Hugo
Se apartó con prudencia y desabrochó mi pantalón, y todo en mí comienza a temblar. Está en un estado donde me puedo dar cuenta que tiene muchos tragos de más. Por más que evito no ver a mi lado, no lo consigo, ahora Jessica me ve a los ojos con la perversa y característica risa que nunca la abandona, ve a su amiga, y al parecer seguirá sus pasos, ya que, se apartó de ese hombre, el cual ya estaba con su m*****o libre, y decidió arrodillarse para darle placer con su boca.
Mientras mi chica, por otro lado, introdujo mi m*****o en su boca, no pude dejar de retorcerme del placer al sentir como su tibia lengua saboreaba con precisión todo mi glande, para luego chupar y chupar, haciendo que mi cuerpo se llenara de un increíble placer, y una increíble sensación de cosquilleo inquietante s
