Capitulo 2

4323 Words
Nuevamente estoy en mi habitación, odio al igual que mi hermana los secretos y papá comenzó de nuevo con ellos; me mandó a quedarme de nuevo aquí mientras él y mi hermana discuten en el estudio, me asomo por la ventana de mi balcón, llueve fuertemente, las gotas azotan contra el cristal y los truenos se hacen presentes. No tengo ni la más remota idea de lo que pasa, ¿a qué se refería mi hermana con eso de la carga demoniaca? lo curioso es que Jade no tiene poderes, ¡vaya! al fin tengo algo que Jade no. Recuerdo que mi móvil está en silencio, camino hasta la puerta y pongo el pestillo, quiero hablar con Carter, quizás él pueda saber algo, me encamino hasta mi cama y me siento tomando el móvil que se encuentra sobre mi buró, tecleo en él y envío —Necesito hablar contigo, sé discreto y ven a mi habitación, usa eso de ocultar tu aura por que Agata está abajo con papá— veo como su conexión cambia poniéndose en línea y las famosas palomitas azules aparecen, suspiro, no puedo negarlo, siento algo muy fuerte por Carter, pero no puede ser, cuando rompimos dejamos todo muy claro, él me veía como una inocente chica con aires de hermana menor y no como a alguien que él pudiera desear de verdad, eso dolió y mucho aun así decidí aceptar las migajas de su amistad, por lo menos así lo tendría por unos momentos. Una sombra negra atraviesa el cristal de mi ventana, sé que es él, toma su forma humana y me mira con sus intensos ojos zafiro —¿Me extrañaste? — —No lo suficiente— bromeo mientras él hace un puchero siguiendo el juego —¿Me quieres? — Pregunta y solo respondo sonriendo —Muérete a ver si lloro— —Que cruel, yo si te quiero y te cuido y tu pidiendo que me muera— —Ya, solo era una broma, anda, siéntate— Palmeo el colchón justo a mi lado, él se sonroja y traga en seco —Eh mmm bonita pijama— arqueo mis cejas, luego recuerdo que solo estoy vestida con un diminuto short y blusa holgada desgastada sin sostén, ¡Demonios! ya me vio hasta la conciencia, me sonrojo más de lo posible y tomo una almohada cubriendo mi pecho —Pervertido— —Tu fuiste la que me dijo que viniera, sabes que no tengo la mínima intención de verte en paños menores— Una parte de mi reacciona herida, definitivamente no podría ser su fuente de deseo, pero es un poco cruel al decirlo, suspiro y decido cambiar el tema —Solo te llamé porque eres el único ser sobrenatural que puede orientarme sin restringirme información alguna— mi tono serio lo toma por sorpresa, sabe que metió la pata, solo hablo con seriedad cuando estoy molesta; pone su mano sobre la mía y dice —Amber, no fue mi intención herirte— —Que me hirieras me dejó de importar hace mucho tiempo— de pronto una calidez envuelve mi mano, miro hacia ese punto y de nuevo está envuelta en llamas, pero sigue sin dañar a nadie o por lo menos no quema a Carter; sus ojos se agrandan al ver lo que sucede —A-Amber— balbucea quedamente y retira su mano, levanto la mía a la altura de mis ojos y muevo mis dedos, las llamas solo cubren mis manos, pareciera poder controlarlo —Esto es lo que pasa, mi papá dice que es piroquinesis, pero Agata cree que es algo más serio, de hecho, aún están en el estudio de papá discutiendo eso, ahora me toca a mí que me oculten cosas y no es agradable, sí te llamé es porque pensé que podrías ayudarme— —Amber yo...— —Está bien, no tienes que decir más Carter, no es tu responsabilidad ser mi niñera, ya he abusado bastante con las clases extras de álgebra y contándote mis problemas como si pudieras darme una solución, lo mejor será que ya no nos hablemos— —Pero Amber, no seas inmadura, no se trata de no hablarnos— —Debí hacer esto cuando rompimos, no podemos tener una relación sana cuando uno de los dos está roto— Susurro levantándome de la cama mientras camino hasta mi ventana, por primera vez debo reconocer honestamente que me equivoqué, Carter siempre está ayudándome, jamás puse una distancia entre nosotros cuando rompimos, jamás cerré un ciclo y me hice dueña de su tiempo cuando en realidad no hay nada, regla de oro, no puedes ser amiga de tu ex. Suspiro y se me escapa una lagrima traicionera, me giro sobre mis talones dándole la espalda y escucho sus pasos acercarse —Amber por favor no te comportes como una niña— —Tengo diecisiete y tu como cinco mil años, jamás entenderás nada que no sea estar en la cama con una mujer— —¡No se trata de eso carajo! — Suelta alzando la voz, lo encaro molesta, noto como traga en seco y solo me queda decir —Hazme un último favor, guarda el secreto y lárgate de aquí, no quiero saber de ti nunca— Su mirada refleja tristeza, pero el ceño fruncido podría interpretarse como ira acumulada, no lo sé, pero lo que si espero es no verlo más —Amber yo siempre te estaré cuidando, sabes que hubo algo especial entre nosotros y.…— —Y cuando quise algo más serio te fuiste, quise estar contigo de todas las formas posibles y tu reacción fue desaparecer por una semana sin darme razones y enterarme por Ryder que te acostaste con una chica que conociste en un bar— Su mandíbula se tensa —Estúpido Ryder— Suelta entre dientes apuñando sus manos —Esto jamás fue especial, mientras yo traté de hacer las cosas bien, de ser una buena novia para ti, tu rompiste el único lado sensible que tenía, bien dicen que los cuentos de hadas y el amor verdadero son mentiras— Mi voz comienza a quebrarse, tantas cosas que me callé cuando esto acabó y al fin me toca liberarme; las lágrimas caen descontroladas y veo como alza su mano para querer acariciar una de mis mejillas, pero le doy un manotazo, no quiero que me toque —Amber— Su voz dulzona suena más enternecida de lo normal, pero no caeré, siempre usa ese tono para conseguir algo —Solo vete Carter, vete— Suspira y su cuerpo se convierte en una sombra que desaparece al atravesar el cristal, corro hasta mi cama y me dejo caer sobre el colchón llorando todo lo que no pude llorar cuando me dejó.   ******      ******   —Come little children i'll take thee away into a land of     enchanment    Come little children the time's come to play    here in my garden of shadows— la obscura melodía suena una y otra vez, me levanto del suelo lleno de hojas, estas forman una espesa alfombra quebradiza y de colores que van de los rojizos al cobre, comienzo a caminar por el sendero mientras admiro la belleza otoñal de los árboles a mi alrededor, el cielo delata un atardecer, pero no como cualquier otro, los tonos naranjas y violetas se marcan de una forma espectacular en el cielo transmitiéndome cierta felicidad y paz, sonrío al notar a un pequeño búho sobre una rama; miro al frente y un claro aparece, pero al seguir caminando noto que en realidad es un barranco aun así me arriesgo a seguir adelante y justo cerca de la orilla suspiro y mi cuerpo se envuelve en llamas, me siento en paz por unos instantes hasta que un dolor en mi pecho me hace caer de rodillas, el dolor se intensifica más y más dificultándome el respirar, trato de gritar pero no puedo —Todos tenemos una máscara, ¿cuál es la tuya Amber? — pregunta una voz masculina que no logro reconocer, intento levantarme, pero el dolor me tiene completamente paralizada —La hora casi llega y cuando eso suceda deberás tomar tu lugar— lucho por levantarme, pero no puedo, sacudo mi cabeza, pero ni siquiera puedo alzar la vista, ¿Quién es el dueño de esta voz? —Amber, Amber despierta ¡Amber! — La voz de mi hermana mayor hace que abra los