Su Mate Maltratado y Roto

La verdad

Perspectiva de Jason

Cuando Rebecca vino a mí llorando después de ayudar a limpiar a Melian, no estaba seguro de qué esperaba escuchar. Definitivamente no esperaba escuchar que ella pensaba que mi papá y mis hermanos habían violado y sodomizado a Mel. Mi sangre empezó a hervir y mi lobo, Edward, quería salir desesperadamente. 

—¿Estás segura, Bex? —pregunté a mi compañera. 

Ella asintió y me contó lo que había visto y que Mel le había dicho que era virgen. Mi corazón se hundió. Me enfermé al pensar que ellos habían hecho eso a su propia sangre.

Podía ver a Eric siendo agresivo con otras mujeres, pero no con su hermana. Luego está Todd. Él es gay. ¿Por qué querría hacerle eso a ella? De repente, la bilis de mi estómago se quedó atascada en mi garganta. ¿Papá hizo esto? Me hundí de rodillas incrédulo e intenté idear un plan para descubrir exactamente qué sucedió. Sería complicado considerando que estábamos a punto de romper todos los vínculos con nuestra manada, pero encontraría la manera. Pensé largo y tendido durante un rato y finalmente lo entendí. Necesitaba un infiltrado en la manada y sabía exactamente a quién acudir. Nicholas Turner.

Él era uno de los guerreros de las Sombras Místicas y en el fondo odiaba a mi papá. Me lo dejó bien claro una noche cuando estábamos en el pub emborrachándonos. Es bastante buen amigo de mi hermano Eric, pero no tan cercano como para no hacer esto por mí. Especialmente después de que se entere por qué le pido que obtenga la información. Expliqué mi plan a Rebecca y acordamos pulirlo para que fuera infalible una vez que estuviéramos instalados. No había motivo para estresarse ahora cuando había cosas más importantes que atender en ese momento.

Una vez que finalmente aterrizamos, Trinity y yo fuimos inmediatamente a ver a Melian. Rebecca había montado en la parte trasera del avión, donde Mel finalmente estaba descansando. 

—¿Está despierta? —le pregunté a mi compañera. Ella negó con la cabeza y dijo: 

—No se ha despertado desde que se desmayó. Jason, estoy realmente preocupada por ella.

Asentí y estuve de acuerdo en que yo también lo estaba, y le pedí que hablara con el piloto sobre cómo desembarcar. Ella se levantó y me dio un beso en la mejilla, y se llevó a nuestra hija para hacer lo que le pedí.

Me senté al lado de Melian e intenté despertarla, pero no se movió ni hizo ningún ruido. Le revisé el pulso y tenía latido, pero su respiración era superficial. 

—¡Rebecca! —grité. Me levanté y corrí a la cabina para informar a todos que necesitábamos llevar a mi hermana al hospital lo más pronto posible —. Su respiración era superficial y su corazón latía lentamente —les dije.

El piloto de inmediato tomó su radio e informó a la torre que necesitaba un médico en el punto de donde íbamos a parar. El aeropuerto era propiedad de la manada Blood Moon, así que no teníamos que preocuparnos por médicos humanos. El avión finalmente se detuvo y cuando se abrieron las puertas y bajaron las escaleras, un equipo de médicos se apresuró a bordo. Trajeron una camilla para poner a Mel y rápidamente la llevaron al hospital. Los médicos que se quedaron para obtener información nos dijeron que la llevarían al hospital en el territorio de la manada, y que podríamos encontrarnos allí. Rebecca y yo bajamos del avión y ayudé a los hombres a descargar nuestras pertenencias y colocarlas en la camioneta que mi cuñado había enviado. Dejé que mi compañera condujera porque no podía concentrarme en la carretera. Mi mente estaba en todas partes. Puse mi mano en la rodilla de Becca para que su contacto me calmara. Las cosas que imaginaba sobre lo que le había sucedido a mi hermanita me atormentaban, y la necesidad de sangre para vengarla me estaba consumiendo.

—Estará bien, Jason. Perdió mucha sangre antes de que llegaras a ella. Además, está en estado de shock, por lo que su pulso bajo y su respiración superficial son normales. Mantén la fe, mi amor. Mi tía Roxy vendrá a llevarse a Trinity para que podamos concentrarnos en Melian. También nos traerá comida —dijo Rebecca. 

Asentí con la cabeza y apreté su rodilla. Aún en una nebulosa, mi teléfono comenzó a sonar. Era Eric. A regañadientes, contesté: 

—Hola, Eric.

—¿Dónde demonios están tú y tu familia, Jason? Papá ha estado yendo a tu casa cinco veces y nadie responde, y Michael dijo que Rebecca se había ido de los territorios de la manada con Trinity anoche y no volvió —gritó a través del teléfono. 

—La familia de Rebecca en Seattle tuvo una emergencia, así que tuvimos que ir allí de prisa. Estaremos de regreso en unos días. ¿Por qué me está buscando? —respondí lo más calmadamente posible.

—Quiere que todos nos preparemos para el funeral de Melian. Tu hermana está muerta y tú estás de fiesta con la familia de tu compañera. Eso es bastante miserable, hermano —dijo Eric con desprecio. 

—Cuéntame de nuevo cómo murió, por favor. Papá fue un poco vago al respecto —le pedí. Lo escuché reír y finalmente dijo: 

—¿Estás seguro de que quieres saberlo? No es una situación bonita.

Sacudiendo la cabeza y tratando de controlar mi enfado, le dije que me lo dijera. 

—Lo pediste, J. Digamos que las cosas se descontrolaron un poco. La maté golpeando su cabeza contra una mesa, follándola hasta la muerte y luego la pateé una y otra vez. Papá le dijo al forense que había estado en un accidente automovilístico —admitió.

Mi sangre se heló y, sin pensar, dije: 

—Dad dijo que ella se suicidó, Eric. Entonces, ¿cuál es, s******o, accidente de coche o lo hiciste como dijiste? 

La única emoción que salía de mi voz era pura repugnancia y rabia, y esperé su respuesta. 

—¿Eric? —llamé y finalmente respondió: 

—Te dije cómo murió y no tengo remordimientos ni arrepentimientos.

 Luego, desconectó el teléfono. Le conté a Rebecca lo que me dijeron y ella tuvo que parar el coche. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos como lluvia. 

—Son encarnaciones del mal, Jason. Nunca puedo volver allí, así que si planeas hacer eso, perderás a Trinity y a mí para siempre. También me niego a dejar que Mel vuelva, así que serás tú solo —lloró. La tranquilicé diciendo que eso nunca sucedería y que si alguna vez me encontrara cara a cara con mi familia nuevamente, mataría a cada uno de ellos.