Capítulo 11

1765 Words
Narra Nahuel Mientras me cambiaba, escuché mi celular sonar, lo agarré con un poco de miedo creyendo que podía ser Daniel cancelando lo del café. Por suerte, era Cami haciendo una videollamada. Me terminé de cambiar y acepté el llamado. —Hola —la saludé mientras guardaba una libreta en una mochila por si Daniel me pedía que anotara algo. —¿Qué estás haciendo? —Me preparo, voy a salir en un rato —me senté en la cama y miré la pantalla—. Voy a ver a Daniel para planear la clase de la otra semana. —Así que lo vas a ver —sonrió—. ¿Apenas lo conoces y ya vas a tomar algo con él? Vas rápido —se rió. —Nada más vamos a planear la clase del viernes, Cami. Además, Lean va a acompañarme, mi mamá se lo pidió. —No te dejan solo ni siquiera con tu futuro novio. —No va a ser mi novio —suspiré. —Bueno, bueno, no te enojes. ¿Cuánto vas a tardar? —No sé, no creo que estemos más de media hora. —Che, ¿y por qué va tu hermano? Se supone que vas con alguien que conoces. —Porque mi mamá desconfía de él. Ya sabés como es ella, no le gusta que esté solo —Cami soltó un suspiro. —Se está entrometiendo entre tu futuro novio y vos. —Callate, tonta, mi hermano puede escucharte y pensar que de verdad me gusta Daniel. —¿No te gusta? —sonrió de una manera rara—. Creo que te conozco un poquito mejor que vos mismo. Pero bueno... —volvió a sonreír—. Hablame cuando vuelvas, quiero que me cuentes todo, ¿sí? —abrí la boca para contestar, pero ella ya había colgado. Suspiré, guardé mi celular en el bolsillo y agarré mi mochila, después fui al living, Paloma estaba estudiando en la mesa mientras tomaba mates con Lean. Me senté al lado de mi hermano, él me acarició el pelo. Hablamos hasta la hora en la que teníamos que salir. Caminamos varias cuadras hasta el café hablando como siempre. Lean empezó a molestarme con Camila cuando le conté que me había llamado un rato antes de salir de su casa. —Seguro que me preguntabas como se sentía cuando alguien te gusta por ella —se rió—, ¿no? —negué con la cabeza. —Ella no me gusta. No me gusta nadie, solamente quería saber cómo se siente —mi hermano se volvió a reír mientras me acariciaba el pelo. Llegamos al café antes de la hora que le habíamos dicho a Daniel. Mi hermano me dijo que era mejor esperarlo en una de las mesas, así que entramos y buscamos una. Saqué mi celular cuando nos sentamos y miré w******p, no tenía mensajes de Daniel ni de Cami. Lean sacó su celular también, conectó los auriculares y se los puso en las orejas. Lo miré; ¿se va a quedar todo el tiempo acá? Se va a aburrir. A él nunca le gustó mucho el fútbol, no como a papá y a mí. Miré la hora, todavía faltaba un poco. ¿Daniel va a llegar tarde? No creo, siempre que voy al club, él ya está ahí esperando. Capaz esté ocupado o no quiera venir, pero seguro que me mandaría mensaje si no quiere venir. Miré por la ventana, el día estaba tan feo como ayer, pensé que, por ahí, Daniel piensa que va a llover y se arrepintió. Suspiré mientras veía a la gente pasar por la vereda. —Hola —me giré rápido, Daniel me sonrió—. Perdón por hacerlos esperar, un amigo se quedó en mi casa y no se quería ir —dijo mientras se sentaba adelante nuestro. —¿Cuánto van a tardar? —preguntó mi hermano. —No sé, espero no retenerlos mucho tiempo. Voy a tratar de hacer las cosas rápido —empezó a sacar una libreta y una cartuchera, hice lo mismo que él, saqué de mi mochila mi libreta y una lapicera. Daniel decidió pedir café para él y Lean y un jugo para mí para merendar mientras planificábamos la clase de la otra semana. Mi entrenador me preguntó que les gustaba hacer a los chicos y que tipo de entrenamiento teníamos antes. Le conté todo lo que me acordé, también le conté que a los chicos le había gustado mucho los juegos que hizo en una de las clases, él me sonrió diciendo que íbamos a planear más. Nos pasamos un rato bastante largo hablando y planeando lo que íbamos a hacer la otra semana. Aprovechó para planear cosas para mi grupo, preguntándome lo mismo que con los chicos. Un rato después, dijo que estaba bien con lo que tenía, que iba a organizar mejor las actividades que había escrito y que iba a pensar en juegos para los chicos, guardó su cuaderno y me miró. —Gracias por venir —me sonrió. —Soy tu ayudante, tengo que intentar ayudarte en todo lo que pueda —sentí un poco de vergüenza mientras hablaba, él volvió a sonreírme. —¿Ya terminaron? —miré a mi hermano, miraba a Daniel bastante serio, como si estuviera enojado con él. Se sacó los auriculares y se acomodó en la silla. —Sí, perdón por retenerlos tanto tiempo —volví a mirarlo, Daniel hizo una seña con la mano—. Yo me encargo de la cuenta, no se preocupen. —Gracias, la próxima vez pago yo —Lean se levantó—. Vamos, Nahu, se está haciendo tarde —asentí, guardé mis cosas en mi mochila y me levanté. Después de que Daniel pagara, salimos los tres. Lean le dijo que lo iba a acompañar hasta la estación para que no tenga problemas. Fuimos primero hasta la casa de mi hermano, ahí me despedí de mi entrenador y entré. Cuando llegué al departamento, toqué el timbre. Paloma abrió la puerta y me dejó pasar preguntándome donde estaba Lean. Le dije que ya volvía, después le conté lo que hice hoy mientras nos sentábamos en el sillón. Después empezamos a hablar de lo que íbamos a hacer mañana; quería salir a pasear y me dijo que invite a Cami para que no me aburra con ella y Lean. Cuando mi hermano llegó, se sentó entre nosotros y nos abrazó a los dos. Decidimos cenar en el sillón mientras mirábamos una película, aunque no la miramos realmente, mi hermano y yo no dejábamos de hablar sobre cosas mientras que Paloma nos retaba por no dejarla escuchar la tele. Después de la película, me metí en mi cuarto, me cambié y me tiré en la cama con el celular en la mano. Revisé mis mensajes; solamente tengo mensajes de mamá preguntándome como estaba y de Camila preguntando como me había ido con "mi futuro novio", como le dice ahora. Le contesté mamá y salí del chat para contestarle a Cami, pero antes de meterme a su chat, miré el de Daniel. ¿Habrá llegado bien? Abrí el chat y me quedé mirando la pantalla; ¿le molestará que le pregunte? Decidí contestarle a Cami antes de mandarle un mensaje a Daniel. —"Quiero preguntarle cómo llegó a su casa" —le comenté. —"¿A qué estás esperando? Hacelo, tonto. Capaz así empiezan a hablar más."—sabía que me iba a animar a hablar con él—"Después contame si ya son novios." —me reí, no podía faltarle eso. Sali de su chat y me metí en el de Daniel. Escribí un par de veces el mensaje y lo borré. —"¿Llegaste bien?" —volví a escribir y lo leí un par de veces, después se lo mandé. Me quedé esperando a que viera el mensaje. Después de unos minutos, decidí llamar a Cami para no quedarme esperando a la respuesta de mi entrenador. Me acosté boca abajo mirando la pantalla esperando que mi amiga aceptara la videollamada. —¿Te contestó? —negué con la cabeza—. Bueno, no hay que presionar a tu futuro novio —puse los ojos en blanco sonriendo. —Dejá de llamarlo así, si mi hermano o Paloma escuchan van a pensar algo raro. —Van a pensar que tenés novio, y van a tener razón —se rió. De repente, en la pantalla apareció la notificación de un mensaje. Me distraje de lo que decía Cami cuando leí el nombre de Daniel. —Cami, me contestó. —Manteneme informada. —después de decir eso, colgó. Entré rápidamente al chat y leí el mensaje. —"Llegué bien, gracias por preguntar." —sonreí, pensé un ratito si contestarle o no. Capaz no quiera seguir hablando conmigo, pero no quería clavarme el visto o ignorar mi mensaje—"¿Te aburriste mucho hoy?" —me llegó después. —"No me aburrí. Nunca había planeado una clase, así que fue entretenido." —"Me alegra que no te moleste perder tu sábado conmigo." —no creo que me aburra estando con él. —"No es perder el sábado, me gusta cuando me contás cosas de tu vida." ------------------------------------------------------------------ Paloma me despertó a la mañana para que vaya a desayunar con ellos. Me levanté cansado, fui al baño para prepararme y después fui al comedor con ellos. Me senté al lado de Lean, él me sirvió un poco de café, después me acarició el pelo. Tomé un sorbo del café y miré la tele aprovechando que desde el comedor se podía ver. —¿Te quedaste despierto hasta muy tarde, Nahu? Tenés cara de cansado —me preguntó Paloma poniéndole manteca a una tostada. —Sí, me quedé hablando con Camila —no suelo mentir, pero creo que si digo la verdad ahora, mi hermano podría enojarse. —¿Ahora te desvelás hablando con ella? Me huele a que voy a tener cuñada en cualquier momento —dijo mi hermano burlándose de mí. —Cami es mi amiga solamente. —Paloma y yo también éramos amigos —se rió. —Dejalo Lean —dijo Paloma—. Estoy segura que nada más son amigos, no tiene cara de que le guste esa chica —mi hermano suspiró mientras yo le sonreía; ella siempre me defiende cuando mi hermano empieza a molestarme por algo. Miré a mi hermano mientras se peleaba jugando con su novia pensando en qué pasaría si se enteraba que me desvelé hablando con Daniel.
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