Esa había sido una confesión dulce y sincera, no me atreví a mirarlo y en su lugar regresé a la casa de mis padres, en donde seguramente todos habían terminado el almuerzo. Pero sus palabras no abandonaron mi mente y odiaba eso, ahora solo deseaba ir en contra de mis deseos y quedarme a su lado, pero significaba renunciar a mi libertad y sobre todo olvidar mis sueños y aspiraciones. -Parece que él sigue haciendo méritos para ganar tu aprecio -la voz de Nilu me sobresaltó Estaba en mi antigua habitación y había pedido a Malaya que me dejaran sola -¿Dé qué hablas? -pregunté confundida -Aether me lo contó todo, en su estancia en el castillo se dió cuenta de muchas cosas -En su corta estancia, deberías decir, no debió hablarle de ese modo al príncipe -refunfuñe -¿Así que ahora estás de

