Capítulo 7

1836 Words
Aitana El tiempo continuó pasando con rapidez hasta que un día finalmente fue el día donde las vacaciones llegaron a su fin y con ello, la llegada de mi primera vez en una clase que no fuera por medio de la computadora. Esta vez sería en una escuela real, con compañeros y profesores reales. Estaría mintiendo al decir que no estaba completamente eufórica por esta nueva y última etapa secundaria en mi vida; me ponía tan feliz la sola idea de que el momento finalmente llegara. Aitana Sofía Cruz volvería a ser la persona que siempre debió ser, una por completo normal. Aunque tampoco era capaz de menospreciar lo que la fama me trajo. Después de todo, fue gracias a ella que pude darle las mejores y más lujosas condiciones de vida a mi familia. Sin embargo, al mismo tiempo se vio afectada mi vida privada, cosa que me incomodaba de sobremanera. Pero bueno, lo importante era el día de hoy. Estaba terminando de acomodarme bien el uniforme y peinar mi corto cabello. Eran las casi las siete y media de la mañana, mis clases comienzan a las ocho y hay tiempo de sobra ya que la escuela no queda tan lejos de casa; es solo que me gusta prepararme con tiempo para cualquier evento importante, tal como este. No estaba tan preocupada por el asunto de formar amistades. Algunos de mis conocidos también asisten a esa escuela, entre ellos destaca Kathie, que es con quien tengo la mejor relación. Es una muy buena persona a pesar de que no hablamos tan seguido, o al menos la considero así porque no se ha portado falsa y superficial  conmigo nunca desde que nos conocimos hace casi tres años en una fiesta de algún famoso. Ella es hija de Stephanie y Scott Murphy, dos actores muy conocidos que trabajaron en películas de variados géneros que los hicieron ganar tanto premios como prestigio en el mundo de los galardonados. —Aitana, baja a desayunar. Me apresuré a terminar de cepillar mi cabello suelto al oír la voz de mi padre del otro lado de la puerta y apliqué apenas un poco de rimel a mis pestañas. Verificando que todo estuviera en orden, finalmente pude ir hasta el salón en la parte baja donde ya se encontraban sentados mi padre y abuela con el desayuno servido en la mesa. He de admitir que es uno de mis momentos familiares favoritos del día porque estamos juntos y tranquilos compartiendo. Además de los deliciosos panqueques que prepara mi Helena, claro. —Buenos días, familia. —saludé dándole un beso en la mejilla a la adulta mayor y otro a mi padre. —Buenos días, Tana. —correspondió mi padre, para luego llevarse su taza de café a la boca. Comencé a servirme tres de esos deliciosos panqueques que desprendían un olor maravilloso, que acompañé con un poco de café con leche. Estuvimos en un cómodo silencio durante algunos minutos, disfrutando cada quien de sus platos hasta terminarlos. Casi me devoré mi desayuno, estaba exquisito y mi apetito era enorme. —Mateo, sírveme un poco más de eso. —habló de repente mi abuela, dirigiéndose a mi padre. Levanté una ceja algo confundida pero con una mueca divertida. —¿Hoy eres el abuelo? —Es mejor que ser tu tío Nicolas. Sino estaría llamándome "inútil" cada cinco minutos, y con razón. —respondió divertido, dejando dos panqueques en el plato de Helena. Desde lo que pasó dos semanas atrás con ella, no ha vuelto a estar lúcida mucho más tiempo que una media hora. Aunque, en esos miembros, no se atrevió a volver a tocar el asunto del paradero de mi madre. Pensé que quizá no sabrían dónde se encontraba ahora, y no me sentía capaz de presionarla para conseguir respuestas. Yo misma las encontraría, sea como sea. —Es hora de irnos, Aiti. Tomé mi último trago de café antes de chequear la hora y efectivamente era tiempo de que fuera a la escuela ya que faltaban solo quince minutos para que comenzara la primer clase. Con algo de exactitud, yendo en auto tardaríamos unos dice minutos en llegar a la escuela, así que debía apresurarme. —Voy por mi mochila. No tardo nada. Tras decir eso, salí casi disparada de vuelta a mi habitación para agarrar mi mochila y darle un rápido vistazo viendo que no me olvidara nada. Solo empezaría llevando un cuaderno, estuche y mi billetera con dinero para el almuerzo; cuando me pidan cosas empezará a llenarse. Bajé nuevamente las escaleras, encontrando a papá con el teléfono pegado a su oído muy concentrado en lo que le decían, y aproveché el tiempo para despedirme de mi abuela por unas horas. Me ponía algo triste que no pudiera acompañarme o recordar este día importante en mi vida porque tenía una cita con su doctora, pero a mi graduación sí podría ir. Al menos eso prometió en alguno de sus momentos de lucidez. —Ahora sí vámonos o se hará mas tarde, hija. —avisó papá, guardando el celular en el bolsillo delantero de sus jeans. —De acuerdo, vamos. Colgué la mochila en mi hombro mientras caminábamos para salir de la casa y por fin estar dentro del auto. Él insistió en llevarme cuando sugerí la idea de viajar en autobús para tener esa primera experiencia de independencia, alegando que quería estar acompañándome como lo hizo cuando era una niña pequeña comenzando el jardín de infantes. Recuerdo