícil hacer que Osman me creyera, con Kaan

