Rechazo.

2333 Words
Después de una pausa en sus estudios, Ella finalmente regresó a la Universidad. Para ella era algo pesado y tedioso porque a esa altura todos sabían sobre el rompimiento de su relación la cual muchos catalogaban como perfecta. Lidiar con las burlas en secreto, los rumores e incluso las miradas de lástima era algo que le resultaba incómodo pero era algo que tarde o temprano tenía que enfrentar. Se detuvo tan sólo un momento frente a la puerta y soltó un largo y pesado suspiro. Se daba ánimos para entrar a aquel lugar y poder soportar las miradas de todos y es que a pesar de su maquillaje y sonrisa fingida el rastro de tristeza seguía allí presente. Sus ojos no tenían su brillo característico, estaban apagados, llenos de melancolía, dejaban ver cuán lamentable y miserable se sentía en ese momento. Una vez la puerta se abrió caminó con la mirada hacia el frente, evitaba ver a los demás pensaba que si lo hacía podía ser ignorada y podría pasar desapercibida. No bien había pisado aquella aula y ya empezaba a orar para que el tiempo pasara rápido y se pudiera largar de allí. ………. El tiempo en clases transcurrió normal, gracias al retraso en sus lecciones había estado sumamente ocupada como para pensar en las personas que se encontraban a su alrededor, ni siquiera había tenido tiempo de platicar con su mejor amiga a quien no había visto en mucho tiempo. A la hora del almuerzo sus ánimos y preocupaciones estaban un tanto disipadas al igual que sus temores por lo que no dudó en dirigirse hacia la cafetería. Una vez allí y luego de tomar sus alimentos decidió sentarse en una de las mesas más apartadas del lugar. Jugaba con su cubierto mientras tenía la mirada puesta en un punto fijo, ni siquiera sabía qué hacía allí puesto que no tenía apetito alguno, sólo quería que aquel día pasara con rapidez. Cansada de estar en aquel lugar tomó sus cosas y se levantó, lo hizo con tanta prisa que no pudo evitar chocar contra alguien que pasaba a su lado. - Lo siento.- Ella se congeló al ver de quien se trataba. - ¿Ella?.- Bryan sonrió. - Lo siento.- Bajó la mirada.- No fue mi intención.- Se disponía a alejarse cuando el chico tomó su brazo. - Espera… - ¡Suéltame!.- Tiró de su brazo con agresividad y retrocedió. - Lo siento.- Levantó ambas manos y sonrió.- ¿Cómo estás? - Eres un verdadero cínico.- Sonrió con enojo.- ¿Te atreves a hacerme una pregunta como esa?.- Lo examinó desde arriba hacia abajo.- Vete al carajo.- Trató de alejarse pero de nuevo fue detenida. - No tienes porque actuar de esa manera. - Déjame ir.- Apretó sus dientes. - Solo quería saber cómo estaba y también quería pedirte disculpas. - ¿Como?.- Lo vio con enojo. - Vamos.- Rascó su nuca.- Sé que hice mal, en realidad eres una buena chica. Ese día actué de esa manera porque estaba ebrio. No era la forma correcta de decir las cosas, mucho menos de tratarte. En verdad lo siento. - ¿Piensas que voy a creer en tus palabras?.- Sonrió con enojo.- ¿En verdad me crees tan estúpida? - Mi relación con Laila fue debido a nuestros padres, ellos quieren que estemos juntos por beneficio. Si nuestras familias se unen se volverían más poderosos. -...... - Oye…- Miró a su alrededor.- Si quieres podemos hablar en otro lado.- Sonrió.- Voy a contarte todo, así finalmente podrás entenderme.- Se acercó más a ella.- ¿Te gustaría? Aun hay cosas que no hemos platicado.- Retrocedió cuando la bebida que Ella sostenía impactó en su rostro. - Si crees que de la nada puedes venir a buscarme y que voy a caer en tus estúpidas mentiras.- Lo empujó.- Estás muy equivocado. Ve y engatusa a otra ilusa porque esta que se encuentra frente a ti no vuelve a caer.- Lanzó su bandeja con alimentos sobre el chico provocando la risa de los allí presentes, luego se alejó a toda prisa. ……… Ella abandonó la cafetería a toda prisa, sus manos temblaban y su corazón latía rápidamente aún así no se sentía triste ni temerosa, todo lo contrario. Extrañamente se sentía un tanto aliviada, aquel breve momento le había servido para descargar al menos un poco su enojo con aquel chico. Llevada por su emoción caminó con rapidez hacia uno de los baños donde se encerró, una vez allí se detuvo frente al espejo y se quedó viendo su reflejo. Si, había sentido alivio con lo que hizo pero no se sentía completamente bien. Sus grises ojos pronto empezaban a tornarse rojizos, sus comisuras se inundaban lentamente de lágrimas salinas las cuales amenazaban con salir. La sensación de alivio pronto desapareció y de nuevo volvió el dolor, quería aparentar ser fuerte ante Bryan y lo había logrado pero la verdad era que le dolía. Su corazón dolía bastante, no era fácil volver a ver a esta persona de frente a la persona con quien había experimentado el amor y también el dolor. El sonido proveniente de unos de los cubículos a sus espaldas la alertó, rápidamente secó sus ojos con la manga de su blusa, no quería dejar ver a quien estuviera allí que había estado llorando sus penas en secreto. - ¿Estás bien?.- Candance caminó hacia ella. - ¿Ah?.- Se lavó el rostro y luego le sonrió.- Si, todo bien. - Se que no hablamos mucho pero en verdad lamento mucho lo que ocurrió.- Se acercó y le ofreció un pañuelo. - Gracias.- Lo tomó.- Está bien, esto pasará.- Volvió a bajar la cabeza, sus ojos ardían. - ¿Por qué viniste si no te sentías bien?.- Se recostó del tocador. - Tenía que hacerlo.- Sonrió y le devolvió el pañuelo.- Gracias por preocuparte. Voy a estar bien. - Conservarlo.- Agitó su mano, sonrió y luego miró su móvil.- Es Cameron.- Miró a la chica a su lado y le sonrió.- Debo irme. Deseo que todo mejore para ti.- Tocó suavemente su hombro y luego se alejó. Ella observó atentamente a la joven rubia que se alejaba con su elegante caminar. Se preguntaba cómo era posible que una chica tan linda y simpática había terminado en una relación con quien consideraba el mayor cretino de la historia. Ante sus ojos Candance era una chica bastante atractiva, con una actitud encantadora e inteligente capaz de tener al hombre que quisiera. No entendía como esta encantadora joven perdía su tiempo junto al imbécil de Cameron Spencer cuando era obvio que este solo le importaba una sola cosa, él y solo él. ……… Candance había llegado a la vida de Cameron 1 año atrás, la chica había captado la atención del joven de forma inmediata, su figura, encanto y personalidad habían logrado cautivar a Spencer. A pesar de saber sobre los planes a futuro de sus padres y que estos jamás aceptarían a otra mujer que no fuera la chica Parker esto no le importó a Cameron. Siempre pensó en lo absurda y estúpida que era aquella idea, jamás se fijaría en Ella Parker. - Cam. - ¿Mnn? - Viendo lo que sucedió con Ella y Bryan...- Trepó en su regazo y envolvió sus brazos en su cuello.- Lo he pensado y quiero que le cuentes a tus padres sobre nosotros. - ¿Qué?.- Frunció el ceño. - Solo quiero que ellos sepan lo nuestro. Soy tu novia. - Candance.- Masajeo sus sienes.- Es algo complicado. - ¿Por qué?. - Ya te lo dije...- Suspiró.- Es complicado. - Si me explicaras porque es complicado yo no preguntaría lo mismo. - Ellos…- Se relamió los labios y rascó el puente de su nariz.- Ellos no lo van a aceptar…- Apretó la mandíbula y esquivó la mirada.- No te van a aceptar como mi novia. - ¿Qué? .- Bajó de su regazo.- ¿Por qué? Ellos ya me conocen, incluso me han visto contigo en las reuniones. ¿Crees que no saben lo que hay entre nosotros? - No lo saben.- La vio a los ojos.- Y aún si lo supieran créeme…no les importaría. - Eso es una estupidez, me estas mintiendo.- Sus ojos se tornaron acuosos. - No te miento.- Tomó su mano.- Por eso te digo que es complicado. - ¿Por qué?.- Negó.- ¿Por mi estatus social? Cam, mi familia está casi al mismo nivel que la tuya. Mis padres son respetados y conocidos y yo… - Shhhh.- Sostuvo su cabeza y tiró de ella acomodándola en su pecho.- Tranquila.- Besó su rubio pelo.- Mis padres no son personas clasistas, son muy sencillos. Ellos no ven la procedencia de las personas, eso es lo que menos les importa. - ¿Entonces por qué no me pueden aceptar?.- Sollozó. - Hagamos lo siguiente.- La tomó de los hombros y la alejó.- Voy a platicar con ellos, les hablaré de ti.- Sonrió.- Prometo que haré lo posible para llevarte ante ellos ¿De acuerdo?. - De acuerdo.- Sonrió. - Buena chica.- La volvió a cobijar entre sus brazos.- Deja todo en mis manos. Cameron sabía que le había hecho una promesa imposible a aquella chica, sabía a la perfección que sus padres nunca estarían de acuerdo con su noviazgo. A pesar de ello quería hacer el intento, Candance era su novia y tenía razón, no era justo que la viera a escondida como si estuvieran cometiendo un delito. Era la mujer que le gustaba, a quien quería, aquella que se acostaba sobre su cuerpo y lo envolvía regalando un dulce placer, era la indicada, no aquella chica molesta e hipócrita que tanto detestaba. Nunca estaría junto a Ella Parker sin importar que. No había posibilidad alguna que uno de ellos sintiera atracción por el otro, primero se congelaba el infierno antes de que él y aquella chica tuvieran un sentimiento distinto al odio. Eso decía y aseguraba Cameron Spencer. Ella regresaba a su hogar después de aquel día el cual fue un tanto desastroso, se sentía triste y desanimada. Una vez más se encerraba en su habitación y se quedaba allí en silencio y en soledad. Sus padres no sabían ya qué hacer o decirle para animarla, se sentían preocupados porque sabían muy bien que tan sensible era su hija. Los días pasaban y el ánimo de Ella no cambiaba se había vuelto un tanto distante y silenciosa. En la Universidad se aislaba de todos, ya no quería seguir escuchando como los demás se compadecían o se burlaban a sus espaldas. Han transcurrido alrededor de 2 meses y medio desde su ruptura con Bryan Simons, su corazón aún seguía doliendo, aquella herida no parecía querer cicatrizar. - ¿Se enteraron?.- 3 chicas hablaban de forma animada. - ¿Qué cosa? - Bryan Simons se comprometió. - ¿En serió? - Si, la prometida es la mejor amiga de mi hermana. Una chica de buena posición, su familia es poderosa. Su nombre es Laila. - ¿Tan pronto?. No hace mucho terminó su relación con Ella Parker. - ¿Cuál relación? ¿Acaso no lo sabes? Ella solo era la tercera rueda en esa relación. Bryan la utilizaba para engañar a su novia. - ¿Pero qué…?.- La chica se sorprendió ante la noticia. - Mi hermana me dijo que ellos han sido novios desde la preparatoria. - Bueno, si me preguntan…- La chica sonrió con picardía.- Yo hubiera preferido que eligiera a Ella.- Suspiró.- Es que se veían tan lindos. - Yo no opino lo mismo.- Hizo una mueca.- Porque al final la tal Ella resultó ser una mosca muerta. Se veía toda seria y bien portada y al final terminó queriendo robar el novio de otra. - ¿Tu que sabes?.- Empujó a su amiga. - ¡No!.- La empujó.- ¿Tu que sabes? - ¡Niñas!...- La tercera chica se detuvo en medio de ambas.- Deténganse… Las chicas estaban tan enfrascadas en su discusión que no notaron aquella presencia a sus espaldas la cual se alejaba lentamente. Ella Parker había escuchado todas las cosas que aquel trío tenía para decir. Desde el reciente compromiso de aquel que una vez fue su novio hasta ser catalogada como una mosca muerta. Enterarse que su exnovio ahora estaba comprometido con la que había sido su novia desde la adolescencia o descubrir que algunos la veían como una persona descarada capaz de entrometerse en una relación. No sabia cual de las dos le afectaba más, solo sabía que ambas dolían horriblemente. ........... - ¿Mamá? ¿Papá?.- Cameron caminó hacia la estancia. - ¿Sucede algo Cam?.- La señora Spencer detuvo su programa. - Hay algo que me gustaría platicarles.- Se sentó en el sofá frente a ellos. - Claro hijo.- El señor Spencer bajó su periódico. - Bueno…- Tragó con pesadez. - Mi hijo está muy serio.- El padre bromeó.- Debe ser algo importante. - De hecho si.- Aclaró su garganta.- Papá, mamá…Desde hace tiempo quiero decirles que...- Jugaba con sus manos.- Estoy en una relación. - Cam.- El señor Spencer suspiro. - Papá, en verdad la quiero. Es una persona maravillosa, hemos estado juntos desde hace un tiempo.- Rascó la punta de su nariz.- Sin que ustedes lo supieran. - Cameron.- El padre se levantó.- Ya hemos hablado al respecto de esto. No pienso cambiar de opinión. - Cariño.- La madre tomó la mano de su esposo.- Escúchalo primero. - No voy a escuchar nada.- Habló en tono molesto.- Estoy cansado de hablar lo mismo.- Apuntó a su hijo.- No me importa lo que tengas para decir, mucho menos me importa a quien tengas para presentar. Quienes tienen la última palabra somos tu madre y yo…Y tu ya sabes cual es nuestra decisión.- Se alejó. - ¡Cariño!.- Siguió a su esposo. - Como quieran...- Murmuró.- Pueden insistir cuanto quieran, no voy a aceptar estar junto a Ella Parker y no me importa lo que hagan, no lograran lo que tanto desean.
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