Capitulo 3

4405 Words
Después de dar explicaciones a los paramédicos y rescatistas al tipo de película de ciencia ficción por la manija derretida del auto, mi tío Lucius apareció y utilizó ese truco al estilo hombres de n***o con neuralizador y les fundió el cerebro para que se tragaran el cuento de que la fricción durante el impacto provocó que la manija se deshiciera. Nos encontramos en la sala de espera del hospital, tío Zeth y tío George también están con nosotros, aunque mamá intenta hacerse la fuerte sé que está más que preocupada por el accidente y camina por los pasillos para distraerse; la verdad me siento agradecida de que tío Lucius sea médico y pueda encargarse del caso de papá, hace más de cuatro horas que están en cirugía, no sabemos qué tan grave sea, yo me siento miserable, ver a papá inconsciente en la camilla me provocó una impresión muy fuerte; es un alivio que Domi no viera nada y se quedara en casa con Matt. —Hija, guarda la calma— La voz de tío George me saca de mis pensamientos, parpadeo y respondo —Estoy calmada— —Tus manos están en llamas— las miro, llamas azul neón las rodean, suspiro y estas desaparecen y en la sala aparecen tío Lucius y mamá —¡Lucius por favor ya habla! — —Annie, si te pido que sea frente a todos es por tu reacción ¿ok? así que cálmate y siéntate— —Lucius— —Solo hazlo Annie— interviene tío Zeth en la discusión, mamá cierra los ojos frunciendo el ceño, está molesta, toma asiento a mi lado y toma mi mano, tío Lucius se acerca un poco más y con las manos en los bolsillos de la bata suelta una pesada respiración —Hermanos, Annie, Amber... Dominick, Dominick está en coma— —¡¿Que?! No no puede ser, Lucius dime que es mentira por favor— grita mamá levantándose de golpe, su rostro lleno de lágrimas me hace sentir un hueco en el estómago, es una noticia demasiado impactante, no puede estar pasando —Annie, lo siento mucho, pero Dominick recibió un fuerte impacto desde su cuerpo hasta su cabeza, la verdad odio dar las malas noticias más que se trata de mi propio hermano, pero no es un demonio, su cuerpo es frágil y.…— mamá suelta un sollozo desgarrador, tirándose de rodillas al suelo, tío Zeth trata de tranquilizarla y tío George me pasa un brazo por los hombros abrazándome, papá está en coma, pero no entiendo que hay más allá, por primera vez veo a tío Lucius derramar lágrimas, un escalofrío me recorre y las llamas azul neón envuelven mis manos nuevamente, una revolución de sentimientos se mueve en mi interior, no sé cómo tomar esto y más considerando el hecho de que para mí no es creíble —Annie— Solloza tío Lucius mientras trata de que salgan las palabras se aclara la garganta y retoma la palabra —Annie, Dominick no saldrá de está, cayó en coma, pero a pesar de que hicimos lo posible para detener la hemorragia cerebral hay mucho daño, ni mis poderes demoniacos pueden hacer nada por que nosotros no podemos dar vida, solo estamos esperando Annie, en verdad siento fallarles así— —¡No! — El desgarrador grito de mamá me altera, las llamas se expanden más, comienzo a temblar y se me complica el respirar, necesito aire, necesito ver con mis propios ojos a papá —Tranquila Amber— susurra tío George dando un apretón en mi hombro, pero todo este conjunto de emociones estalla como si fuera a generar una catástrofe nuclear peor que la de Chernóbil mi mamá se gira para verme, sus ojos se encuentran muy abiertos pero la expresión de tristeza de su rostro me es más desesperante, mi pulso se dispara al máximo —Amber— Susurra, pero me siento fuera de mí y comienzo a correr, en mi cabeza solo está ver a papá —¡Amber! — Gritan al unísono mientras me alejo por los pasillos, paso varias habitaciones tratando de localizar la sala de recuperación hasta que al fin en uno de los muros logro ver el cartel indicando la entrada a dicha sala, las puertas se abren como por arte de magia, no entiendo si yo lo esté provocando pero eso no importa, en estos momentos lo importante es ver a papá; Al entrar camino por el largo