ojos de golpe, estoy sudando, ¿que significó todo ese sueño? Los ojos de Agata me observan con preocupación, se sienta a mi lado —¿Estás bien? — —¿Qué hora es? — —Las tres treinta de la madrugada, perdón por despertarte, acabo de salir del estudio de papá, mamá estuvo con nosotros en cuanto Jade y Dominick se durmieron— Limpio mi frente con una de mis manos, mi respiración aun es agitada —Tuve un sueño— —No me lo digas, solo toma mis manos y mírame a los ojos, así lo veré todo— Hago lo que me pide y sus ojos centellean azul neón, es como ver un par de focos Led frente a mí, incluso lastima un poco mis ojos; aunque de pequeña siempre tuve roces con Agata, sé que es capaz de cualquier cosa para protegerme y  justificarme, aún recuerdo cuando le regalaron su auto, yo me enfadé porque papá solo me dio un ordenador, pero no era mi cumpleaños y me encapriché, por suerte ella vio por mi para que no me mandaran al internado en Londres; mis manos se liberan de su agarre, Agata me mira aún más preocupada —Amber, esto es muy serio, papá se niega a decírtelo todo en este momento, no porque sea mal padre sino por el hecho de que no cree que estés lista, pero confió en que sabrás manejarlo— —Ilumíname, todo esto es demasiado confuso— —Hace un año más o menos, el libro de los condenados comenzó a sacudirse violentamente, Ian me lo mencionó, pero no quise prestar mucha atención que digamos, pero una mañana el libro me atacó con energía obscura, tuve suerte de repelerla y pude abrir el libro para saber qué es lo que pasaba, las últimas páginas estaban en blanco, pero en ese momento comenzaron a llenarse, el texto se hacía cada vez más claro y es ahí que supe que algo muy malo se acercaba— Escucho con atención cada una de sus palabras, honestamente esto suena intrigante y con cierto toque de película de ciencia ficción tipo Spielberg, Agata suspira y continua —Hermana, existen siete pecados capitales, nuestros tíos, Zeth, Lucius y George son los únicos príncipes demoniacos que quedan, papá se liberó de su poder, tío Rodge es el ángel de la muerte, tío Joe fue asesinado y Flegias se convirtió en la cena de Lucifer— —Eso ya lo sé— —Lo que no sabes es que los gobernantes se van, pero los círculos necesitan quien los gobierne, tío Zeth gobierna dos y tío George y Lucius un círculo cada uno, restan tres— —Lujuria...— Susurro entre dientes, pero Agata retoma la palabra —Lujuria, Pereza y Herejía, son los círculos de papá, tío Joe y tío Rodge— —Y ¿que se supone que tiene que ver eso conmigo? — —El destino de papá era tener solo dos hijos, mi destino era gobernar la tierra junto a la bestia, pero si te das cuenta la historia es diferente, la bestia jamás logró su cometido y a causa de eso los círculos reclaman a sus gobernantes, no eres mala Amber, pero tienes algunos parecidos con tío Joe— me sobresalto y me pongo a la defensiva —¿Como sabes eso? ni siquiera lo conociste— —Por qué papá me lo mostró, Amber la esencia demoniaca está en ti porque eres la hija de un demonio— —Pero ¿por qué no Jade? — —Porque es más débil, no te aproveches de lo que te diré, amo a nuestra hermana, pero en el sentido sobrenatural es débil, jamás podría con tus poderes, es muy temerosa y aunque ahora se ha vuelto un tanto fastidiosa no es especial como tú, debo decir que admiro tu tenacidad, ¿que no recuerdas que fuiste la que pudo darse cuenta de mi mensaje cuando los vigilantes me llevaron? No tuviste miedo, estabas preocupada y sé que Jade se acobardó, es por eso que el poder no la eligió a ella, Amber, tienes un don especial, pero debes romper el esquema— —Pero si lo rompo condenaré a alguien más— respondo asustada, esto es una mierda, incluso me siento mareada, no puedo