—Me acabas de salvar del infarto —dijo Valerio, que hablaba con Caleb, luego de una reunión quincenal, sobre las primeras notas del primer bimestre en j***n—. El semestre pasado te fue demasiado mal. —Ay, ni me digas —pidió Caleb, recorriendo su silla hacia atrás y pegando la frente a esa mesa, en que estaba la computadora, para esconder la cara—. Estaba muy mal. —Sí, eso creí —declaró el hombre mayor, sonriendo un poco al ver más animado a ese joven que le había estado preocupando por mucho tiempo—, pero pensé que lo necesitabas, así que no dije nada. Aunque no puedo negar que me alegra mucho verte mejor. —Sí, ya estoy mejor —aseguró el castaño, ya de frente a la computadora otra vez—. De hecho, estoy reestudiando las asignaturas del semestre pasado, porque siento que lo pasé de noc

