Capítulo 6

1953 Words
Narra Daniel Cuando salí de mi trabajo caminé hasta el café donde siempre nos juntamos Lucas y yo después del trabajo. Como lo esperaba, yo llegué antes que él, así que me senté en la mesa de siempre y saqué mi celular, tenía varios mensajes acumulados de las horas en las que estuve ocupado con los chicos. Me dediqué a revisarlos mientras esperaba a mi amigo. Me di cuenta que tenía unos pocos mensajes de un número que no conocía, abrí el chat y los leí. —"Hola, Dani, soy Manuel." —decía el primero—"La semana pasada le pedí tu número a Lucas, espero que no te moleste." —¿de verdad Lucas le dio mi número? Generalmente no hace eso, o al menos no lo hace sin consultarme antes—"¿Te gustaría salir hoy o mañana? Podemos ir a tomar algo o salir con los chicos, como te sientas más cómodo." —levanté la mirada del celular justo cuando Lucas entraba en el café. Me miró y me sonrió mientras se acercaba. —Hola —lo saludé con una sonrisa, él se sentó frente a mi y se acomodó. —Perdón por hacerte esperar, me quedé hablando con uno de los clientes. —No perdés oportunidad nunca. —Como si no me conocieras, Dani —soltó una risita—. ¿Pedimos algo? —asentí. —Che Lucas, ¿le diste mi número a Manuel la semana pasada? —él negó con la cabeza—¿Seguro? Me mandó tres mensajes. —Mostrame el número —le mostré los mensajes. —Parece que lo sacó de mi celular. —me miró—Después de que te fuiste, Ana me pidió que la acompañara a llevar algunas bebidas para nosotros y le dejé mi celular. Perdón Dani, si te molesta hablo con él. —No hace falta, no voy a contestarle. —Lucas me miró callado unos segundos—¿Qué? —Seguís con la idea de esperar a tu príncipe azul, ¿no? —dijo burlón, suspiré poniendo en blanco los ojos. —No es eso —contesté—, simplemente no me interesa por ahora —se me quedó mirando de nuevo. De repente, siento que Lucas me oculta algo. —¿Pensás salir hoy? —preguntó desviando el tema, negué con la cabeza—¿Te molesta si me quedo en tu casa esta noche? —volví a negar con la cabeza consiguiendo una sonrisa de su parte. Después de hacer los pedidos de siempre nos pusimos a hablar de nuestros respectivos trabajos. Esta vez, Lucas no soltó ningún comentario desubicado como los que soltó en un inicio; parece que se hizo a la idea de que no voy a soltar fácilmente este trabajo. Por su parte, él me contó como iban las cosas en el gimnasio. Me contó que mi reemplazo era una chica antipática que a leguas no quería ser su compañera; realmente no me sorprende que su compañera no quiera estar con Lucas, a veces es un poco molesto, sobre todo en el trabajo. Pasadas casi dos horas, decidimos volver a nuestras respectivas casas. Lucas tenía que ir a buscar algunas cosas para pasar la noche, mientras, yo iba ordenar mi casa. Cuando llegué, dejé mi mochila en mi habitación y volví al living a ordenar y guardar las pocas cosas que había dejado ahí durante la mañana. Terminé un par de minutos después, así que me senté en el sillón a esperar a Lucas. Saqué mi celular y lo miré, busqué los grupos de los chicos y los revisé uno a uno para ver si alguno de los padres o ellos mismos me habían escrito. Después de cerciorarme que no había mensajes para mí en los grupos, salí y miré los chats que tenía sin abrir. De repente, me crucé con el chat de Nahuel. No tenía nada que ver ahí, sus mensajes los había leído, pero paré a observar la foto de perfil. En esta, estaba con alguien más, seguramente era un familiar suyo, el parecido es innegable, salvo por los ojos de Nahuel que son azules, mientras que los de la persona que lo acompaña son marrones claros. —Tiene lindos ojos —me sobresalté al escucharme; no pensé cuando lo dije. Pero tengo razón, Nahuel tiene unos ojos realmente bonitos. El celular vibro en mi mano, saqué la foto de mi alumno y ayudante, para buscar entre los mensajes sin abrir cual había hecho que el aparato vibrara. Era un mensaje de Lucas con su típico "bajá". Me levanté con un poco de pereza, agarré mis llaves y salí. Bajé las escaleras, crucé el palier y abrí la puerta, mi amigo me saludó con un beso como si fuera que nos veíamos por primera vez en el día. Subimos las escaleras en silencio, para no molestar a los vecinos; conociéndolo, después va a molestar al barrio si le es posible. Nos metimos en mi departamento, Lucas puso su mochila sobre la mesa, la abrió y sacó unas cuantas cervezas. —Veo que te gusta hacer vida sana —se giró y me miró con una sonrisa. —Me paso la semana a dieta, solo me permito el alcohol los fines de semana, no me estés retando —solté una risita y lo ayudé a meter las cervezas en la heladera. —¿Qué se te ocurre hacer? —Podemos hacer pizza mientras se enfrían las cervezas, poner todo en una bandeja e ir a tu cuarto a mirar una película —dijo con el entusiasmo de un nene chiquito. —Bueno, dale —accedí con una sonrisa. Después de cocinar, hicimos lo que Lucas sugirió, pusimos todo en una bandeja y nos fuimos a mi cuarto. Nos acostamos en la cama con la bandeja en medio y buscamos algo para ver. No tardamos en encontrar una película que nos interesaba a ambos; aunque después de unos minutos, Lucas se distrajo sacando fotos como siempre. Por mi parte, intenté centrarme