REINO DE PYRION - PALACIO REAL DESPUÉS DEL ALMUERZO Brielle salió del comedor sintiéndose demasiado abrumada por lo que había presenciado. La imagen del sirviente siendo quemado vivo, rodando, gritando, el olor a carne quemada y luego la lanza que lo atravesó se había grabado en su mente con una claridad que la hacía sentir náuseas. Sus manos aún temblaban ligeramente cuando caminaba por los pasillos del palacio, tratando de comprender no solo la brutalidad que había visto, sino también la extraña conversación filosófica que había tenido con su esposo, el Rey Sadrac. «¿Cómo pueden vivir así?», se preguntaba mientras avanzaba sola por los corredores de oscura piedra volcánica. «¿Cómo pueden comer de manera tan tranquila después de matar a alguien así tan horrible? Eso significa que están

