Mi venganza “Rechazada y Acepta”.

¡No eso no!.

Narra Roberto.

—Buenos días familia como están—. Saludo a mis padres.

—Bien...cuando traerás a esa chica—. Ruedo los ojos, mi padre ya me tiene cansado con lo mismo, tiene más de dos semanas con eso. —Ya las habitaciones están casi lista—. Suspiro y lo miro.

—Papá por favor ya no sigas con eso no quiero a esa mujer aquí y aún no quiero un hijo soy muy joven para eso—. Digo frustrado. —Además si queda embarazada ella puede ocuparse y después se lo quitamos, así no tengo que estar lidiando con esa humana ni su familia—. La cara de mi padre lo dice todo.

—No debiste rechazarla aún, dentro de unos meses ese lazo puede desaparecer—. Frunzo el ceño. —No puedes abandonar a tu hijo a su suerte, él tiene que criarse aquí con su gente no con ellos, después que tenga el bebé la podemos mandar lejos y como si nada haya pasado—. Miro a mi madre.

—A mi no me mires—. Ni siquiera mi propia madre me apoya.

—Esta bien iré por ella la otra semana pero no la quiero cerca mío—. Los miro serio a ambos. —Y ustedes se encargarán de ese cachorro—. Me levanto de la mesa.

—Si no piensas estar cerca de ella como piensas embarazar la—. Pregunta mi padre.

—Esperar que ella ovule para poder estar con ella y que así quede embarazada, no pienso estar encima de ella todo el tiempo—. Escucho a mi padre resoplar pero lo ignoro.

Si el supiera que ya estuve con ella la mandaría a traer, tendré que mantenerme alejado de ella mientras este aquí, que no daría para volverla hacer mía, solo con pensarla me pongo a mil tendré que buscar Abigail.

Pensándolo bien, será eso cierto de que el lazo se deshaga, después de todo ya la rechacé no hay vuelta atrás y si volviera el tiempo la rechazaría de nuevo.

Por otro lado me inquieta no hablar con Erick, él no quiere responderme, por una humana me ignora vaya lobo, ya se le pasara...

Narra Emily.

—Briana que tanto hules hace días empiezas oler a la nada—. Hace una hora que llegó y a empezado a olfatear como loca no se que busca tal vez encontró a su maté. —Lo encontraste es eso—. Niega.

—No Emi es que no entiendo porque tú olor y él de Roberto se hace más intenso cada día—. Se queda pensativa. —Dime él a venido a molestarte—. Niego.

—Que yo este enterada no, Bri... Me estas asustando ¿él a estado por aquí?—. El pánico me invade.

—Tranquila Emi no lo creo, él también está entrenando—. Me mira fijamente. —Afuera no se siente su olor solo aquí en la habitación, bueno quiero decir tu hueles a él—. Me inquieta saber eso.

—Con que otro jabón tengo que bañarme para no oler a ese perro sarnosos—. No quiero oler a él.

—Emi no te alteres vale, mira lo que pasó ayer—. Si ayer me desmaye pero solo fue por correr al baño para hacer pis. —Y no creo que un jabón te quite ese olor—. Se sienta en la silla del escritorio. —Déjame averiguar si hay algo en este libro sobre olores—. Empieza a sacar un gran libro, abro la boca para preguntar pero ella se me adelanta. —Se lo pedí a la amiga de mi padre que trabaja en la biblioteca—. Asiento.

Ella empieza a buscar en las páginas pasando una a una, no se específicamente que sobre olores yo no siento nada ellos tienen un gran olfato.

—Esta no, está menos—. Dice al pasar cada pagina. —Joder donde esta—. Me acuesto en la cama a esperar lo que sea que este buscando....

—¡Si lo encontré!—. exclama al encontrar no se que creo que pasaron como quince minutos casi me quedó dormida.

—¿Que fue lo que encontraste?— . Pregunto bostezando.

—Sobre los olores que más mira—. Me da el enorme libro que pesa más que yo creo.

—Briana esto pesa mucho y no se leer este idioma—. Creo que es algún idioma de ellos.

—Lo siento ya te lo traduzco—. Me lo dice con una sonrisa. —Haber cambio de olor después de estar con tu mate, no definitivamente no, después de ser marcada, no esa tampoco, !oh! Aquí está—. Se queda en silencio leyendo y la miro expectante, me mira. —¿Ese idiota uso alguna protección cuando te violó?—. Pregunta sin más haciendo que me dé una punzada en el vientre, niego.

—Bueno no lo sé Briana yo no iba estar pendiente a esos detalles—. Resoplo como me va preguntar eso, no creo que él haya llevado una caja de preservativos. —No creo que se haya tomado la molestia de llevar una caja de preservativos Briana—. Digo de mala manera.

—Lo siento no debí preguntar eso—. Hago una mueca. —Una última pregunta ¿ya te vino el periodo—. La miro de mala manera no me gusta sus preguntas.

—No, Briana por que haces esas clases de preguntas—. Ella me mira con los ojos bien abiertos y luego sacude la cabeza y niega. —Briana que dice ese estúpido libro habla de una buena vez me estoy cansando de esto—. Se que no se merece que le hable así, pero mi paciencia se está agotando.

Mira mi vientre y luego me mira a mi. —Ya te lo traduzco—. Suspira se aclara la garganta y me mira. —Aquí dice que cuando los olores de los mates se combinan es porque estuvieron juntos, también es por la marca y la otra es por que hay un nuevo ser en camino—. La miro como si estuviera loca.

—¿Un nuevo ser a que se refieres?—. Vuelve a mirar mi vientre y yo por inercia lo miro, la miro a ella y niego. —¡No eso no!—. Niego una y otra vez. —¿Es broma verdad?—. Le pregunto.

