Capítulo V

1270 Words
  April había decidido aprovechar su fin de semana al máximo para ponerse adelantar todo los pendientes que tenía por hacer, aunque tuvo que declinar la invitación de su mejor amiga Liliana de ir a la playa  ese mismo día, pero era más importante para ella el quedarse a hacer la tarea o  leer un buen libro antes de salir a exponerse al exterior con la intensidad que estaba dando el astro solar esa tarde, más cuando aún tenía en su mente aquel sueño extraño vivido hace una semana para ser exactos.   ¿Por qué tenía esa clase de sueños tan vividos?   En todo ese periodo de tiempo la Williams había estado experimentando pequeñas consecuencias en su cuerpo como las repentinas jaquecas que le dan cuando trata de recordar cada detalle del sueño o la terrible sensación de ser constantemente vigilada día y noche, pero que más daba ya se está acostumbrando a esas experiencias raras en su vida.   A Demián no lo había vuelto a ver desde aquella vez en que estuvieron a solas en el aula de clase y él literalmente desapareció, dejándola más llena de dudas que con respuestas claras; aunque estaba comenzando aprender que así de misterioso era el castaño, aunque no podía negar que está muy preocupada al no saber absolutamente nada de él.   ¿Por qué esa incertidumbre en su ser por saber del bienestar de él? O al menos saber si se encuentra bien…   Ella jamás había estado en una situación de ese tipo, pero la llegada del chico a su vida, sí que la había vuelto la cabeza patas arriba sin siquiera saber cuál era el verdadero motivo del porque el mismo enigma del joven la esta absorbido de sobremanera;  volviéndose en su nuevo rutina diaria aquel ambiente intrigante.   Tenía tantas dudas en su cabeza pero sobretodo en su corazón.   Entre sus manos sujeto el libro que yacía sobre el escritorio, este era de literatura universal, ella debía ponerse a leer un par de temas para la próxima clase del lunes  a primera hora, y tal vez con eso dejar de pensar tanto o perderse entre su propio mundo interior que cada segundo más es un completo caos.   —Cariño, hay un chico muy guapo en la sala preguntando por ti—la dulce voz de su madre, se escuchó al otro lado de la puerta.   El rostro de la rubia se descoloco de confusión, ella no esperaba a nadie ese día, puesto que su única amiga de seguro estaría en la playa con sus padres, por esa razón es que no sabía de quien se trataba realmente. April inhaló y exhaló tres veces para poder responderle a su progenitora que estaba esperando al otro lado de la puerta.   —Dame un momento, mamá—Habló tranquilamente, bajando la mirada hacía su vestimenta ese día.   —Está bien, cariño pero no lo hagas esperar mucho—respondió la mujer, dejando oír el sonido de sus pisadas por el pasillo mientras se alejaba.   Sin perder más tiempo corrió hasta la puerta de la habitación, que habían amueblado como biblioteca personal madre e hija para relajarse en sus momentos libres. Ella con tan solo poner un pie afuera, el sonido de la voz de su madre llegó a sus tímpanos.   ¿Su madre estaba teniendo una charla con su visita?   Ese día no esperaba esa inusual visita, por lo que no se había vestido de la manera adecuada, tenía una sudadera enorme de su hermano mayor que ahora se encuentra en la universidad, un shorts de mezclilla y unas botas desgastadas negras; sin mencionar su peinado, recogido en forma de un bollo en la parte alta de la cabeza. April sintió como su boca se secó completamente, mientras que el golpeteo de su corazón acelerados contra su caja torácica.   Allí estaba él, tan jodidamente perfecto ante los ojos de la adolescente, estaba vestido con una camisa manga larga azul junto a un pantalón n***o y unos zapatos de ese mismo tono.   Estaba simplemente Hermoso.   —¿Demián?—susurró confundida.   ¿Qué hace él allí en su casa? Ella no recordaba haberle dado su dirección o algún dato de ese estilo, la rubia percibió como los nervios se apoderaron de todo su ser…   —¡Oh, cariño! no me habías dicho que tenías amigos en el instituto—Hablo emocionada la señora Williams.   —Sí, bueno él es Demián, mi ...—April tuvo que morderse la lengua, porque no sabía si realmente eran amigos. —Somos compañeros en clase de historia y tenemos que hacer un trabajo ¿Verdad?—tartamudeo insegura.   ¿Cómo no estarlo cuando tenía a su madre y al chico que le comenzaba a gustar en la misma habitación?   —Sí, tenemos que hacer el trabajo final de biología juntos, señora Williams—la voz varonil del chico cautivo tanto a madre como a hija.   Un profundo suspiro abandonó los labios de ella, por un momento se había emocionado de una manera tan profunda de la voz de él.   —Los dejo, yo debo ir hacer unos contratos—se despidió la mujer, a la vez que caminaba a la puerta principal.   Un silencio se generó tras la partida de la mayor, April estaba tan sorprendida de la presencia del chico que ni podía hablar o decir alguna otra cosa con claridad solo necesitaba conocer la repentina visita o mejor el cómo conocía la dirección de su casa, aunque otra vez podía percibir aquel misticismo en él.   No obstante, sin dejarla reaccionar, él la apretujo a su pecho…   Él se aferró en ese abrazo como si su vida dependiera de ella en ese instante…   April se quedó estática en su lugar sin saber qué hacer, pero aun así algo en su interior se removió como un sacudón provocado por un terremoto, despertando esas fuertes emociones que surgen solo por la presencia de él.   Hay veces en la vida donde se necesita que alguien te abrace tan fuerte que te toque el alma, que te centre en el ahora y te sane poco a poco así sea con una simple caricia…   Los ojos azules de la chica se cristalizaron al sentir por primera vez en su vida aquella paz que tanto deseaba su alma, que tanto le exigía tener con desesperación y ahora que lo estaba encontrando le asustaba demasiado al sentir una conexión tan fuerte con alguien que apenas conocía en su vida pero había algo en la esencia de él que le llamaba.   Ella tenía miedo de salir muy mal en todo esto, ya ha tenido suficiente con la vida como para pasar por otro evento doloroso.   Y él lo sabía mejor que nadie, llevaba mucho tiempo observándola y aprendiendo de ella…   —Nuestras almas ya se conocen ¿No?, nuestros cuerpos son los nuevos—susurró por lo bajo el chico. —Entonces, no tengas miedo de algo que yo jamás te haré, estoy aquí por ti, porque no me ha alcanzado más de una vida para amarte que estoy de nuevo comenzando a amar tu esencia una vez más…—agregó, aferrando su cuerpo al de la chica.   April sintió como en su cabeza ocurrió una especie de déjà vu, tan real que trajo lo expresado por el Smitt, Pero a pesar de las palabras  tranquilizadora del castaño y el abrazo dado entre ambos, una voz le decía en su interior que este era solo el comienzo de algo que podía llegar a ser incomprensible hasta para ella...   Se estaba comenzando a enamorar sin que pudiera evitarlo…   Continuará…
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