Capitulo 1

1238 Words
Abby. Me pregunto porque las personas no creen en el destino. Sinceramente, puedo decir que pequeñas señales han cambiado por completo el rumbo de mi vida y no me arrepiento de ninguna de ellas. Pero esto… Esto es de otro mundo. No estoy segura de presionar enviar, este correo podría darle un giro de 180 grados a mi vida, y aunque parece la mejor opción sigue asustándome como el demonio. ­- ¡Abby! - la voz de mi mejor amiga Shannon me sobresalta, mi teléfono deslizándose de mi mano hasta caer a mi lado en el sofá- ¡Jesús¡ te ves pálida, dime que no te rechazaron en ese trabajo, demasiado-bueno-para-ser-verdad. Shannon es mi mejor amiga de la infancia, hoy en día una modelo moderadamente reconocida. Su rostro con perfecto cutis, rizos indomables y piel de un moca deslumbrante la convierten en una belleza extraordinaria. Tengo la total seguridad de que su carrera despegara de un momento a otro; su talento es natural, e incluso yo, que lo poco que conozco de la industria me lo ha enseñado ella, puedo reconocerlo. El trabajo demasiado-bueno-para-ser-verdad, es como regresar unos años en el tiempo. Cuando trabajaba como niñera de mis vecinos para tener algo de dinero extra. Shannon, asociada como está a personas que conocen todo lo que sucede en la alta sociedad de Nueva York, se ha enterado que el multimillonario Thomas Henderson, dueño de la mitad de la ciudad, busca niñera. Y la paga es mucho más que excelente. Shannon como buena amiga que es, uso todos sus contactos hasta que encontró el correo electrónico donde debo enviar mi currículum. ¿Por qué ella, se afanaría tanto en esto? Simple, estoy en banca rota. Perdí mi empleo a tiempo completo como abogada en un bufete medianamente decente. Sobre eso solo diré que mi jefe quería más “compromiso” de mi parte antes de poder darme mejores casos. Lo que recibió fue un “NO” rotundo en forma de rodillazo, directo a las joyas de la familia. Para terminar, el tratamiento que mis hermanos pequeños necesitan, los gemelos Tyler y Lucas, es muy caro. El seguro se niega a pagarlo, y mis padres definitivamente no tienen para cubrir los gastos. No es un buen momento para estar desempleada y con préstamos estudiantiles exigiendo ser pagados. Este trabajo podría ser la solución a mis problemas. Shannon suspira pesadamente, devolviéndome a la realidad al instante. - No tienes que hacer esto si no quieres Abby- se sienta a mi lado, pasándome un brazo sobre los hombros- podemos tratar de conseguirte un puesto en otro bufete. -Ningún bufete va a pagarme lo mismo que Henderson, no a una abogada casi recién graduada, sin referencias y que solo ha llevado pequeños e insignificantes casos- espeto derrotada. Lastimosamente es la verdad, veintitrés años, mi carrera en la ley apenas va comenzando. -Eres una malditamente buena abogada, seguro alguno lograra verlo- insiste. Es cierto, me gradué con honores y a pesar de la poca experiencia que tengo, me han dicho una y otra vez que mi mente es una trampa de acero, no obstante… -No lo suficientemente rápido para ayudar a los gemelos. Ella se queda sin argumentos, porque es la pura verdad. Una vez recordado eso, tomo el teléfono con decisión y presiono enviar. Listo, es hora de ver si mi creencia en las pequeñas señales acierta de nuevo. Después de todo, esta señal fue demasiado obvia, tanto como un enorme camión lleno de publicidad de Henderson Aviation Corp. Justo frente a mi puerta, después de recibir la llamada de Shannon con la noticia. En el costado del camión decía “Acepta sin miedo y comienza el viaje de tu vida”. Si eso no era una señal, no sé lo que era. - ¿Has hablado con tus padres? Se me hace un nudo en el estómago. -Están locos de preocupación. Los gemelos no están bien, siguen resistiendo pero no podrán hacerlo sin el nuevo tratamiento, según los médicos -busco el consuelo de mi amiga en forma de abrazo- les queda poco menos de un mes. Un sollozo se me escapa al recordar el dolor escrito por todo el rostro de mis padres. Son los bebés de la familia, los niños tardíos. Ahora tienen doce años, ya no tan pequeños, pero siguen siendo mis hermanitos. Como tal es mi deber protegerlos, y si eso significa convertirme en la niñera del soltero más codiciado en todo el país, que así sea. -Todo saldrá bien, ya verás. Respiro hondo y me aparto de Shannon. -Espero que tengas razón. - ¿Alguna vez me he equivocado Abby Bee? El familiar apodo de la infancia, que siempre me hizo querer arrancarme el cabello, me hace sonreír con cierta tristeza ahora. -Nunca. -Sabía que no habías perdido tu cerebro- se levanta, mirando por la ventana de mi apartamento- espero que sepas usarlo perfectamente, el señor Henderson es un perfeccionista compulsivo y un hijo de perra la mayor parte del tiempo. Se rumorea que su empleado más antiguo es su abogado, y solo porque es su gemelo. La sorpresa me saca de mi tristeza en un abrir y cerrar de ojos. -No sabía que tuviera un gemelo. -No es obvio a simple vista. Gemelos fraternales -se encoje de hombros- pero si tienes buenos contactos puedes desenterrar cualquier cosa. Tampoco es como si lo mantuvieran oculto. Lo que pasa es que Sayer Henderson prefiere mantenerse fuera de los focos, dejándole el trabajo de lidiar con la prensa a su hermano mayor. Pienso en ello un segundo, algo en el nombre muy familiar. Sayer… -Creo que conozco a Sayer. Shannon se voltea a verme, sus ojos color café oscuro abiertos por la sorpresa. - ¿Enserio? -Uno de nuestros clientes, intento demandar a Henderson Aviaton Corp. Fui parte del equipo, y puedo asegurarte que fuimos elegantemente aplastados por él. Un hombre extremadamente refinado, elegante y encantador, incluso mientras te hace puré en la mesa de negociaciones. Un hombre difícil de olvidar, por su muy marcada belleza. Cabello azabache ligeramente rizado, ojos de plata liquida con un brillo juguetón que es completamente irresistible, mandíbula fuerte, hombros anchos y caderas estrechas. Con músculos perfectamente desarrollados que desmienten por completo su apariencia civilizada. Si algo pude aprender observándolo… -Es un lobo salvaje con corbata. -En cuanto puedas, preséntamelo- es una orden, hecha en la voz más diva de Shannon. -Serán mi nueva entretención favorita, zorra- me rio. Una lenta sonrisa aparece en su cara, la diversión sazonada con la impaciencia. No me gusta nada. -Y yo no puedo esperar a ver cómo te las arreglas para no babear sobre el pedazo de Adonis para el que trabajaras. Eso corta mi sonrisa, porque maldición, puede que Shannon tenga razón. Solo soy una mujer, después de todo. Sin embargo, una mujer en una misión. Cuadro mis hombros. -Tengo una misión que cumplir Shannon. No tengo tiempo para tontear con nadie y mucho menos con mi jefe. -Siempre hay tiempo para tontear. Sobre todo si es de la variedad ropa fuera- me giña un ojo. Solo puedo soltar una carcajada frente a sus locuras. Mi amiga parece olvidar que el hombre que podría convertirse en mi jefe, es conocido por ser un idiota. Uno que no se ha visto en una relación amorosa desde el fallecimiento de la madre de su hija hace dos años. Dudo mucho ser la que rompa ese luto.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD