Calor en mi corazón

986 Words
Gong Yoo me tomó de la mano y me ayudó a sentarme ante la mirada intensa de el Sr. Min, yo sentí mucha pena por él, pues de haber actuado de una forma mas correcta y hablarme de frente, creo que no nos hubiéramos visto en esta situación. El Sr. Min hizo una marumba para inventar una agencia y ofrecerme trabajo desde mi país hasta el suyo, eso era un enorme trabajo, luego hizo todo lo posible para que yo asistiera a esa cena benéfica e incluso pagó para que yo pudiera participar en la tómbola para poder casarme con él, para su mala suerte quedé casada con el bombón de Gong Yoo. Así que si sentí pena por él, pero no puedo entenderlo el por qué lo hizo así sin tomarme en cuenta, ¿Por qué no haberme dicho lo que quería de mi, pero de frente? Estaba tan pensativa que no me di cuenta que ya habíamos llegado a nuestro destino, entonces este hombre sencillamente no me dijo ya llegamos, sólo quedó allí sentado viéndome perderme en mis propios pensamientos. —¿Ya? —Me dice. —¡Ya qué! —Pregunto. —Quedaste ausente en todo el camino, quería que te quedaras en tu espacio. ¿Ahora nos vamos? Preguntó, me pareció algo irónico su pregunta. Creo que solo debió irse y ya. —Podemos irnos. —Dije con calma. Entonces el salió primero del coche, iba a seguirlo cuando miro muchos flashes de cámaras, estaban alrededor de 20 reporteros esperando a él, el me hizo señas rápidamente que no saliera del auto, se volvió a meter dentro del auto y dijo al conductor. —¡Maneja, sácanos de aquí! Inmediatamente el conductor empezó a retroceder y salir corriendo, después de unos minutos el conductor dijo : —¿Hacia donde vamos? Gong Yoo hizo señas con su mano y me dió un codazo suave. —Iremos a tu apartamento. —¡Por supuesto no! —Le digo arrugando la nariz. —¡No hay donde más! Esos paparazzi están en todas partes, conocen cada lugar donde puedo ir, pero no conocen tu apartamento. — me dice. De mala gana le doy la dirección al conductor, quien me mira de reojo y no entiendo el por qué, mas no presto tanta atención a eso ni le doy importancia. Al final de 20 minutos llegamos, una vez allí entramos al vestíbulo, la recepcionista que se mantiene allí me mira de reojo, seguro piensa lo peor de mi, mas no le hago caso, pues poco me importa, pero si que antes de entrar camuflé al hombre para que nadie lo reconociera. Él pidió a su conductor ir a descansar y que al día siguiente esperara su llamada. Tantito alli recordé que esta habitación es solo de una cama y que esta noche alguien tendría que dormir abajo en el suelo y esa no sería yo. Tal como si leyera mi mente me dice: —¡No te estoy corriendo de la cama, pero yo no dormiré en el suelo. —dicho eso se acostó de primero en cuanto entró a la habitación. Lo volví a ver con cara de enojo. —Te prepararé lugar en el sofá, podías haberte ido a un hotel, ¿ Por qué te quedaste aquí? Yo no te invité —le digo. —¡No está bien que me vean durmiendo fuera de casa! —¡Tengo que estar a donde estés tú!—Dice con media sonrisa. Siento que este hombre ha hecho todo para sacarme de las casillas, ¿Por qué cree que debo soportarlo? Pensé. Me fuí al baño, antes cerré desde adentro, cuando salí traía una pijama gruesa, hacia frío, la calefacción estaba justo donde estaba la cama, ¿Cómo podría dormir alejado de eso? Me moriría congelada pensé. Corea estaba en media nevada, yo no soportaba ese clima. Él se levantó de la cama y entró al baño, previamente le había dejado una toalla pequeña y una bata grande, y un cepillo de dientes nuevo, después de unos 20 minutos él salió del baño, traía el cabello mojado y goteando agua, me miró, creí que diría algo como, me prestas secador o pijama extra, pero lo que dijo me desconcertó. —¿Has traído hombre aquí? Si no ¿por qué tienes esta bata de hombre? Yo me recuperé del momento de asombro, ¿Él me estaba provocando? Lo ignoraré pensé, es lo justo. Después de un tiempo se acostó a mi lado, estaba muerta de sueño, así que no me detuve a verlo dormir, pronto nos venció el cansancio a ámbos creo, dormimos toda la noche sin contratiempos. Muy de madrugada cuando desperté, yo estaba reposando mi cabeza en su pecho y abrazándolo, el también me tenía abrazando con ámbas manos, era una escena bastante fuera de lugar. Por supuesto que me sobresalté de inmediato, quería golpearlo y reclamarle, pero entonces me di cuenta que era yo quien se había pasado de mi lado al lado suyo, era yo quien había asaltado su espacio, por que detrás mío quedaba todo el espacio vacío. ¿Cómo iba a recriminarle entonces, tenía que aguantar y acomodarme lejos de él sin que se diera cuenta. Justo cuando me alejé de sus brazos y recosté mi cuerpo en el lado de la cama, sentí un frío intenso abrazante, era insoportable, yo no sabía que hacer, no iba a abrazarlo otra vez. Traté de conciliar el sueño, mas no pude, mientras él dormía plácidamente, eso me tenía cabreada, pues que persona va en casa ajena y duerme tranquilo como este tipo. Estaba tratando como media hora de volver a casar a mis pestañas cuando sentí su mano y su brazo fuerte rodearme, el me haló a su cuerpo y pegó ámbos cuerpos, sentía la calidez a la vez el calor que emanaba su cuerpo, pero me sentía avergonzada e incómoda.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD