Capítulo 17

1825 Words
Narra Nahuel Miré por la ventana de mi cuarto distraído; se supone que tengo que estudiar, pero no puedo pensar en mucho. Todavía siento un poco de vergüenza por cómo se comportó Camila con Daniel antes de ayer. Suspiré volviendo a mirar mi cuaderno intentando concentrarme. ¿Y si no quiere que nos juntemos los sábados? ¿Y si elige a otro chico como ayudante? Sería culpa de Camila por incomodarlo. Suspiré de nuevo, crucé mis brazos sobre el escritorio y apoyé la cabeza. Escuché que la puerta de mi cuarto se abría y que alguien se acercaba a mí. Sentí el perfume de mamá cuando una mano se apoyaba en mi cabeza. Me levanté y la miré, ella sonrió, me acarició la mejilla. —¿Estás cansado? —asentí—. Descansá un poco, ya estudiaste bastante por hoy. —pasó su mano a mi pelo y lo acarició—. ¿Querés ir a la casa de Lean? Lo llamo y le digo que venga a buscarte. —asentí. Mamá salió de mi cuarto, mientras, agarré mi mochila, guardé algunas cosas y fui con ella. Todavía hablaba por teléfono con mi hermano, así que me senté en el sillón callado. Unos minutos después, Lean y yo salimos para ir a su casa. Mientras caminábamos, mi hermano hablaba sin parar de su trabajo y de lo bien que le estaba yendo a Paloma en la carrera. Me quedé callado mientras él hablaba, solamente pensaba en Daniel. De repente, pensé en el momento en el que se acercó a mi cara; creí que me iba a besar. Sentí que la cara mi ardía, así que bajé la cabeza mirando el piso. Seguramente tengo la cara roja, después de que Daniel se acercara tanto a mí, Camila me dijo que tenía la cara roja, supongo que eso pasa cuando me arden las mejillas. Cuando llegamos a la casa de mi hermano, saludé a Paloma y me metí en mi cuarto para dejar mis cosas. Después, volví al living, mi hermano estaba en el sillón y Paloma se había encerrado en el cuarto principal. Lean me miró y dio unos golpecitos en el sillón para que me sentara al lado suyo. Me senté con él y agarré uno de los joysticks que mi hermano había dejado en la mesita. Después de pasarnos la tarde jugando y de cenar, fui a mi cuarto y repasé lo que había estudiado más temprano. Cuando me cansé de repetir varias veces lo que tenía que aprenderme, dejé mi cuaderno y agarré mi celular. Vi que tenía un par de mensajes de Camila y había varios en el grupo de fútbol. Me metí rápidamente pensando que Daniel había cancelado la clase, pero no, dijo que iba a hacer una clase especial y que teníamos que estar todos al horario de mi grupo. Justo cuando salía del grupo, me llegó un mensaje de Daniel. —"Agregué algunas cosas para el viernes, no vas a tener que hacer de ayudante esta semana." —"Está bien. ¿Pasó algo? Hasta ahora no habías cambiado lo que planeamos." —"Estoy en la casa de mi madre de minivacaciones así que se me ocurrió hacerlo." —siguió escribiendo—. "Igual, no estoy muy lejos, así que el sábado nos vemos. Intentá no ir con tu amiga." —sonreí; sabía que Camila lo había incomodado. —"No voy a llevarla de nuevo, a mí también me avergonzó como se comportó." —rápidamente le escribí:—. "Perdón por lo que pasó el sábado, no creí que se comportaría así." —"No te preocupes, Nahu. Además, ya dijiste que no la ibas a llevar. No va a volver a pasar." —me reí. —"No va a volver a pasar." —"Menos mal. La paso mejor cuando estamos solo nosotros." —siguió escribiendo—. "Quiero decir, cuando te acompaña tu hermano, que pareciera que no está." —"A mí me gusta más cuando estamos solamente los dos." —sentí que mis mejillas ardían un poco después de mandarle el mensaje. Él no contestó, seguía en línea y había visto el mensaje, pero no escribía nada; ¿le molestó lo que le dije? Me mordí el labio un poco nervioso. —"A mí también me gusta más." —sonreí sintiendo que el corazón me latía muy rápido. Me siento demasiado tonto ahora—. "Nos vemos el viernes, no es necesario que llegues antes que los demás." —pensé que iba a llegar temprano igual para ayudarlo a preparar las cosas. Me acordé que tenía mensajes de Camila. Salí del chat de Daniel y me metí en el de ella. Solo me preguntaba si había estudiado y si le explicaba algunas cosas. Normalmente no le digo que no, pero ahora mismo estoy un poco distraído para ayudarla. -------------------------------------------------------------- Mi hermano llegó media hora antes como le había pedido. Como hoy tengo que ir a entrenar al horario de mi grupo, vine a mi casa después de la escuela. Lean me acompañó hasta el club y me saludó en la puerta esperando a que entre. Cuando llegué a la cancha, Daniel apenas estaba sacando la bolsa con las cosas y las pelotas para entrenar. Él me miró con una sonrisa cuando me vio entrar en la cancha. Dejé mi mochila en el banco y lo miré. —Te dije que no era necesario que vinieras temprano. —Quería ayudarte a acomodar las cosas que necesites. —le sonreí—. ¿En qué te ayudo? —agarró unos cuantos conitos y me explicó como tenía que ponerlos para el entrenamiento de hoy. Después de hacer esto, me senté con él en el banco a esperar a mis compañeros. Miré la cancha vacía mientras jugaba con mis manos un poco nervioso; es un poco incómodo estar en silencio con Daniel acá. Me giré para mirarlo, él estaba centrado en su celular, pero, después de un ratito, me miró también sonriéndome haciendo que mis mejillas ardieran. Bajé la mirada a mis manos. —Che, Nahu, ¿te puedo preguntar algo? Perdón si es un poco indiscreto. —asentí, volviendo a mirarlo; todavía me ardían un poco las mejillas—. ¿La chica que fue con nosotros el sábado pasado es tu novia? —negué rápidamente con la cabeza. —Cami y yo somos amigos nada más. —¿Ella te gusta? —Volví a negar con la cabeza. —C-creo que me gusta alguien, pero no es ella. —me sentí un poco nervioso diciéndole eso, aunque no le estuviera diciendo nada en realidad. Él asintió, mirando a la cancha—. ¿P-por qué? —Para conocerte mejor. —sonrió, asentí. Nos quedamos callados hasta que los demás empezaron a llegar. Cuando mis compañeros llegaron, me levanté y me acerqué a ellos para saludarlos. Daniel se levantó también, pero no se acercó a nosotros, saludó a mis compañeros de lejos. ------------------------------------------------------------- Cuando terminamos, ayudé a Daniel a guardar las cosas mientras mis compañeros se iban. Metimos los conos y las pelotas que usamos en la bolsa. Después lo ayudé a doblar las pecheras que habíamos usado. Cuando terminamos de guardar las cosas, lo acompañé hasta el cuarto donde guardaban todas las cosas del club. —Nahu... —escuché que tosía un poco. Lo miré—. ¿Te puedo preguntar algo más... personal? —Asentí—. ¿Sos gay? —me quede mirándolo; no sé qué contestar realmente, nunca pensé en eso. No me había fijado en nadie antes de conocer a Daniel. —No sé... ¿Cómo podría saberlo? —Lo sabés si te gustan los chicos en lugar de las chicas —nos quedamos callados—. Mejor olvidate de eso. —sonrió. —¿Cómo me puedo dar cuenta de quien me gusta más? Nunca sentí nada por nadie. —Daniel me miró fijamente, bajé la mirada un poco nervioso. —Eso lo tenés que descubrir vos, Nahu. —me revolvió el pelo—. Vamos, tu hermano debe estar afuera esperándote. —asentí. Los dos salimos del cuarto y volvimos para buscar nuestras mochilas. Después, salimos. Saludé a mi entrenador y me acerque a Lean, mi hermano me saludó con un abrazo. Le conté lo que hicimos mientras caminábamos a la estación, aunque no estoy muy centrado en lo que cuento. No puedo dejar de pensar en la pregunta de Daniel y en cómo debería saber si me gustan los chicos o no. Nunca me fijé demasiado en eso. Cuando terminé de contarle todo a mi hermano, ya estábamos en la estación. Miré a Lean, se había sentado en un banco para esperar el tren, pensé en preguntarle, pero decidí que lo iba a hacer en mi casa. Cuando subimos al tren, mi hermano empezó a hablar de todo lo que tenía que hacer este fin de semana. Mientras él hablaba, me dediqué a mirar por la ventana hasta que llegamos a la estación donde teníamos que bajar. Caminamos hasta mi casa casi en silencio, mi hermano comentaba algunas cosas, pero no hablábamos como antes. —¿Estás bien, Nahu? —me preguntó cuando entramos a mi casa, dejé mi mochila en el sillón y lo miré asintiendo—. ¿Seguro? No me hablás como antes, te la pasás callado cuando viajamos, o te la pasás en tu cuarto cuando vas a mi casa. —bajé la mirada—. ¿Necesitás hablar de algo? —sin pensarlo asentí. —¿Podemos ir a mi cuarto a hablar? Mamá seguramente fue a comprar y no quiero que escuche cuando llegue. —Lean se me quedó mirando, después asintió. Fuimos a mi cuarto y nos sentamos en mi cama después de cerrar la puerta. Miré mis manos nervioso; nunca antes había hablado de algo así con él o mamá y papá. Tomé aire intentando no estar tan nervioso para hablar. —Q-quiero hacerte una pregunta. —lo miré, él asintió mirándome. —¿Qué pasa? —¿C-cómo sé si soy gay o no? —Lean miró para otro lado. —Bueno... —tosió un poco, después suspiró—. Ninguno te habló de estas cosas, ¿no? —negué aunque no entendía muy bien de que hablaba—. Creo que con tu edad tendrían que haber hablado antes de esto. —suspiró de nuevo—. Tengo que hablar con mamá antes, pero prometo responderte lo que pueda después. —Bueno... —Antes quiero preguntarte algo. ¿Pensás que un chico te gusta? —asentí sintiendo que mis mejillas empezaban a arder. Mi hermano mi abrazó acariciándome el pelo—. Debés estar muy confundido ahora, Nahu... prometo que voy a intentar aclararte las cosas lo más que pueda —asentí abrazándolo también; me siento un poco raro, mi hermano nunca se puso así. Parece como si hubiera dicho algo malo o algo así.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD