Melek No esperaba despertar sola en la habitación pero así lo hice y por más que busqué a Gianna, no la encontré por ningún lado. Incluso la llamé a su móvil y me di cuenta de que lo dejó aquí. ¿A dónde se habrá ido? No tuve que hacerme más preguntas sobre su paradero, pues de pronto escucho como la puerta principal se abre y por ella entran Kaan y Gianna entre besos, risas y toqueteos. ¿Qué está pasando? ¿Pasó la noche con él? Al ver como se están besando, obtengo mi respuesta. Tengo que carraspear para que se detengan y se den cuenta de que los estoy observando. —Deben tener hambre chicos—digo bromista con los brazos cruzados a mi pecho. Al escucharme, ambos se detienen y Kaan hace un movimiento que los deja mirándome de frente. —Melek, pensamos que estabas dormida—dice Kaan a la

