Sadrac sintió al instante cuando en su cuerpo comenzó a entrar esa magia de hielo y de inmediato, el efecto fue brutal de una forma que él, aunque lo intentó, no pudo controlar. —¡AHHHHHHH! —El grito casi animal que escapó de la garganta de Sadrac fue tan fuerte que Brielle sintió como si las solidas paredes de piedra volcánica de la habitación hubieran temblado. Esto de se debía a que el frío élfico se sintió mil veces peor que el ardor constante del fuego azul y la plata. Era como si cada nervio de su pierna hubiera sido sumergido en hielo líquido, cuando él prácticamente era de fuego, esto le hizo sentir un dolor tan intenso que su cuerpo reaccionó instintivamente como rechazando lo que era contrario a él. Sus ojos verdes, que los tenía muy abiertos, de inmediato se transformaron en o