pasillo, hay varias camillas en los distintos cubículos con ventanillas y puertas de cristal permitiendo la vista hacia los pacientes, los colores blancos y grises tristes rodean la sala, olor a cloro y el desesperante sonido del bip que tienen los horribles monitores, suspiro bajando un poco el paso, pero un escalofrío me recorre y es ahí cuando mis pies se paralizan al toparme con la puerta del cubículo del fondo, mis ojos tiemblan al ver a aquel hombre que alguna vez creí invencible, mi super héroe de historietas completamente derrotado sobre la camilla, una sonda azul celeste entra por su boca, un indicador aguarda en su dedo y el estúpido bip es más lento de lo normal, abro la puerta y trago en seco, las llamas que me rodean se vuelven más intensas y de pronto un haz de luz aparece al lado de su camilla cegándome al grado de lastimar mis ojos, mi reacción es cubrirme con un brazo —¿Que eres? — pregunto con rabia, pero la luz toma forma de una silueta para después aparecer un hombre igual a tío Lucius vestido con un traje a la medida en color gris obscuro, su cabello con el peinado peculiar de todos menos el de tío George, él odia el cabello largo; mis ojos se abren cual platos por la impresión y la confusión, de pronto él me mira risueño —Tú debes ser mi pequeña sobrina Amber— Sus ojos son iguales a los míos, es tío Rodge no cabe la menor duda de ello, no lo conocí, pero sé que es hermano gemelo de tío Lucius y al igual que a mi hermana y a mí, solo se les distinguía por el color de ojos, la verdad me es sorprendente el hecho de verlo los únicos gemelos que conozco además de mis primos y Caleb y Carter y ahora él que es una réplica exacta de mi tío Lucius. Me acerco a él cautelosa, pero frunzo el ceño al recordar cuando mi hermana mencionó que él era un ángel de la muerte —No te llevarás a papá— suelto en tono amenazante mientras la llamas pasan a un tono verdoso, mis manos forman puños, no puedo permitir que eso suceda, necesito a papá, todos lo necesitamos y no se puede ir así, apenas comenzamos a llevarnos bien, tenemos al fin algo en común que Jade no puede arruinar, Agata sueña con que él la entregue el día de su boda y Domi adora jugar con él y escuchar sus historias como alguna vez yo las escuché; él me encara y responde —Amber, tu padre es humano, tuvo su vida, la disfrutó y como cualquier otro tuvo un accidente y le llegó su hora, no es algo que puedas impedir— Dice en tono algo cortante, es extraño escuchar ese timbre de voz idéntico a tío Lucius, pero sin sentimiento alguno que pueda reflejarse, alguna vez escuché que tío Rodge era el más serio de los hermanos, mal carácter, muy directo, algo soberbio, pero también escuché que jamás se rendía y fue un hermano ejemplar, todo un amor cuando mi hermana mayor nació. —¡Te lo llevarás sobre mi c*****r maldito ángel de mierda! — Grito fúrica, algo fuera de mí, me abalanzo sobre de él y las llamas nos envuelven —¡Amber! — Grita mientras me mira con cierto temor, suelto un grito lleno de furia y en un abrir y cerrar de ojos aparecemos en medio del pantano, un lugar donde ya he estado, es la parte que a mi ver hace un poco aterradora a Nueva Orleans, con sus alimañas, bichos y lodo pegajoso junto a los terribles cocodrilos devora hombre; Suelto a tío Rodge y miro a mi alrededor algo confusa, casi anochece, el sol se pone a las orillas del Mississippi logrando que el cielo y el río se unan en uno solo con sus colores rojizos y violetas, un atardecer hermoso con el cual se me viene a la cabeza la primera vez que Carter me besó —Amber no es decisión mía que Dominick parta, a mí también me duele, es mi hermano y ustedes mis sobrinas— Dice sacándome de mi ensoñación, parpadeo un par de veces carburando sus palabras y con dolo respondo —También está mi pequeño hermano, no es justo que pierda a papá sin casi conocerlo, ¡No es justo para mamá! y aunque seas mi tío te juro que venderé mi alma al demonio con tal de que él viva— mis ojos se humedecen a consecuencia de las lágrimas que amenazan con salir —No digas cosas que harán que te arrepientas, me doy cuenta de la fuerza demoniaca que tienes, no es bueno que retes a esa fuerza, puede destruirte— Las llamas azul neón vuelven a rodearme y doy un paso atrás, ¿cómo que destruirme? entiendo que soy mitad demonio, pero sé que puedo con esto, Agata pudo —Salvarlo quizás sea la única cosa buena que habré hecho por él y no pienso desaprovechar la oportunidad— —¿Y si te digo que la única forma es convertirlo en demonio de nuevo? va a sufrir más que estando muerto, condenarás su alma de nuevo, Amber— —Él estaba dispuesto a buscar a mamá en todas sus vidas, creo que él preferiría no verla sufrir y así tenga que neutralizar a la bestia de Asmodeo de nuevo para sanar a papá, lo haré— Tío Rodge da un paso al frente, me pongo alerta, mi pulso se dispara y mis pupilas se dilatan, aunque no siento escalofríos no sé qué esperar de él, me toma de las manos y suelta un suspiro —Jamás imaginé tener a una sobrina tan obstinada como yo, pero estoy muy orgulloso de ti, además de hermosa eres muy valiente Amber, en algunas cosas diremos que te pareces a mi— Sonríe y libera una de mis manos para después acariciar una de mis mejillas —A pesar de ser un ángel, extraño a mis hermanos y desearía caer de nuevo, pero debo de estar seguro de que si caigo me dejarán aquí y no me encadenaran en el infierno; pequeña tienes un plazo para analizar la situación y traer de vuelta a Dom— —¿Cuantos días? — —Tienes dos semanas, no puedo darte más, diré a los de arriba que permitan a su familia asimilarlo, así podré hacer una distracción, pero si en ese plazo no lo logras vendré por él— Me mira a los ojos, es la primera vez que miro a alguien con mi mismo color de ojos y me pierdo en ese extraño color ambarino dorado —Hecho— Besa mi frente y da un paso atrás —Debo irme— mis ojos se agrandan, no sé cómo demonios volver a casa, para empezar, no sé cómo llegué aquí —Espera ¿y yo? — —George ya está cerca, cuídate mucho— Nuevamente se transforma en un haz de luz, suspiro en cuanto desaparece, miro a mi alrededor y camino hasta una gran roca, por lo menos si espero lo haré sentada, solo ruego por que un maldito cocodrilo no aparezca, sino la muerta seré yo, ya me imagino, el epitafio de mi tumba dirá: aquí yace Amber Stargees, amada hermana e hija devorada por un siniestro cocodrilo; de pronto un fenómeno que para mí es muy familiar sucede, la extraña neblina negra comienza a hacerse presente y toma forma, mi pelirrojo y rebelde tío George aparece —¡Wow! no me digas que desapareciste a Rodge del mapa— Pongo los ojos en blanco y respondo —No exageres tío, solo me agarró en mis cinco minutos, pero ya arreglamos las diferencias, ahora por favor llévame con mamá, tengo algo muy importante que decirles a todos— —Pues tu pudiste llegar aquí, ¿Aun no aprendes como desmaterializarte? — Pregunta arqueando las cejas, me levando de la gran roca y camino hasta él, mirándolo con cara de pocos amigos —Si realmente supiera no te pediría ayuda, por favor tío es importante— suplico con mis manos juntas, suspira —Seguro que lo es, pudiste hacer que Rodge se fuera y aplazar la partida de Dom— —¿Como sabes que él estuvo conmigo? — —Aunque ahora sea un ángel, puedo sentir su aura, los demonios sentimos todas las auras excepto las de los...— —Íncubos, por eso papá jamás sintió a Ian— —Así es, no sentimos ni a los íncubos ni a los súcubos, bien, dame la mano y cierra los ojos para que no te marees niña— Obedezco y respiro profundamente, siento un poco de frío y luego el clima vuelve a cambiar —Ya puedes abrirlos Amber— De inmediato abro los ojos y a la primera que miro es a mamá, se acerca y me abraza, correspondo y al fondo en la cama de hospital miro a papá, se me hace un nudo en la garganta y un hueco en el estómago al verlo así, jamás me imaginé en esta clase de situación —¿Dónde estabas? ¿estás bien? — pregunta mamá nerviosa, mirándome de pies a cabeza tomándome por los hombros —Tranquila, solo no sabía cómo aparecer de vuelta— —Amber, sabemos que Rodge estuvo aquí, pero queremos saber qué fue lo que pasó, Dominick aún está con nosotros— La intervención de tío Zeth con su voz suave me sorprende, jamás lo había oído tan tranquilo —Necesitamos hablar todos, ¿Dónde está tío Lucius? — —Aquí estoy— Responde apareciendo en medio de la habitación —Hija, lo que sea que te haya dicho por favor habla— Dice mamá, sus ojos reflejan esperanza, sé que ama a papá con todo el alma, así que espero que acepten la propuesta, me aclaro la garganta —Bien, emm tío Rodge me dio un plazo de dos semanas para traer a papá de vuelta— —Tu papá sigue aquí Amber— —No entiendes tío Lucius, papá jamás se recuperará siendo humano y lo sabes, la única forma de que viva es invocando de nuevo a Asmodeo para encerrarlo en el cuerpo de papá, es lo único que lo salvará— Mamá camina hasta la cama donde se encuentra papá, toma su mano y lo mira con ternura —Te amo demasiado Dominick— —Amber, condenarás a tu padre al infierno de nuevo, no sabemos cuándo podrá volver a reclamar su destino la bestia, tu madre no es inmortal, por dios ¡Es la bestia! acabará con este mundo en un abrir y cerrar de ojos— dice tío Zeth con desesperación, por primera vez me siento entre la espada y la pared, en mi cabeza se pelean los sentimientos con la razón, el hecho de no querer dejar que mi padre parta y la posibilidad de traerlo de vuelta, pero a un alto costo; un silencio sepulcral envuelve la habitación y a mamá se le escapa un suspiro captando la atención de todos. —Él prometió encontrarme en todas mis vidas y devolverme mis recuerdos para que nuestro amor fuera eterno, no quiero perderlo, me enamoré de él siendo un demonio, nos casamos, me dio tres maravillosas hijas y un pequeño príncipe y.…— Rompe en llanto mientras lleva la mano de papá a su rostro, mi corazón se estruja, si algo sé es que el amor que se tienen es muy fuerte, papá adora a mamá como su más preciado tesoro y ella se desvive por él y es por eso que nosotros existimos; jamás la había visto así de derrotada y destrozada, no puedo rechazar esa oportunidad —Y no puedo perderte Dominick, no puedo dejar a nuestros hijos para ir contigo, los amo demasiado como para dejarlos desamparados, pero no creo poder aguantar tanto tiempo sin verte, la decisión la tomo yo, sé que tu harías los mismo por mí, necesito oírte, tus manías, tu mal genio cuando algo no se hace a tu modo, tus mimos, Dominick no puedes irte ¡No puedes! — Dice entre sollozos, desvío mi mirada a tío Lucius, es increíble verlo llorar, siempre tan integro y está sufriendo quizás igual que mamá —Annie ¿estás segura? — Pregunta tío Lucius con voz entrecortada acercándose a ella que solo atina a asentir, tío George me toma por los hombros desde atrás y me susurra al oído —Amber, sabes que estamos contigo, pero va a ser complicado— su voz calma me tranquiliza un poco, tío George tiene el don de hacer sentir bien a las personas —Me gustan los retos tío, creo que eso lo saqué de ti— —Bien dicho, pero cuando tu padre regrese yo le patearé el culo si te reclama por algo ¿ok? porque si algo sé es que va a hacer habladurías sobre tráelo de vuelva como demonio— —Gracias tío— ****** ****** —Amber, ¿Estás lista? — —Si— Estamos en casa, después de unos cuantos juegos mentales para sacar a papá del hospital, convirtiéndose en la fuga perfecta, mis tíos Lucius, Zeth y George preparan una especie de rito, le advirtieron a mamá no salir de su habitación y que cuidara a Domi mientras estemos en el estudio; al contrario de lo que pensarían las demás personas e incluso los satánicos, los rituales de los demonios se hacen con velones blancos y con ropa de color, aunque por el tipo de rito debemos hacerlo a las tres de la mañana, si algo entendí de la advertencia dada a mamá es porque su aura es tan pura que puede neutralizar las energías demoniacas, eso es extraordinario en una simple mortal pero algo en mi dice que ella posee algo más allá de lo vidente —Cariño tú debes estar en esa punta del pentagrama— Señala tío Lucius hacia una de las puntas con extrañas inscripciones, en si todo el pentagrama se encuentra rodeado de sal y dibujado con tiza blanca, los símbolos son algo extraños compuestos desde líneas rectas hasta círculos; en el centros del pentagrama la palabra Asmoday, me imagino que es porque él será el demonio invitado a volver, pero de pronto presto atención, sí solo somos mis tres tíos y yo y mi papá va en el medio, ¿quién estará en la otra punta? —Falta uno más tío Lucius— —No te preocupes, Zeth domina dos círculos infernales, puede dividir su aura— —¡Wow! — —Yo también tengo mis trucos niña— Responde mientras cierra los ojos y se concentra, ahí por primera vez logro notar el incremento de un aura obscura, jamás había podido sentir auras, cierro los ojos y me concentro, puedo sentir cada una de las auras en la casa, por alguna extraña razón al tener los ojos cerrados las veo como esferas de luz de distinto color sobre un plano n***o, pero lo curioso de esta cosa extrasensorial es que cada aura pareciera de distinta temperatura y cosas que no sé cómo explicar, incluso cada una tiene su olor y no hablo del perfume Aramís de tío Zeth —Amber deja de mover las velas— Me regaña tío Zeth y abro los ojos de golpe, me sonrojo y tío George ríe quedo —Lo siento— —Tienes más poder del que puedes dominar, espero que Dom en vez de refunfuñar te ayude a dominarlo— Agacho la mirada, la verdad solo deseo que papá esté bien, el viejo reloj antiguo del estudió comienza a sonar, son exactamente las tres de la mañana y con cada campanada la sensación de ansiedad incrementa —Ya es hora— —¿Qué hago? — —Solo quédate parada ahí y guarda silencio, lo que necesitamos es tu aura demoniaca— —Muy bien— Tío Zeth comienza a hablar en un idioma que no conozco, suspiro y el idioma se vuelve entendible, alguna vez leí sobre la capacidad de entender y hablar lenguas por intercesión divina pero es extraño, el calor de mi cuerpo aumenta y las llamas aparecen rodeándome, de pronto veo como se materializa el cuerpo de papá en medio del circulo flotando, las múltiples lesiones son visibles, mientras en su habitación aguardaba recostado con el respirador, mis tíos lo aparecen justo frente a nosotros, debajo de él y saliendo del piso una especie de fluido n***o, es como si miles de canicas negras separadas por escasos milímetros formaran ese líquido que envuelve a papá desde la cintura extendiéndose a lo largo y ancho de su cuerpo —Venid de vuelta, ¡venid Asmodeo! vuestros hermanos te invitan ofreciéndote entrar en tu antigua forma mortal— Exclama tío Zeth entre los cánticos, el fuego que antes me rodeaba solo a mí se extiende y envuelve todo el circulo y cada uno de los trazos de este haciendo una cortina de fuego verdoso entre nosotros y papá, mis ojos se agrandan, mi instinto sería correr hasta él para ver que este bien, pero algo me lo impide —No te muevas Amber— la voz de tío George suena en mi cabeza, no lo miro, solo asiento y miro al frente, las crepitantes llamas me hipnotizan con su cautivadora danza, estás cambian de color al naranja y luego al azul neón, se alzan aún más y en un abrir y cerrar de ojos los cánticos desaparecen junto a las llamas y ahí parado por sí mismo con sus prendas algo desgarradas, cabello suelto y sin ningún rasguño de espaldas a mí se encuentra papá, las lágrimas corren por mis mejillas y una sonrisa parte mi rostro en dos —Papá— digo en voz quebrada, él se gira a mi sonriendo y corro hasta él abrazándolo fuertemente —Papá— Sollozo, sus brazos me rodean y la calidez que emana me reconforta —Ya cariño, aquí estoy pequeña, calma, necesito ver a tu madre— Me separo de él solo un poco, lleva sus manos a mis mejillas y con sus pulgares enjuaga mis lágrimas, mis tíos se acercan hasta nosotros —¿Te sientes bien Dom? — Pregunta tío Zeth un tanto confundido —Si hermano, me siento excelente, pero ¿qué me hicieron? — me separo de papá dando un paso atrás, nos miramos unos a otros y él se cruza de brazos arqueando una ceja —¿qué me hicieron? respondan— —Dominick, ¿no te sientes ... más fuerte? — —Lucius no me agradan los acertijos— Suelto una pesada respiración y su atención está en mi —Amber, tú lo sabes, así que dímelo, no me molestaré— —Mejor lee mi mente porque seguro me regañaras— —Yo no puedo leer...— su frase queda inconclusa y me mira directo a los ojos, sé que me regañará, Asmodeo está de vuelta y quizás sea para siempre, dicen que uno hace locuras por amor, y esto lo hice por el amor que les tengo a mis padres, espero ese pensamiento me ayude un poco —Con que soy un demonio de nuevo— dice seriamente, yo solo logro asentir, tío George se acerca y lo toma por uno de sus hombros —Era la única manera de que vivieras, no podíamos dejarte morir, Rodge vino por ti y.…— —¡¿Que?! ¿Rodge estuvo a punto de llevarme? ¿Qué carajo? ¿qué me pasó como para morirme? — —Tranquilo hermano, ¿recuerdas el accidente? — interviene tío Lucius, papá se toca la frente, me mira y luego a mi tío —Si, pero después de ver la camioneta no recuerdo nada, todo estaba obscuro, lo último fue haber escuchado a Annie— —Estabas en coma, es normal que la hayas escuchado, pero ibas a morir, Amber detuvo a Rodge y fue ahí donde supo cómo traerte de vuelta, no te enojes con ella, eres su padre y haría cualquier cosa por ti, debes entender que quizás tu destino sea ser un demonio por la eternidad, pero desde que conociste a Annie eras un demonio redimido, así que considero que puedes seguir siéndolo— —Necesito ver a mi esposa— —Aquí estoy— nos giramos al mismo tiempo y en el umbral vemos a mamá, su rostro refleja la felicidad infinita, sus ojos llenos de lágrimas reflejan ternura, papá no corre, se materializa frente a ella y la estrecha entre sus brazos besándola —Lo hiciste bien Amber— dice tío Zeth revolviendo mi cabello, lo miro y sonrío, parece que después de todo tendremos un buen final —Mi Annie— escucho la voz ronca de papá, de pronto siento un fuerte escalofrío que me eriza la nuca —¡Mierda! — vocifero, mis tíos se ponen alerta y papá rodea protectoramente a mamá —¡Domi está en su habitación! — exclama mamá y de pronto las llamas me envuelven por completo para que al desvanecerse mostrarme que estoy en la habitación de mi pequeño hermano, me acerco a su cama y lo tomo en brazos, patalea un par de veces —Dominick tienes que calmarte soy Amber— —Mamber— susurra abrazándome, me aseguro de sujetarlo bien y pronto la neblina negra aparece y toma forma —Amber sujeta bien a Domi— —Papá ¿Qué pasa? — —No lo sé, siento una presencia más en la casa debemos irnos— Me toma por los hombros y nos hace desaparecer, cierro los ojos y al abrirlos noto que estamos en una casa muy familiar, Nebraska, parpadeo un par de veces y aparecen mis tíos y mamá, papá me ayuda con Domi tomándolo entre sus brazos y acercándose a mamá —Mi amor, soy un demonio de nuevo y sabes que con eso te pongo en peligro de nuevo— —Me enamoré de ti siendo demonio, creo poder manejarlo— —¿Que pasa tío George? — —Amber, esto es un tanto difícil— —Solo dímelo— Suelta una pesada respiración, se acerca y mete una de sus manos al bolsillo, de este saca un pequeño anillo y me lo muestra —¿Lo reconoces? — —Todos ustedes lo tienen— —Somos príncipes infernales, esto es lo que nos distingue de cualquier demonio, tú tienes un gran poder pequeña, uno que ni tu hermana mayor posee... cariño, revisa tus bolsillos— Frunzo el ceño y llevo ambas manos a los bolsillos de mis vaqueros, mis ojos se agrandan y lentamente saco ambas manos, pero le muestro la izquierda, en ella un anillo idéntico al de él, al de todos —Cuando Joe fue destruido, jamás volvimos a saber de él ni de ese anillo, sé que es el de él con tan solo poner atención en el microscópico símbolo al costado, es lo único que diferencia a cada anillo, es el nombre demoniaco— mi pulso se dispara y lo miro detenidamente, el nombre Belfegor se hace visible —Belfegor— susurro, tío George me mira compungido —Pequeña, mi niña, ese, ese es Joe—
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