Mi marido había regresado al día siguiente, tenía que esperar un par de días para saber el resultado de la prueba que ya me había realizado.
—Te extrañe tanto—dije a mi esposo, a quien abrace.
—Y yo a ti,con mi vida.
Le había mostrado la habitación y él me sonrío muy conforme.Le había encantado tanto como a mí,mi madre se había esmerado mantenerla siempre ordenada y limpia.
Hemos estado un par de días en la casa de mamá,todo marchaba bien. Sin embargo,siempre tenía el temor constante de que aquel hombre se apareciera frente a la casa.Por lo cual, más de una vez me acercaba al cristal e intentaba mirar para muchas direcciones.
Cuándo vimos que nada raro sucedía, decidimos en un momento regresar a nuestra casa.Yo me sentía bastante segura,hoy tenía que ir al laboratorio con mamá.Volveríamos a casa y luego yo iría con ella en el auto. Mi marido no sabía quería sorprenderlo,había decidido estar conmigo en estos días y no dejarme sola.
Con mamá nos dirigimos en mi auto hacia el laboratorio. Tenía los nervios a flor de piel,había esperado tanto ese momento que ahora saber dicho resultado me ponía más ansiosa.
Hemos ingresado a una especie de oficina.Habían dos sillas delante de la misma,en el cual nos sentamos mamá y yo.El médico entró después de nosotras,seguido de un sobre en sus manos y se sentó muy calmado.Yo estaba estirando mi vestido de los nervios.
—¡Felicidades!,estás embarazada.
—No puedo creerlo—tape mi boca, sorprendida y emocionada.
—Te lo dije cariño.
Me sentía tan feliz con la noticia, que quise llegar lo más rápido posible a casa.Apenas paso al jardín,puedo ver: mi marido estaba recolectando algunas verduras de la huerta y regando.
Se nos había echo un poco tarde con mamá,cuando lo vi no pude contar mi enorme sonrisa.
—Cariño—le llamé y el se acercó dudoso a mi.
—¿Pasa algo?
—Estoy embarazada—dije sollozando.
—Mi vida eso es increíble.
—Estoy tan feliz—se acercó a mi,besando mis mejillas.
—Yo soy el hombre más feliz,del universo.
—Te amo tanto.
—Yo te amo más.
Luego de un mes planeando la habitación del bebé,obviamente sería de color neutro hasta que nazca y sepamos el sexo del cuál sería. No había visto aquel hombre misterioso, nunca más afuera .Yo llegue al punto de que ya no vigilaba los cristales.Tampoco me sentí alarmada a la hora de salir a la vereda.
Nunca olvido ese día era una tarde soleada de abril.El día estaba espléndido,podías permanecer parado abajo los bonitos rayos y un cálido abrazo te daba el sol.
Había ido a comprar algunos mandados de higiene, que nos faltaba. Por lo cual mi marido,se había quedado en la casa.Había comprado el primer conjuntito para el bebé.El tiempo pasó volando,ya estaba de 3 meses y estaba muy emocionada porque mi panza comenzaba a notarse.
Al ingresar,me parece un poco extraño que la puerta de la entrada estuviera entreabierta.Decidí ignorarla,la abrí aún más y luego la cerré.Al ingresar comencé llamar a mi marido.
—Emilio—llame,pero no obtuve respuesta.
—¿Emilio?—pase por el pasillo,preguntando por el, pero nada.
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—Emilio...
Pero las palabras,se quedaron atoradas en mi garganta.Junto con un sollozo repentino,un grito fue lo único que resonó en aquella casa.Tantas alegrías y noches de pasión,pasaron fugazmente en mi mente.
Emilio estaba tendido en el suelo con sangre,me acerqué gateando hacia el con el conjunto de bebé en la mano. Aún llorando y sintiendo mi cuerpo temblar sin control.Al acercar mi mano y tomar su pulso no había nada en el,ni siquiera un pequeño parpadeo de su corazón estaba muerto.
Grité y grité,pidiendo ayuda al parecer alguien me escuchó.Porque algunos vecinos ingresaron,pero yo no entendía nada.Yo vi todo borroso, sentía que las personas iban y venían en cámara lenta.Lo único que podía ver era el cuerpo de mi esposo,siendo llevado lejos de mí.Junto con todas mis esperanzas e ilusiones de formar una familia.Estaban completamente rotas.