Con esa concesión diplomática, las familias reales se dirigieron de regreso hacia el interior del castillo, donde la celebración continuaría con festividades tradicionales que no requerirían manifestaciones mágicas potencialmente problemáticas, y así todos regresaron como si aquellas aves invernales de hielo congelando todo nuevamente hubiera sido algo extraño, pero muy normal. GRAN SALÓN - CELEBRACIÓN POSTERIOR Una vez que todos hubieron regresado al interior del castillo y las puertas fueron cerradas para excluir cualquier preocupación adicional sobre bestias invernales, la celebración reanudó con una energía que era tanto aliviada como genuinamente festiva. A los súbditos del reino también se les dieron comida de la boda mientras que, dentro del Gran Salón había sido decorado espléndi