ser la futura gobernante del infierno, yo quiero una vida normal, pero no puedo dejar que esto joda a alguien más —Amber, te prometo que haré que salgamos de esta, no sé cómo, pero tú no te convertirás en gobernante, no serás la sucesora de tío Joe así me cueste la vida— —No digas eso hermana— —Tienes que ser fuerte y poner todo de tu parte para salir adelante, en el último circulo, en la parte más profunda se encuentra Lucifer encadenado, junto a él se encuentra la parte demoniaca de Papá, tío Joe y tío Rodge, mientras dos de esas almas demoniacas buscan renacer, una de ellos tratará de poseerte y hacer que hagas su voluntad, si tienes poder es porque nos guste o no al igual que yo eres hija de Asmodeo y al haber rivalidades entre demonios, tus dones son como una especie de regalo para que puedas defenderte– —Ya me duele la cabeza— —Lo siento, pero es necesario que sepas todo, de hecho, considero que alejarte de aquí, tratando de llevar una vida humana tranquila puede que desinterese al círculo de la pereza reclamarte— —Y ¿A dónde se supone que iré? — —Puedes venir conmigo— Por mi mente pasa la imagen de Carter, él es muy allegado a Ian, bueno es parte de su banda, no puedo estar cerca de él, aunque no sé si seguirá asistiendo a mi escuela haciéndose pasar por un adolescente común. Por otro lado, no sé si quiero a mi papá cerca con su carácter cambiante y a la molesta de Jade, ir a Londres con tío Zeth es demasiado, Virginia con tío Lucius sería como estar sola, lo mejor es hablar con tío George —¿y bien? — Pregunta sacándome de mi trance, suspiro y niego con la cabeza —No quiero estar cerca de Carter, no puedo arruinar la relación que hay entre Ian, tú y él es injusto llegar a tu casa y prohibirte que lo recibas— —¿Qué pasa con él? pensé que la llevabas bien con él— —Agata, entre él y yo hubo mucho y nada, no quiero estar cerca de él ni nada que me lo recuerde, Ian y tu viven en su casa en Lincoln y están por casarse y simplemente no quiero ser el pitufo gruñón de su hogar— —Entonces lo que dijo Ryder resultó ser verdad— —¿Que? — —Sabía que tú y Carter andaban, por Ryder me enteré que se terminó por que Carter metió la pata— —Yo diría que metió otra cosa en alguien más— Mi hermana sonríe al escuchar mi agrio y dolido humor —A donde vayas dímelo, estaré al pendiente de ti y sabes que cuentas conmigo e Ian para todo— Se levanta de mi cama y comienza a retroceder un poco, sus ojos centellean azulino —Ian te manda recuerdos, debo irme, te veo pronto hermanita— —Saluda a mi cuñado de mi parte, te quiero tortuguita y gracias— me da un guiño y desaparece, miro el reloj sobre el buró, son las cuatro y treinta, el tiempo vuela; debo hablar con tío George cuanto antes, es con el que me siento más a gusto, sé que no me fallará.     ******      ******   Miro a la chica frente a mí, en verdad el espejo suele ser un compañero cruel, grandes círculos negros rodean mis ojos, parezco una panda pero sin lo adorable, mi cabello castaño se encuentra enmarañado y mi piel a pesar de ser morena se ve pálida, flacucha, desaliñada y fea, eso es lo que miro en el espejo además de mis feos vaqueros desgastados que en realidad solo los uso por lo cómodos, una polera que alguna vez fue rojo brillante, ahora luce algo así como rosa-anaranjado y ridículas pantuflas con forma de perro pug; suspiro y tomo el peine para comenzar a cepillar mi cabello, escucho el golpeteo en mi puerta, quizás sea Jade, camino hasta mi puerta y abro, para mi suerte es papá vestido en uno de sus trajes de diseñador —Buenos días, luces muy formales— —Tengo una junta en mi despacho cariño, solo que antes vengo a hablar contigo— —pasa— Asiente y toma el banco de mi tocador, sé saca la americana y acomoda su corbata —Agata ya me lo dijo todo— —Pequeña, solo no quiero angustiarte— —No te preocupes, eso también me lo dijo, solo que ya tomé una decisión— —Dime— —Quiero irme con mi tío George— Suelta una pesada respiración mientras cierra los ojos y frunce el ceño al mismo tiempo, cuando los abre solo me mira fijo —No quiero que te alejes de mi— Me acerco y me siento en el suelo recargando mi cabeza en su pierna —No me alejaré de ti, te amo papá al igual que amo a mamá, pero tú ya no puedes ayudarme, no puedes hacer nada por que te redimiste, mamá te necesita y Domi también— —odio haberte condenado de esa manera— —No fuiste tú, fue Asmodeo, además lo peor que puede pasar es que me convierta en princesa de un círculo del infierno y te haga maldades como tío George— alzo la mira y noto una leve sonrisa, lo más seguro es que crea que me tomo esto a la ligera, pero estoy más preocupada que él, soy una adolescente y con eso mi vida ya de por si es complicada, con esta carga es peor, pero bastante ha hecho el viejo por nosotros —Tienes razón, aunque prefiero que no caigas— —Está bien, no caeré— —Por cierto, pasó algo extraño— —¿Que? — —Me llamó Carter, tu amigo caído— me pongo rígida y me incorporo, papá solo juega con la punta de su corbata —¿Que quiere? — —Solo saber si estabas bien, me extrañó que no te llamara así que sospeché que algo malo pasaba y lo amenacé, pero quiero saber cómo estás— Suspiro aliviada y decido responder —Bien, solo dolida, no quiero saber nada de él— —¿Te lastimó mucho? — —Quédate tranquilo, no llegó a tercera base, pero hizo cosas que no lastiman físicamente sino de otra forma— —Cuando eras una niña siempre demostraste ser fuerte— se levanta del banco mientras yo solo estoy mirando al piso de brazos cruzados, el dolor que Carter dejó esa vez apenas comienza a salir —También tengo mis debilidades papá— —Solo te diré que no debes cerrarte, Carter es un imbécil hijo de perra, algo que no mereces, pronto llegará alguien y ese alguien te quitará todo ese resentimiento— —Es raro que quieras que encuentre a alguien, eres mi papá se supone que tú debes de decir que los novios son monstruos que se comen a las niñas y cosas así— Sus brazos me rodean y correspondo —Pero tú ya no eres tan niña y me has demostrado ser más madura de lo que creí, Amber, Jade ha decidido irse a Londres con tu tío Zeth— Rompo el abrazo y escandalizada grito —¡¿Que?!— me toma por los hombros para luego decir —Tu hermana es una adolescente común, que a pesar de las buenas notas tiene malas compañías o eso fue lo que descubrí, así que para evitar que se deje llevar por ellas decidimos que sería lo mejor— —¡Wow! y yo que pensé que la mala era yo— —No todo lo que ves a simple vista puede ser bueno, hay quienes parecen malos, pero no lo son, quizás solo sean máscaras para alejar a los curiosos—   Me da un guiño y revuelve mi cabello con una mano, sonrío, siempre me ha gustado que haga eso con mi cabello, aunque Jade siempre se fastidiaba porque decía que solo a los perros se les acaricia la cabeza, en fin, me libera del abrazo y camina hasta el banco para sentarse nuevamente —Entonces, ¿te irás a Nueva York con George o prefieres quedarte aquí? respetamos tu decisión Amber, pero creo que la casa se sentirá un tanto vacía— Creo que a papá ya le pegó la nostalgia, me dejo caer sentada sobre mi mullido colchón, suspiro, la verdad si los extrañaré, Jade no está, mamá tendría su atención para mí y mi pequeño hermano y papá compartiría tiempo conmigo, eso suena genial, pero quisiera poder probar otras cosas por mí misma —La verdad sabes que siempre he tratado de ser independiente y completamente distinta a mi hermana, así que creo que debería pasar un semestre en Nueva York, hacer lo que me queda del instituto allá, pero prometo volver aquí para hacer la universidad— —¿Estás segura? — —Si— —Bien, aunque no lo creas, sabía lo que responderías reservé tu boleto para después de las fiestas navideñas y llamé al instituto, el decano tendrá tu documentación lista en una horas— —¡Wow! a eso le llamo rapidez— —Yo le llamo: quiero lo mejor para mi hija— me observa unos momentos con su gran sonrisa, algunos mechones de su cola de caballo pasan por su hombro hacia adelante cayendo sobre su camisa azul claro, a veces pienso que tiene finta de modelo, no es como los demás padres que se descuidan y se dejan la panza cervecera, papá cuida su físico y más ahora que es "un frágil humano" como suele decir, a sus cuarenta y tantos tiene pocas marcas de vejez que lo hacen ver mucho más joven de lo que realmente es, aunque mamá no se queda atrás, mi duda es, con tan buenos genes ¿cómo es que yo no tengo nada de atractivo? —Bueno Amber, debo ir al trabajo, tú te quedarás con tu madre y hermano en casa— dice sacándome de mi ensoñación mientras se levanta y se pone la americana, parpadeo un par de veces y me da un escalofrío, no entiendo el porqué, en verdad es raro —Papá— lo llamo y se acerca a mí, me acuna el rostro y me mira tiernamente —Pequeña, si cambias de decisión no me enojaré, me haría muy feliz que te quedaras y creo que ya es hora de dejar de ser el malo del cuento— —No eres malo— —Pero me he equivocado contigo cuando tú no eres en nada parecida a Joe— —Tengo actitudes similares— —Lo que los diferencia es lo importante— Besa mi frente y nuevamente revuelve mi cabello se dirige hacia la puerta y sale de mi habitación, sonrío pero otra vez me recorre un escalofrío de la cabeza a los pies, esto no es bueno, mis manos sudan y al mirarlas noto que están envueltas en llamas pero esta vez de un color verde esmeralda, definitivamente algo no anda bien; me levanto de la cama y salgo de mi habitación, bajo las escaleras corriendo, veo a mamá en la entrada de la mansión, escucho el auto arrancar y ella alza su mano, corro hasta donde esta —Mamá— suelto agitada, su atención va a mí y pregunta preocupada —¿Todo bien cariño? — ignorando su pregunta la paso de lado saliendo de casa, corro, aun logro ver el auto de papá, no ha salido de la propiedad, veo que la reja se abre —¡Papá! — grito haciéndole señas, mis palpitaciones aumentan, saca su mano por la ventanilla haciéndome una seña de despedida y sale, un escalofrío hace que caiga de rodillas y es ahí cuando escucho un fuerte impacto, el sonido es aterrador, las alarmas se encienden y me levanto del suelo, miro hacia atrás, mamá corre aterrorizada y sin esperar me adelanto, salgo de la propiedad y mis ojos se inundan con lágrimas al ver el auto de papá destrozado —Santa mierda ¡Papá! — grito y corro hasta el auto, miro por su ventanilla pareciera inconsciente, su rostro está sobre la bolsa de aire, intento abrir, pero la maldita puerta está atorada —¡Dominick! — grita mi madre sollozante, la miro y luego pongo mi atención en cómo sacar a papá —Llama al novecientos once, yo trataré de sacarlo de ahí— Con sus manos temblorosas busca el móvil en los bolsillos de sus vaqueros —Vamos fuego por primera vez sirve de algo y ayúdame a sacar a papá— mis manos se envuelven en llamas, pero al ponerlas sobre la puerta del auto esta no se funde —¡Vamos mierda funciona! — grito y las llamas cambian a un rojo intenso fundiendo la manija de la puerta, esta cede y cuando papá está a punto de caer fuera del auto logro atraparlo, pero no puedo sacarlo, su pierna está prensada en el interior.  
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