—Solo hay una manera de salir de dudas—. Definitivamente esta loca. —Ya vengo vale no te vayas a lanzar por la ventana—. Ruedo los ojos.

—Briana si me quiero suicidar, pero no lo voy hacer aquí en mi habitación y menos de esta altura donde solo se me romperían los huesos—. Ella sonríe por mi suposición.

—Me alegra saberlo—. Sale por la ventana y se va.

Me levanto de la cama y voy al espejo pero no me atrevo a mirarme, es cierto que me he sentido mal, yo no creo que sea eso, claro que no me he sentido así desde ese día es ilógico.

Doy vuelta en mi habitación, me detengo frente al espejo aún así no me atrevo, suspiro profundo y me acerco al espejo de cuerpo entero, ya no soy esa Emily de antes estoy delgada más que antes, estoy casi en los huesos, levanto mi polera y miro mi vientre, este esta mas plano que una aplanadora.

No creo que sea eso, me siento en la cama estoy muy cansada de tanto dar vueltas.

Media hora después entra Briana por la ventana. —Pudiste usar la puerta como todo lo hacemos no crees—. Miro su mano donde trae una bolsita.

—Lo haría pero alguien por ahí no me escucha o nunca quiere abrir la—. Dice con una sonrisa.

—Creo que sonríes demasiado últimamente, ¿se puede saber a qué se debe?—. Entorna los ojos.

—Lo tengo que hacer yo para ver si te contagió—. Bufo por su comentario. —Te traje esto—. Dice y vacía todo el contenido de la bolsa donde caen pruebas de todas clase.

—Porque tantas le vas hacer el test a un ejército—. Y ahora la que bufa es ella.

—No solo a ti tenemos que asegurarnos bien—. La miro con cara de espanto y niego. —Anda te espero aquí y te muestro a mi loba Jake—. Tomo una. —¡Oh no señorita todas!—. Abro los ojos como platos.

—¿Que te as vuelto loca verdad?—. Niega. —Y te explicaron como se usa esta cosa, tengo que meterme lo o como va la cosa—. Se da una palmada en la frente.

—No tienes que usar esto—. Abre una caja y saca un envase pequeño. —Cuando haces pis lo haces aquí y luego lo hechas acá—. Saca la prueba del test y me enseña donde tengo que echarle el orine. —Solo con una gota basta y luego esperas cinco minutos más o menos y así lo haces con todas—. Niego frustrada.

—Vale pero tu ves los resultados—. Tomo las pruebas en mis manos y las llevo conmigo al baño, saco todos los test y los pongo en el lavabo, hago pis en el envase y luego lo vierto en cada una de las pruebas, lavo mis manos y salgo. —Ya esta solo espero que no sea eso—. Me tumbo en la cama al lado de ella.

—Emi y si estás que vas hacer—. La miro. —Quiero decir que vas hacer con ese....

Pongo un dedo en su boca para callarla.

—No digas eso Briana, esperemos que sale y hablamos de ello después de los resultados—. Tengo la esperanza de que no sea eso, como dicen la esperanza es lo último que se pierde.

—Como tu quieras, anda vamos a peinarte—. Resoplo pero me siento, no me había peinado en semanas hasta ayer que Briana se apiadó de mi melena de león y me trenzó el cabello.

Y otra cosa que ocurrió fue que Briana al fin pudo tener su transformación, nadie sabe por qué tanto retraso, ella dice que lo atribuyen a sus genes humanos, pero al fin obtuvo lo que tanto quería, ¿y saben que?, la muy condenada no quiso mostrarme a su loba.

—Estas lista para salir—. Ruedo los ojos. —Deberías al menos de cambiarte de ropa—. Para que me pregunto. —Iré a ver los resultados quieres venir y verlos—. Niego.

Ella va al baño y me quedo viéndome en el espejo me hizo una trenza en todo el centro de mi cabeza, dice que así no se me hará una maraña como la tenia antes que me peinará.

—¡Joder, maldición no!—. Exclama en el baño.

—Que sucede Bri anda mal algo—. Miro la puerta del baño pero nada que sale, me acuerdo de las malditas pruebas y me tensó. —Bri sal de una vez, ¿que sucede dime?, o me tiro por la ventana ahora si—. Se asoma a la puerta con las pruebas en mano y una cara de horror.

—Lo siento tanto Emi—. Pone las pruebas en la silla y me abraza. —En verdad lo siento Emi yo...yo...

No termina de hablar por sus sollozos.

—¿Que sientes Briana, dime qué sucede?—. Extendiende su mano a la silla y me da uno de los test, lo tomo entre mis manos sin entender su reacción, y me llevo la gran sorpresa de mi vida, la apartó de mi lado y empiezo a ver cada una de las pruebas y todas tienen el mismo signo, niego una y otra vez tiro las pruebas contra la pared. —No, no, no eso no, dime qué no es cierto Briana, no yo no puedo estar no; no; no, una y mil veces no noo, esooo, noooo—. Grito ya que no puedo llorar. —¡Noooo!—. Grito y caigo de rodillas Briana se acerca a mi y me abraza fuerte sin hacerme daño.

(**)

Ha pasado como una hora más o menos empecé a botar sangre por la nariz no se por que, salimos del baño, digo salimos por que Briana me llevo ya estoy más calmada, me acuesto en la cama en posición fetal.

—Que vas hacer con esto Emi—. Miro a Briana que me enseña los test.

—Echa lo al cesto no quiero saber de ello—. Me giro al lado contrario.

—Emi habíamos avanzado no quiero que te sumerja nuevamente por favor—. Acaricia mi cabello mientras habla, si supiera que no he salido de ese pozo de oscuridad, solo he fingido, no quiero arrastrar a nadie a conmigo, está es mi desgracia no la de ella....