Esa noche se durmió tarde, conversando con Arthur a través de mensajes, ella quería asegurarse de que él la viera como una mujer sumamente enamorada. Así que el bombardeo de mensajes fueron según ella súper cursis, buscó en las redes los mensajes más tiernos y ridículos para hacerlos suyos y tener su mejor actuación romántica. Arthur por su parte estaba encantado de tener una jovencita súper enamorada de él, disfrutaba cada mensaje que ella le enviaba esa noche y él iba respondiendo cada uno, poniendo su nota romántica de parte de él. Diane se sentía ridícula ante ésta situación, pero todo por lograr sus objetivos. — Mi amor, el viernes tengo clases y al salir haré arreglos para esperarte en el chalet— ella le envió el mensaje— espero y no me dejes esperando. — ¡Amor no necesitas apres

