A lo hecho, pecho

887 Words
"¡Rayos!" Me dije mientras caminaba a grandes zancadas. La verdad es que quería llorar y eso no es usual en mí. Siempre me he repetido hasta el cansancio de que llorar jamás resuelve nada. Hoy prácticamente me di por vencida y lo dejé a manos de ella, se ve que ella está arrastrando la cobija por él. ¡No la culpo! A mí me gusta él. Mientras me alejaba pensé, "esto se acabó" cuando hube alejado lo suficiente, y doblé la esquina, me escondí detrás de unos arbustos y me senté en cuclillas, yo sentía la sensación de haber perdido, ¿Pero qué perdí? ¿No se dice acaso que no se pierde lo que no se ha tenido? Él no es mío, a cómo dijo esa mujer, "yo soy tan solo una intrusa en su vida, ocupo el espacio que no es mío" cuando pensé en ello, grandes gotas de lágrimas rodaron por mis mejillas. ¿Estaba llorando? Me considero una mujer fuerte, alguien que en el pasado no había derramado una lágrima por ninguno. De repente alguien me tenía abrazado desde mi espalda y me volteaba la cara hacia él, él me había seguido, me vió llorar escondido al parecer. La yema de sus dedos tocaron mi rostro limpiando mis lágrimas, ¿Por qué te alejaste así? Me has preocupado, dijo mientras seguía limpiando mis mejillas, yo dije lo único que podía decir en ese momento, "me entró basurita en los ojos" sí mantengo los ojos cerrados por unos minutos, la basura dejará de molestarme. Dije. Él se levantó de pies, así que "basura eh" yo me sacudí, aproveché para limpiar mi cara, no quería que me viera así, una cosa era llorar a solas y otra muy distinta era que él me viera llorar. Así que me limpié, puse cara de pocos amigos y dije: —¿Podríamos volver a Corea?—Estaba algo sorprendido. Me miró, sus ojos parpadearon, él tenía la mirada descepcionada, así lo interpreté. —¿Volver? ¿Para que quieres volver ahora? —Me pregunta. —¡Quiero volver para ordenar mi vida! —Le respondo. —Quiero retomar mi trabajo, terminar el tiempo faltante para que el contrato termine y luego marcharme a mi país —El me vuelve a ver y me dice: —¿Acaso me dejarás? Yo no quiero que te vayas. —dice después de un momento de silencio. —Eh... quisiera llevarte a Busan, donde mis padres, quisiera conocerte un poco mejor. —¿Quieres conocer a mis padres? —Quedé sorprendida de su invitación, fue un momento de gran confusión en mi cabeza. ¿Por qué quería un hombre llevarme ante sus padres, a no ser que quiera algo serio conmigo? Más si se tratara de un a******o coreano, esa era la dirección a su proceder. En el futuro quizás me arrepentiría de seguir con esta locura, pero acepté, ni yo sabía por qué. Solo quería una cosa, vivir el momento aceptando lo que el presente me ofrecía, ya después me preocuparía para resolver lo que estuviera mal, por ahora quería seguirlo a todas partes. —¡Vamos entonces! —Dije. Gong Yoo me sonrió, me tomó la mano entre las suyas y caminó conmigo, al poco de caminar nos había alcanzado un vehículo blanco, era muy lujosa, me abrió la puerta del vehículo para que me sentara, luego se sentó a mi lado. Yo recosté mi cabeza sobre el respaldar y cerré los ojos, me sentía cansada. De pronto Gong me levanto la cabeza y la reclinó a su hombro, su olor que emanaba de cuello y cuerpo me calentaba todos los sentidos, tenía tantas ganas de sentir su olor todo el tiempo, me gustaba como olía él. Pronto llegamos al aeropuerto, él no me despertó o al menos creía que yo dormía, en realidad yo solo estaba quieta sintiendo su olor corporal, me gustaba estar así en esa posición sintiendo el calor que emanaba de su cuerpo. Entonces él me cargó en brazos, me subió al avión y me acomodó en un asiento, su equipo de trabajo nos estaban mirando, pero a él pareció no importarle mucho. Una vez en el avión Gong se sentó a mi lado, yo no pregunté en absoluto respecto a la chica que pregonaba ser ella la que se debería haber casado. Era como una espinita en mi corazón, pero mordí los labios para no tocar el tema, ya saben ni siquiera soy algo real para él, entonces con que cara le pediría información de sus cercanos. En el transcurso del viaje yo me mantuve despierta, pero Gong se durmió, su respiración era lenta y constante. Me sentía en la luna o quizás un poco más allá de la luna, pero entonces vi que se acercó la misma chica de más temprano, y tocó suavemente el brazo de Gong, este despertó y la miró, ella le hizo señas que la siguiera, él se desprendió de mi con mucho cuidado, ¿ella quería la muerte? ¿Por qué quería molestar a una pareja de matrimonio que descansaban juntos? ¡Es mío este hombre mientras dure nuestro enlace! Y no me gusta que intrusas como ella venga a fastidiar mi espacio con él. Tenía enormes ganas de ir y arrancarle los ojos, pero me controlé.
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