Capítulo 6
-Eres muy cruel- le dijo Maddison aun con su rostro escondido en el cuello de Astrid.
-No pensé que te fueras a espantar tanto, son solo muñecos, nada es real, estas grande y deberías saberlo – le dijo con seriedad.
-Soy sensible a emociones fuertes – le dijo alzando su cara.
Astrid volteo a mirarla encontrándose nuevamente con esos hermosos ojos azules que tan fuerte se metían dentro de ella, suspiro con nervios pues sus rostros estaban lo bastante cerca como para sentir sus respiraciones agitadas golpearse sobre sus labios, Maddison no quería separarse de ella y no podía evitar pasar su mirada de sus ojos a sus labios, deseaba tanto probarlos, tanto que quemaba, que le imposibilitaba realizar otra acción diferente en ese momento.
Maddison se dio de cuenta que Astrid no tenía intenciones de hacerse un lado y que la miraba con la misma intensidad que ella, pero sabía también que la chica no iba a ser capaz de tomar la iniciativa, y aunque aún rondaban dudas en su interior, no le importo más y yendo en contra de todo se acercó y unió sus labios a los de ella.
Al principio Astrid no coordino con rapidez lo que pasaba, pero el calor en sus mejillas y las cosquillas en su interior se lo hicieron ver de golpe, la hicieron volver a la realidad, tenía sus ojos abiertos como platos a causa de la emoción, no sabía que hacer o cómo actuar en ese momento, pues si estaba mal aquello no entendía porque se sentía tan bien, cerro sus ojos con delicadeza y se dejó llevar, ya no había más nada que hacer, no podía seguir corriendo en contra.
Astrid fue la primera en dar un siguiente paso y es que, aunque no era muy experta en la materia, ya que literalmente ese era su primer beso, abrió la boca tomando uno de los labios de Maddison y mordiéndolo con delicadeza, la Tyron sonrió con picardía, coloco sus manos en las mejillas de la chica atrayéndola más a ella, intensificando el beso, dándole protagonismo esta vez a sus lenguas, Astrid se sentía en las nubes en ese momento, nunca imagino que besar se sentiría así, pero tenía muy en claro que la persona también era importante, y no le cabía más dudas de que le gustaba Maddison, le gusta una chica.
Poco a poco a lo lejos fue apareciendo la luz de la salida, Maddison se separó automáticamente de Astrid mirando hacia el frente, pero esta última no podía sencillamente cambiar su dirección, seguía aun asumida en sus pensamientos mirándola, Maddison se dio cuenta de esto y antes de salir al exterior le regalo una tierna sonrisa.
-Maddie, ¿Qué tal? ¿te gusto o sentiste mucho miedo? – le pregunto Emmont a Maddison ofreciéndole su mano para que pudiera salir del carrito con mayor facilidad.
-Me encanto, a decir verdad – le dijo con una amplia sonrisa.
Astrid bajo su mirada con un leve sonrojo en sus mejillas y una sonrisa de medio lado, conociendo la realidad de ese encanto. Siguieron su rumbo juntos hacia otras atracciones de la feria, siendo la ultima la rueda de la fortuna, en donde el destino no jugo a favor de las chicas, tendiendo que ir cada una separada de la otra, pero siempre haciéndose presentes entre miradas.
-Es hora de irnos – dijo Paul luego de bajar de la rueda.
-Tengo mucho sueño Marcus- le dijo Sky a su hermano mayor.
-Si peque, ya iremos a dormir.
-Me divertí mucho hoy, espero que tú también – le dijo Emmont a Maddison mientras caminaban.
-Si la pase muy bien, me gustan las ferias están llenas de sorpresas – le respondió con una sonrisa de medio lado mirando en dirección a donde caminaba Astrid junto a Theodorus.
Tomaron rumbo nuevamente hacia la casa de los Tyron, al llegar y como se hizo ya costumbre por parte de Emmont, despidió en la puerta a Maddison, esta vez Astrid no quiso esperar a que la chica se durmiera primero para entrar, sentía que ahora todo debía ser diferente.
-¿Cómo puedes soportarlo todo el día? – le pregunto Astrid al escuchar la puerta cerrarse de espaldas mientras se colocaba su ropa para dormir.
-Estoy luchando día a día con eso, será mi esposo, debo aprender a tolerarlo – le dijo recostada en la puerta.
-Debes aprender a tolerarlo y a quererlo, no lo olvides – le dijo de forma burlona aun de espaldas a ella.
-Eso creo, aunque no sé si pueda lograrlo, tal vez con el pasar de los años lo logre, no lo sé, no sé qué me pueda deparar el futuro, o que nos pueda deparar el futuro ambos.
Astrid soltó una risita burlona.
Maddison con nervios y dudas camino con lentitud hacia donde se encontraba Astrid de espaldas, cuando llego cerca de ella poso su mano con delicadeza en su hombro haciendo que la chica se volteara quedando frente a frente.
Se quedaron mirando por unos segundos, contemplándose a la luz de la luna que entraba por la ventana abierta, se gritaban en silencio que aquello era una locura, que iba en contra de lo que conocían y le han hecho ver desde siempre que era normal, pero no podían sinceramente hacerse a un lado e ignorar, lo habían hecho durante estos últimos días y había sido en vano, lo que habían logrado era aumentar más la curiosidad de ambas y el deseo por descubrirse, el deseo por darle paso a esa pasión prohibida que las estaba tomando con rudeza.
Astrid trago grueso y sin medir más se abalanzo sobre Maddison tomando sus labios en un apasionado beso, Maddison reposo sus manos en la cintura de la chica Tyron pegándola más a su cuerpo, con su lengua dentro de su boca explorándola, volviendo ambas a sentir esa explosión de sensaciones en su interior, ese deseo por poseerse, por comerse la boca, por sentir sus lenguas dentro de sus cavidades, tal vez el sentirlo prohibido hacia que lo desearan más, que olvidaran por completo el mundo exterior y es que en ese momento Astrid descubrió algo que sería su nueva cosa favorita en el mundo, los labios de Maddison.