Su lógica era simple: las presas más impresionantes probablemente se encontrarían en las áreas más remotas y desafiantes, lejos de los senderos fáciles que otras parejas podrían elegir por conveniencia. —¿Estás seguro de que debemos ir hacia arriba? —preguntó Brielle, observando el sendero empinado que se extendía ante ellos—. Se ve bastante... intimidante. —Los mejores cazadores van donde otros no se atreven, mujer —respondió Sadrac con esa confianza que ella había llegado a asociar con él—. Si queremos ganar esta competencia, no podemos conformarnos con presas fáciles que cualquiera podría capturar. La meta es conseguir el animal mas grande, y eso será lo que haremos —dijo, enfocado en su misión de conquista. Conforme comenzaron a caminar por el sendero que era serpenteándote como una