lo mucho que lloré esa vez, chillando para que no me alejaran de papá debido a que era muy pegada a él. Solíamos pasar la mayor parte del tiempo juntos, jugando o haciendo cualquier otra cosa, pero en la mayoría de mis primeros recuerdos de la infancia estoy aferrada como una pulga a su hombro. Aún no entiendo cuál fue el punto de quiebre en nuestra bonita relación padre e hija. Es como si esos recuerdos le pertenecieran a otra chica, porque todas esas cosas jamás volvimos a hacerlas ni a intentarlo. A veces me daba ganas de llorar el ponerme a analizarlo tan a profundidad. —¿Emocionada por tu primer día de clases? —cuestionó con una dulce sonrisa. Es como si justo ahora, después de tantos años, tuviera la intención de reconectarnos. —Emocionada y nerviosa. ¿Sabes? Nunca pensé volver a pisar una escuela... hoy estoy aquí. No podía sacar esa feliz sonrisa de mi rostro, siendo que reflejaba por completo mi estado de ánimo. O al menos una parte de ello, ya que todo lo que sentía por dentro no lograba explicarse solo con palabras. —Me alegra que estés así, Tanita. Hace mucho no te veía tan feliz. —Soy muy feliz con esto, papá. —admití, con una gran profundidad detrás de esas palabras. Pareció entender aquello, ya que solo le subió un poco a la radio que sonaba en su bocina y así seguimos el resto del camino. Era buena la música que pasaban por esa emisora, así que de vez en cuando tarareaba alguna canción conocida mientras apreciaba la vista desde el parabrisas. Un enorme edificio hecho de ladrillos se presentó en nuestro panorama, haciendo que en mi estómago se formara un nudo y me pusiera inquieta en mi lugar. Sin darme cuenta, me removía a la espera de llegar. —Tranquila, estamos cerca. —anunció divertido mi padre al verme moviéndome de un lado a otro. Cuando finalmente estacionó en un lugar cercano a la entrada, me despedí rápidamente alcanzando a escuchar solo un "Buena suerte" de su parte y agarré mi mochila del asiento trasero. Entonces salí del auto, quedando maravillada al instante por lo bella que era la secundaria Amanda Burns. Los ladrillos con los que se construyó parecían bastante antiguos pero ese le daba un aspecto único, con un brillante cartel gris con letras blancas colgado arriba de la puerta que decía el nombre de la escuela junto con la fecha de su fundación. Habían grupos de alumnos repartidos en todos lados, hablando entre ellos, riendo y seguramente contando sus experiencias del verano para quienes no se vieron en mucho tiempo. Algunos que otros me miraban de reojo y se ponían a murmurar entre sí. Solo ignoré ese detalle para reemplazarlo por la emoción que me daba ver el interior del edificio y comprobar si era aun más hermoso que por fuera. —¡Aitana! Al escuchar ese grito detrás mío, rápidamente giré la cabeza en su dirección para encontrarme con Eleanor casi tan emocionada como yo y a Sean atrás suyo, con uno de sus característicos elegantes trajes puestos. No me sorprendió  cruzarme con ella, ya que una de las razones por las que elegí esta escuela es porque Eleanor estudia aquí, solo que va a un año menor que el mío. —Hola, chicos. Qué bueno verlos. —saludé, pasando a darle un beso y un pequeño abrazo a cada uno. —También es bueno verte aquí, Aitana. Te ves muy bien. —me halagó mi representante con una pequeña sonrisa en la que distinguí algo de ¿orgullo? Puede que sea mi imaginación o solo es porque me ve como otra hija. —Me alegra que hayas elegido esta escuela para estar juntas. Miré con ternura a Eleanor antes de darle otro abrazo con una dulce sonrisa. Ella es de las personas más tiernas que he tenido en gusto de tener en mi vida, siempre con una amable actitud y lindas sonrisas para darles a todo el mundo. —Muy bien, chicas, creo que es hora de irme. Vendré a buscarte a la salida, cariño. —le avisó Sean a su hija menor. —Sí, papá, nos vemos después. ¡Adiós! Sean se despidió de mí también antes de empezar a caminar hasta donde su auto se encontraba. Lo seguí con la mirada, notando que mi padre seguía con el auto estacionado frente a la escuela, teniendo una seria expresión facial mezclada con algo de enojo. Eso me extrañó bastante, aunque no pude tomarle mucha importancia cuando Eleanor jaló de forma suave de mi brazo para hacerme caminar unos cuantos metros. —Ven, Aiti, quiero mostrarte toda la escue... Justo antes de que pudiera terminar su oración, se empezaron a escuchar fuertes voces provenientes de varios alumnos que seguían hablando entre sí, pero miraban de forma "disimulada" a un mismo lugar. No quise interesarme en ello hasta que oí a la chica murmurar algo. —Oh no, creí que iban a cambiarse de escuela. —la voz de Eleanor sonó algo molesta, como nunca la había oído. Suspiré antes de voltear a ver en la misma dirección que ella, notando la presencia de aquellos quienes la pusieron así, y no pude evitar quedar sorprendida por quiénes se trataba tanto escándalo. —Ellos son Hero, Hayden y Valerio. No les hagas casi y créeme que estarás bien aquí. —Y así los tres Evenson llegaron a mi vida. Oh, debí hacerle caso a la pequeña Eleanor...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD