Las piernas de la chica temblaban como si se tratase de una gelatina, pero tenerlo allí, en frente con una sonrisa dedicándosela exclusivamente solo a ella, comenzaba a hacer desaparecer todo ese dolor que tenía en su pecho clavado como una daga en su interior; debido a aquel constante sueño que ha tenido casi todas las noches desde la repentina desaparición de él.
La Williams se quedó por un momento procesando lo que era racional para decirle, pero ella debía sonar sumamente cortés ante todo, además que tenía que ignorar por completo lo que esos profundos ojos verdosos ocasionaban en su ser, siendo como una mezcla completamente indescifrable para su cabeza y mucho menos para su corazón.
¿Tal vez nerviosismo o era algo más?...
Absurdo un ser como ella no puede sentir eso tan fuerte…
Aunque está demasiado confundida con sus propios sentimientos, deseaba saber sobre el bienestar del castaño en todo este tiempo de su desaparición, pero no podía llegar y pedirle una explicación cuando ni siquiera eran amigos como tal, a duras penas son algo que ni ella misma entendía pero bueno, ahora realmente si se comenzaba a sentir curiosa por el motivo de la visita.
¿Por qué una visita tan temprano?
No obstante, recordó que tenía puesta en ese momento la ropa de dormir, una franela rosada de tirantes, con un estampado de unicornio y un short bastante pequeño, provocando que automáticamente ella se tapara con ambas manos su anatomía, a la vez que las mejillas se tornaron de un color sumamente rojas, cual tomate maduro. Eso sí que le está dando vergüenza porque aunque lo negará mil veces ese chico le comenzaba a gustar y mucho.
Él se rió, casi como una leve carcajada apagada.
¿Él se está burlando de ella?
—Saldré para que te arregles y podamos hablar—comento junto a unas leves risas de diversión el joven.
Él salió de la habitación, siendo seguido con la mejor amiga de la Williams.
April de manera inconsciente se mordía el labio inferior, mientras que un largo suspiró se escapó de sus labios, a la vez que paso sus manos con frustración por su rosado rostro, tenía ese terrible defecto que siempre crecía que las demás personas se burlaban de ella, aunque era notorio que el chico si se andaba riendo de la rubia por su reacción inútil de ocultar algo que ya vio.
Ella se quedó sola.
Su corazón se aceleró como un loco contra su caja torácica...
Ahora sí que había estaba comenzando a tener una debilidad...
Estaba nerviosa por lo que se aproximaba, y ella no estaba lista para todo, lo que ocasiona solo verlo a los ojos...
(…)
Alrededor de quince minutos tardo la adolescente en atreverse a salir de su cuarto, sus orbes azules detallaron cada parte de la sala principal, la cual, tenía una mesa pequeña decorativo en el centro, un amplio mueble marrón, una chimenea; que en la parte posterior reposan varias fotografías familiares y un estante repleto de libros.
Justo allí, sus ojos se encontraron con el castaño parado, observando los demás cuadros colgados en la pared.
No obstante, estaba perdido en unos en específicos, estos eran varios retratos de la rubia cuando pequeña como una especie de collage, aunque uno si capto su atención como tal, ella estaba siendo cargada en los brazos de un hombre, alto, musculoso a simple vista se le notaba por la manera en que la camisa le apretaba que llevaba en la fotografía, era de piel blanca, cabello oscuro como la noche y profundos ojos azules idénticos a lo de la pequeña rubia sonriente.
Él castaño cambio su expresión a una neutral…
—Así que aquí estuviste todo este tiempo, querido hermano—susurró para sí mismo, mientras que en sus labios tenía una amarga sonrisa.
Él lo conocía, pero aún no era momento de sacar la verdad al descubierto…
April frunció el entrecejo al no poder captar bien las palabras dichas por el joven, y más por el hecho de que las dijo precisamente cuando tenía el único retrato de su padre junto a ella cuando era una niña de cinco años, dado que él había desaparecido misteriosamente una noche sin ni siquiera despedirse de ellos, aunque su madre les ha dicho más de mil veces que él volvería a casa, solo tuvo que ir a resolver unos asuntos importantes.
Pero, la adolescente nunca supo de su padre y de que asuntos se referían…
A pasos moderados se acercó hasta ubicarse a un costado del castaño, tenía la curiosidad tan creciente en su corazón, por saber que había dicho, pero sobre todo el motivo por el que estaba allí en su casa tan de mañana y buscándola a ella.
—¿Qué te trae por aquí, tan temprano?—indago la rubia, a la vez que volteaba a verlo fijamente.
Demián desplazo su mirada hacía ella.
Por un momento él sintió que se quedaba sin poder hablar, siendo evidente que ni siquiera el conoce el verdadero motivo, por el cual está en la sala de la casa de ella, aunque esa chica tuviera el físico exacto a su eterno amor, él mejor que nadie sabía que no es la misma a la que conoció una vez en su existencia, tenía esa esencia hasta su espíritu, pero no es esa mujer.
Sin embargo, está dispuesto a enamorarla una vez más, sí es posible.
Rompiendo las veces que sean necesarias las leyes, haciendo lo prohibido….
—Vine porque ya no puedo más—dijo con voz firme, girando su cuerpo para quedar frente a frente a ella.
No dejo que respondiera…
No dejo ni que reaccionará…
El castaño de un movimiento brusco de sus manos las llevo hasta los hombros de la joven dama, y sin más la pego a su cuerpo, cortando aquella distancia entre ambos, ya en ese momento no le importaba absolutamente nada que no fuera la chica que tenía al frente de él, aquella que lo estaba haciendo volverse una vez más loco...
Y sin más…
La beso… Fundió sus cálidos labios con los de ella, que aún ni se movían debido a la impresión por la acción…
Él cerró los ojos dejando por fin que todos esos sentimientos encerrados en lo profundo de su alma salieran al descubierto, en un dulce y tierno beso, que poco a poco la rubia fue aceptando, llenándolo de tanta felicidad.
Hacía tanto que no experimentaba esta necesidad corporal…
Hacía tanto que él no se sentía así, tan vivo y no solamente un ciervo del señor…
Por fin ha encontrado aquella que tenía su alma gemela y que le fue arrebatada…
Continuará...