Regalo de cumpleaños

2602 Words
—Me confundes, no entiendo perfectamente el español, entonces, no es dinero, no es acostarte conmigo, ¿qué más puedes querer de mí? —dijo el futbolista, tal vez intentando romper mi perfecta seducción. —Tengo una hija de 10 años, bueno supongo que lo sabes como todo de mí al parecer —libero su corbata de mis manos y ahora soy más sumisa, quiero que acepte lo que le pediré. —No lo sé todo, solo lo que dejas ver en las redes, y sé que tienes una hermosa hija de 10 años que se llama Trinidad. —Ella juega fútbol, está en el equipo nacional de mujeres. —También lo sé —dijo liberando un ahogador suspiro. —Bueno, entonces debes de saber también que ella es súper fanática tuya, y mañana es su cumpleaños, creo que a ella le gustaría muchísimo conocerte —dije, con una sonrisa tierna en mi rostro. —¿Si soy el regalo de cumpleaños de tu hija aceptas cambiar tu opinión públicamente? —preguntó, muy animado esta vez. —Si —digo sin emoción alguna, aunque por dentro estoy brincando de la alegría solo de imaginarme lo feliz que se podrá Trini. —Bien, perfecto, más fácil de lo que pensé, problema resuelto. —¿De verdad harías eso? Hugo —Si, por supuesto —al yo decir eso, vi como sus ojos se iluminaron más y se llenaban de felicidad, sonrió plenamente, tomó mis grandes manos entre sus delicadas y pequeñas y cálidas manos, luego me abrazó y me agradeció; por un momento mi corazón quiso ablandarse, es demasiado bella, pero fue horrible ver a mi hijo mayor llorando sin control por esos comentarios tan hirientes que salieron de su boca, así que no —Ya se acabó el champán —digo para tratar de que esta me liberara de ese pegajoso abrazo. —Y con ella está incómoda cena, entonces la fiesta será a las 2, pero puedes venir a la hora que tú puedas y entiendo si prefieres que sea en privado —dijo, y se separó de mí al instante. —Si habrán muchas personas, creo que será mejor que solo me vea ella. —Si, no hay problema, ¿y a qué hora sería? —¿Me invitarías a desayunar? —digo tratando de ser amable y sonriendo quizás un poco. —¿Tú únicamente piensas en comida, verdad? —dijo, y sonrió profundamente. Admito que su sonrisa es hermosa, y las palabras que acabó de decir provocaron algo de simpatía en mí, ella tiene algo, algo, no sé que es aún, pero ese algo llama mi atención por completo. —¿A las 9? —dijo viéndome con atención. —Perfecto, entonces así quedamos, y como sé que mañana estarás ocupada, te doy plazo hasta el Lunes para que cumplas con tu parte. Laura Los dos caminamos hasta los límites de la terraza para perder nuestras miradas en la increíble vista —nunca me aburro de esta vista, es hermosa —digo sintiéndome pasiva. —Sí, lo es... —dijo el futbolista con tranquilidad —Quería pedirte perdón si te hice sentir incómoda con esto. —La verdad si acepto tus disculpas porque sí me sentí incómoda, pero también estoy feliz y agradecida porque aunque no me creas, si me arrepiento de lo que dije ayer en la radio, yo sé que lo que dije es la verdad y lo sostengo, pero no pensé que ella tiene hijos, padres, esposo, personas a su alrededor que podían afectarles mis palabras. —Tranquila… —No te quieres ir, ¿cierto? —¿Me estás echando? —No, pero no me puedo quedar toda la noche aquí. —Entiendo. Bajamos de la terraza, él muy amable como de costumbre, me brindó su mano para así bajar las escaleras, lo cual me aterroriza por completo, las escaleras no, el tacto de él, sentir su piel rozando la mía es una sensación satisfactoria. Cuando vamos a entrar a la casa, veo que está Trini, y reaccioné rápido dándome la vuelta y deteniendo a Hugo con mis dos manos en su perfecto pecho —espera —dije un poco agitada. —¿Qué pasa? —dijo, ya que, lo detuvo en seco, y le di un pequeño empujón dejándolo contra la pared, mis dos manos estaban contra su pecho, y mis ojos solo lo recorrían por doquier. —Si Trini te ve ya no serás más su regalo de cumpleaños. Hugo No presto ni la más mínima atención a sus palabras, solo me concentro en ella, en lo hermosa que se ve, comienzo a sentir admiración, no aceptó mi dinero, no quiso llevarme a la cama aunque sé que me desea, prefirió a su hija, y eso lo admiro .Humedezco mis labios con mi lengua terminando en una mordida luego de una profunda respiración —¿qué propones? —No vuelvas a hacer eso, por lo menos no así —dijo con un poco que falta de aire. —¿Qué? —Eso de los labios... —¿Esto? —sí, lo hice una vez más, y sonreí maliciosamente. Laura Aún mis manos están en su pecho, pero ahora cambio mi vista a mis manos en su pecho, y las muevo casi simulando caricias hacia él, puede ser muy imprudente ese hombre. Hugo Abracé sus caderas y la llevé muy cerca de mí al ver que intentaba alejarse —¿te gusto?, ¿verdad? —Si, me gustas... —dijo viéndome una vez más a los ojos —pero como te dije antes… —Lo siento, mi tentación fue mayor, interrumpí sus palabras llevando mis labios a los de ella, esos rojos labios que llamaron mi atención desde el primer instante, suaves, húmedos, y con una textura perfecta. —Shhh —dije para callarla, habla demasiado, en este momento lo único que se me provoca es pecar con ella. Laura Perdí casi por completo el control sobre mi cuerpo, mis manos recorrían la espalda perfecta de ese hombre, él jugaba conmigo, recorría mi cuello con sus labios y su sofocante respiración y su perfecta barba hacían que mi piel sintiera esas cosquillas a las cuáles no podía resistirme... mis labios querían buscar los de él, pero él solo jugaba conmigo provocándome cada vez más. Hugo No puedo creer que esté haciendo esto, ¡este no era el plan!, pero me excita esa sensación de esa mujer resistiéndose a mí y reprimiendo los deseos que me tiene. Laura —Espera, creo que mejor entramos, que Trini te conozca hoy y así no tienes que venir mañana... —dije separándome por completo de él, rezando para que me interrumpiera, pero no lo hizo, simplemente quedó en silencio y decidió caminar detrás de mí, así lo dirigí al área de la sala donde estaban reunidos mi padre, mi querida amiga Jessica, mi hija y Babi, ellos hablaban, y bebían un poco de alcohol supongo, mientras que Trini aún traía puesto su ropa de entrenamiento la cual le quedaba hermosa, y hacía sus tareas.. —¿Estás listo? —pregunté viéndolo. —Ya estoy listo —dijo con un poco de emoción el futbolista. —Mínimo saltará encima de ti —le digo regalándole una dulce sonrisa a ese futbolista que me ayudará a cumplir uno de los sueños de la persona más importante para mí. —No te preocupes mujer —me dijo viéndome a los ojos, tal vez sabe que eso me hace sentir millones de nervios. Siquiera tuve que decir palabra... cuando escucharon nuestra presencia entrando a la sala enseguida Trini comenzó a dar gritos de alegría, solo el verla tan feliz provocaba en mí un agradecimiento enorme hacia ese hombre tan sexy. —Pequeña Trinidad, me contaron que mañana cumples 10 años, así que decidí venir a felicitar en persona a mi fan número 1 —dijo caminando hacia mi eufórica hija. Gritó de emoción como una loca descontrolada, no sabía qué hacer, brincaba de alegría, corrió hasta su mi y me abrazó, también me agradeció por la sorpresa. —No tienes que agradecerme a mi amor, sino a él... —le digo a mi hermosa hija. Hugo —¿No piensas saludarme? —le digo a la pequeña, fue emocionante verla con su uniforme de fútbol, y verla tan feliz, su increíble inocencia, esa niña corrió a mí después de varios minutos que le tomó reconfortarse de la emoción, me abrazó, y sí, lo sentí, es igual a cuando llego a casa después de muchos días ausentes y mis hijos corren a mí para abrazarme... y de repente lágrimas comenzaron a salir de los ojos de la pequeña... —Lo siento, manché tu traje —dice muy apenada Trini. —¡Cómo crees pequeña!, eso no tiene importancia, pero no llores por favor —veo a Laura y ella también está secando lágrimas que caen de sus ojos, y eso si me desconcertó... —no… ¿Tú también? —Lo siento, es que verla así de emocionada… Lo siento —dice Laura secando sus lágrimas. —Bien, vengan aquí las dos —extendí mi mano a Laura para que ella la agarrara y así llevarla a mí y poder abrazarla junto a su hija Trinidad, fue un abrazo de 3, solo quería que se sintieran bien... ella se apartó y fue a los brazos de su padre, pero Trini no me soltó ni por un segundo. Laura —Padre, Jessi, él es... —digo intentando presentar al futbolista, pero fui interrumpida por la alocada amiga mía. —Pensé que nunca nos presentarías —dijo mi amiga interrumpiendo mi sensible momento —yo soy Jessica, y si, yo sé quién eres, mucho gusto, muchísimo gusto —pronunció, y al parecer dedicó tomar el mismo camino que mi hija Trinidad, saltó encima de él y lo abrazó hasta dejarlo sin oxígeno. —Mucho gusto, yo soy Austin, de verdad es muy emocionante poder ver a mi nieta tan feliz, ella te ama, pero no te quedes ahí, siéntate —dice siendo muy amable el mi padre. —Si, porque no —después de las acaloradas presentaciones el futbolista tomó asiento, y observo cada movimiento a su alrededor, se percato de que hay cámaras en cada esquina. —¿Puedo sentarme a tu lado? —suplica la niña Trini al futbolista. —Por supuesto que sí —dijo sonriéndole y poniendo una vez más su mirada en mi mientras yo decido acercarme. —¿Champán? —le pregunté. —Por favor —dijo, y a la vez asintió con su cabeza. —¿Le preparo una habitación al señor? —pregunta Bebi, pregunta que capta la atención de todos en la sala, especialmente la la mía. —¿Dormirás aquí? —exclama la mi hija mientras brinca de la emoción —no lo puedo creer, ¡este es el mejor cumpleaños que he tenido en mi vida! Quedé aturdida al escuchar a Bebi, sé lo que hace, sé que lo hace a propósito, veo a todos lados tratando de evadir la pregunta, pero siento los ojos de todos en mí clamando por una respuesta —eso es decisión de él, no te sientas presionado por Trini de verdad —dije viéndolo directo a los ojos, para que entendiera que efectivamente, no quería que se quedara aquí. —Si tú me lo permites, por supuesto que me quedo, he tomado mucho y el hotel está como a 40 minutos de aquí —¿quedarse aquí?, sé qué pasará, he hecho que el peque, y sé que solo es el principio. —Por mí no hay problema —digo esto y voy a la barra del bar a por el champán, sé que esto no terminará nada bien, pero no quiero ser la presa fácil, solo porque escuchó que dije en la radio que me gustaría tenerlo mi cama, no quiere decir que yo sea así de fácil. —Sí... si quieres te puedes quedar en mi habitación, mañana desayunamos juntos, no lo puedo creer —dice la pequeña Trini aún más emocionada —también me gusta mucho tu hijo Junior, debería de ser mi novio, deberías de decirle que me siga en mis r************* , yo lo sigo a él… —si, definitivamente salió a la tía Jessica. —Eso es mi Trini, que bueno que saliste inteligente igual que tu tía —dice Jessica mientras le pica un ojo a su pequeña sobrina y sintiéndose muy orgullosa. —No le hagas caso. —agrega Bebi con algo de sonrisa en su rostro. Hugo Sí, tuve que reír del comentario que acabó de hacer la pequeña, lo admito, es muy inteligente —no lo puedo creer, eres una niña muy inteligente y directa, igual que tu madre —llevé mi mano al bolsillo de mi pantalón, y saqué mi teléfono —¿Quieres que lo llame por cámara para que hables con él? —le pregunté y su cara de emoción juro que no tiene precio. —¿Es una broma?, por supuesto que sí... —salta de la emoción la pequeña, mientras me aclara varios puntos importantes —pero le hablas bien de mí, y no le puedes decir que yo dije que él debería de ser mi novio ¿Lo prometes? —Te lo prometo —es imposible no reír a carcajadas con las cosas que dice esta pequeña, sí por supuesto que llamé a mi hijo Junior por cámara, solo no puede ver a Laura, si no estaré en problemas... —Padre, ¿Cómo estás? —responde Junior al llamado mío por cámara. —Bien hijo, aquí hay una persona que es muy amiga mía, está en el equipo nacional de fútbol de mujeres y quiero que la conozcas… aquí te la paso —dije esto y le di mi teléfono a Trini, escuché a mi hijo refunfuñando un poco, pero sé que se llevarán bien. —No padre, espera — > pensó Junior. —Hola, yo soy Trini —>. Pensó Trini. Laura —Aquí tienes —le ofrezco una copa con champán mientras busco con mi mirada a mi traviesa hija —¿Y Trini? ¿Se separó de ti? —dije con intriga. —Esa niña es muy inteligente —dice al instante mi padre Austin. —Está hablando por cámara con su futuro novio —dice Hugo sonriente y llevando un poco de esa deliciosa champán a su boca. —No puede ser, ¡de veras hiciste eso! —dije sonriendo con algo de vergüenza, esta hija mía es terrible. —No tiene nada de malo, no te preocupes... y gracias por dejarme quedar en tu casa —dijo el futbolista, y luego pensó > Pasamos el rato riendo y hablando cosas sin sentido, cuando Trini le devolvió el teléfono a Hugo, después de casi 30 minutos, decidió sacar su balón, he hizo que Hugo se lo firmara, también se tomó muchísimas fotos con él, y por supuesto, jugaron un poco con el balón y todos observamos, la música hacía presencia en la sala... Jessica y yo bailábamos un poco, solo algo divertido, mi padre comenzó a cantar karaoke e hicimos lo mismo, Hugo se veía muy tranquilo y de buen humor, ya no tenía esa cara de palo, él se quitó su saco y desabotonó un poco su camisa, se veía tan, pero tan sexi que no podía dejar de verlo...
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