-Existe otro hombre del que debo cuidarme -expresó el príncipe que ahora caminaba a mi lado en el paseo de las sakuras -Su alteza, ¿hay algún hombre que pueda ser mejor que usted? -dije a modo de broma -Lo dudo mi Lady, pero me siento amenazado y cada vez hay más hombre que se -Oh, lamento que no sea usted siempre el centro de atención, su alteza -me reí discretamente -¿Crees que su majestad, el rey, esté molesto con la reina? -No lo sé, ella jamás había intervenido en asuntos relacionados con el palacio, me sorprendió que desafiara al canciller enfrente de todos, y me preocupa -Ella siempre ha participado en las decisiones sobre tí, pero en esta ocasión sentí que abogaba por mí. Me sentí feliz por eso, pero lo pensé más a fondo, el canciller estará molesto con ella, y me asusta que

