Episodio 5

668 Words
Al llegar al restaurante, todo parecía normal y tranquilo como siempre. Pero al cruzar el umbral de la puerta algo extraño paso. El espejo de la entrada se cuarteo por completo y muchos cristales cayeron al suelo. - ¡Oh vaya! Esto es una mal comienzo. Me dije a mi misma mientras contemplaba la escena. Intenté recoger los cristales más grandes con mi mano, pero al intentar tocarlos algo se activo en mi. Mis poderes que habían estado dormidos por tanto tiempo habían vuelto a despertar. A mi cabeza vino una visión, un fragmento de un futuro. En ella me veía en medio de una calle completamente sola y de repente un ruido intenso resonó en mis oídos. Al girarme vi a un automóvil de color verde dirigirse a toda velocidad hacia mi. El sonido de las ruedas acelerando sobre el asfalto fue tan fuerte que tuve que cubrir mis oídos. En ese momento todas las cristaleras a mi alrededor empezaron a temblar frenéticamente hasta llegar a romperse. Sentí miedo e impotencia. He intentado no volver a tener visiones por este motivo. Nunca las entiendo, son cortas y misteriosas. Mientras me recuperaba de lo que había visto, recordé que no había tomado mi dosis esta mañana. El inibidor debe tomarse cada ocho horas o pierde su efecto. Al tener aquella pesadilla lo olvidé por completo, por lo visto mis poderes estaban volviendo. - Debo tomarlo antes de que despierte por completo. Susurré mientras me incorporaba. Otra cosa molesta de mis poderes es leer los pensamientos de otras personas. En cuanto mis poderes despierten completamente cualquier persona que me toque será vulnerable a mi. Mientras me dirigía al interior del restaurante un fuerte dolor de cabeza me sacudió. Lo malo de cuando mis poderes vuelven es que mi cabeza parece estallar. El tenerlos tanto tiempo sellados siempre me pasa factura. En una de las estanterías de mi cocina tenía una pequeña caja. Las personas que trabajaban conmigo tenían prohibido tocarla, pues en ella estaba mi inibidor. En casos de emergencia como estos escondí unas cuantas dosis. Al ser una mezcla de diferentes hierbas puedo esconderlo como un té a la vista de los demás. Mientras me tranquilizaba e ingería mi té no pude evitar preguntarme de quién sería la visión que tuve. Era habitual que mis visones fueran dirigidas a personas desconocidas para mí, pero está fue extraña. Sentí cada momento como propio. Es habitual que ocurran accidentes como estos, pero este en especial se sentía diferente. Deje de darle vueltas y me preparé para abrir mi local. Me coloque mi uniforme y prepare las mesas. Mientras el resto del personal iba llegando yo atendía la zona de cafetería. En las mañanas me encargo de preparan bollos y pasteles para los desayunos y almuerzos. En ese momento uno de mis ayudantes me comentó algo impactante que había ocurrido esa mañana. Por lo visto ciertos dioses habían atentado en la zona central. Se supone que es una zona neutral, pero dos dioses del aire habían arrasado una pequeña ciudad. Nadie sabe que es lo que pretendían pero causaron muchos estragos. La zona central, también llamada Américo es habitado también por nobles, así que gracias a ellos pudieron detenerlos. Por lo visto el incidente no fue a más, pero me sentí muy culpable. Incidentes como estos, hacen que odie mi propia existencia. Actúalmente los dioses tienen prohibido usar sus poderes sin permiso, pero debido al descontento se estaban creando pequeñas facciones. Estás facciones promueven la soberanía de los dioses sobre todo ser de esta tierra. Pues se creen la reencarnación de los ángeles de la creación. Hace tiempo me enteré que la persona que me facilito el inibidor pertenecía a una de estas facciones. Ese día me horrorice y me aleje de él. Tenía miedo que pudiera hacer daño a Nicolás. Por suerte mi contacto con él desapareció y nunca jamás volví a verle. Ahora las facciones se están volviendo más activas y es probable que estalle una nueva guerra pronto.
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