Capítulo dieciséis —Primero, Khan no es un simple lobo, —remojo mis labios —es más que un lobo... —suspiro —y con lo otro te equivocas —conecto mis ojos desinteresados con los suyos y esto hace que él afloje su agarre de mi rostro para retroceder —solo soy una dulce ovejita para la persona que no me quiere hacer nada, pero para los que sí, —hago una pequeña pausa buscando las palabras correctas o mejor dicho el animal correcto para representarme —soy como una tigresa... Te vi, te oí, te seguí hasta este momento que es donde te estoy atacando y ni cuenta te estás dando de que ya has perdido. Sonríe de lado —¿Una tigresa? ¿Es en serio? ¿No había otro animal más acorde a ti? Porque si te consideras una, déjame decirte que ni tu rugido me causaría cosquillas —chasquea la lengua y mis ojos

