April está haciendo unas cosas del trabajo cuando llego a casa, pero levanta la vista de inmediato y puedo ver sus ojos entrecerrados a través de sus lentes redondos.
—Hola, buenas tardes. ¿Cómo estás el día de hoy, primita?
—Qué graciosa. ¿Por qué no empiezas con una disculpa por dejarme colgada el día de ayer?
—Vamos, ya te expliqué lo que pasó —me siento en una silla de la mesa, frente a ella—. Tenía que acompañar a Alex.
—Sí, claro. Y bueno… ¿Todo bien?
—Sí, sólo fue un accidente y no pasó de un poco de caos entre los vecinos. Todos están bien —no aguanto más tiempo sin preguntar—. ¿Cómo te fue ayer con la banda? ¿Los escuchaste tocar el cover?
—Sip, creo que llegué mientras tú te ibas porque escuché casi toda la canción y Kat dijo que te acababas de ir.
— ¿Y cómo es