en la película lo más que podía, a pesar del constante chasquido del celular de mi amigo. Nos quedamos hasta entrada la madrugada tomando y hablando en mi habitación, de fondo teníamos la música que Lucas había puesto, pero ninguno de los dos le hacía caso. La habitación estaba casi completamente a oscuras, salvo por el televisor que nos iluminaba. —Che, ¿vas a seguir esperando a tu príncipe azul? —lo miré unos segundos en silencio, para después soltar una risa. —¿Por qué tanta insistencia con eso? ¿Querés postularte al puesto? —bromeé, pero él se acercó a mí cara. —Puede ser... —me alejé instintivamente de él, tomé el último trago de mi cerveza y la puse en la bandeja—. Dani... —agarró mi mano. —Si lo estás diciendo de verdad, ya sabés cual es la respuesta Lucas. No es la primera vez que me hacés el planteo y ya te dije que no —aparté su mano, agarré la bandeja, me levanté y salí de la habitación para dirigirme a la cocina. Escuché los pasos de mi amigo seguirme en la oscuridad. —Dani —volvió a llamarme, pero no lo miré, seguí caminando hasta estar en frente de la mesada, dejé la bandeja arriba de esta y lo miré. —No lo arruines Lucas, la noche estaba yen... —no me di cuenta cuando avanzó, solo sentí sus labios sobre los míos y sus manos en mis hombros. Lo agarré de los brazos y lo separé de mí bruscamente, usando más fuerza de la que debería—. Me voy a dormir, no te acerques a mi habitación. Hui a mi cuarto, saque un cobertor y una almohada, los dejé en el pasillo, para después cerrar la puerta con llave. Escuché los pasos de Lucas acercarse a la puerta, al instante los escuché alejarse. Me desplomé en la cama suspirando, apagué el televisor acordándome que Lucas estaba poniendo música en este a través del celular que, seguramente, dejó acá. Tanteé en la cama hasta encontrar el aparato, me levanté, abrí la puerta y, como había hecho con el cobertor y la almohada, lo dejé afuera de la puerta, después volví a encerrarme. Me acosté sintiéndome incómodo; que manera de arruinar la noche Lucas, estábamos pasando un buen rato y venís a arruinarlo. Cerré los ojos e intenté dormir, sintiendo como el ceño se me relajaba. ------------------------------------------------- Salí de mi habitación y caminé hasta el living sin hacer ruido. Miré el sillón, Lucas seguía dormido, suspiré, di media vuelta y volvía a mi cuarto. Agarré ropa y me metí en el baño para ducharme y alistarme. Cuando salí, volví a caminar hasta el living, miré a Lucas de nuevo, me aseguré de que seguía dormido antes de entrar en la cocina a preparar un poco de café. Llené la pava de agua y la puse a calentar. Mientras esperaba a que el agua caliente, empecé a batir el café instantáneo. Dejé la taza en la mesada, cuando el agua estuvo lista, saqué la pava del fuego y vertí el contenido en la taza. Tomé un sorbo de café y suspiré. De repente, escuché que Lucas se movía en el sillón; seguramente estaba por levantarse. Agarré mi taza y me fui directamente a mi cuarto sin dirigirle la mirada. Después de cerrar la puerta, escuché sus pasos sonar en el pasillo, seguido escuché la puerta del baño cerrarse. Prendí el televisor y cambié canales sin parar hasta que tocaron la puerta. Me levanté y abrí encontrándome con la cara de cachorro mojado que Lucas usaba siempre que alguien se enojaba con él. —¿Bajás a abrirme? Ya me voy —asentí y salí del cuarto, caminé hasta el living seguido por él. Agarré mis llaves y esperé en la puerta a que juntara sus cosas y las guardara en su mochila. Cuando estuvo listo, salimos del departamento, bajamos las escaleras y cruzamos el palier en completo silencio, le abrí la puerta y esperé a que saliera. Antes de que pudiera decir algo, cerré la puerta girándome al instante para volver a mi departamento. Tiré las llaves sobre la mesa del comedor, junté lo que había usado Lucas para dormir y lo guardé. Después de ordenar y limpiar mi departamento, fui a mi habitación desplomándome en la cama, prendí el televisor, aunque dejé de prestarle atención al instante para mirar los mensajes que tenía. No pude evitar detenerme a ver otra vez la foto de Nahuel; de nuevo, me quedé atontado mirando sus ojos; son de un azul intenso, difícil de ignorar. Decidí salir de w******p y concentrarme en el televisor. —Parece que hoy me voy a centrar en intentar olvidarme del beso de Lucas —sé que no es la gran cosa, pero no puedo evitar sentirme molesto con su acción. Sobre todo cuando le dije hace tiempo que no me interesa, que solo es mi amigo, pero parece no querer entenderlo—. Tenés suerte de que todavía te considere mi amigo —suspiré acomodándome en la cama. De repente, mi celular comenzó a sonar, lo agarré y miré la pantalla, era una llamada de Lucas; es como si supiera que estaba pensando en él. Corté la llamada, pero enseguida me llegó otra que corté también, dándole paso a la tercera llamada. Le quité el sonido y dejé el celular en la cama. Seguramente no se canse de llamar, pero no quiero hablar con él por ahora. Prefiero dejar que esto pase. —Solamente necesito unos días alejado de él —suspiré viendo como la pantalla se encendía con cada llamado de mi amigo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD